Louise Bourgeois ‘actúa’ en el Palau

Una exposición reúne 30 obras de la escultora francesa

'Fallen woman', obra realizada por Louise Bourgeois en 1996, de porcelana y oro.lorenzo di Nozzi

La galerista y coleccionista mallorquina Maria Fluxà descubrió de forma fortuita a la artista Louise Bourgeois (1911-2010) en 1982. Fue en el MoMA cuando a esta creadora de grandes arañas se le dedicó una retrospectiva, la primera que el museo de Nueva York dedicó a una mujer. Allí vio la obra Femme Maison (1947) en la que una mujer desnuda está representada, de cintura para arriba, como una casa que la oprime. “Me sentí comprendida y representada”, pensó Fluxà. Desde ese momento “quise saber quién era Bourgeois y...

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La galerista y coleccionista mallorquina Maria Fluxà descubrió de forma fortuita a la artista Louise Bourgeois (1911-2010) en 1982. Fue en el MoMA cuando a esta creadora de grandes arañas se le dedicó una retrospectiva, la primera que el museo de Nueva York dedicó a una mujer. Allí vio la obra Femme Maison (1947) en la que una mujer desnuda está representada, de cintura para arriba, como una casa que la oprime. “Me sentí comprendida y representada”, pensó Fluxà. Desde ese momento “quise saber quién era Bourgeois y cuanto más conocía más me fascinaba”. Su pasión llevó a comprar Femme Maisonen 1990, conocer a la artista tres años después durante la exposición de Joan Miró en Nueva York y organizar en 1994 la segunda exposición en España de esta artista, después de la muestra que se pudo ver en 1991 en la Fundación Tàpies.

Con los años, la coleccionista ha reunido unas 50 obras, 30 de las cuales pueden verse por primera vez en Barcelona, en la Sala Lluís Millet y en el Foyer del Palau de la Música Catalana. “Es como la música de cámara, reducida pero exquisita”, explica Fluxà de sus pequeñas joyas: 26 grabados, 2 esculturas, un guache y un dibujo. En una de ella se puede leer la frase que Louise escribió: Art is a garanty of sanity, que “coincidía plenamente con mi manera de sentir el arte”, explica Fluxà.

Las obras muestran el universo mental de Bourgeois con una iconografía en que la mujer es aludida por sus atributos.

Fluxà aseguró que, cómo la escultora, ha sufrido la injusticia familiar machista, según la cual los negocios los heredaban los hijos varones, por lo que ella quedó al margen de uno de los imperios empresariales más importantes de Mallorca, el formado por empresas como Iberostar, Lottusse y Camper.

Todas las piezas las ha adquirido la coleccionista mallorquina, excepto siete recordatorios de Navidad que le mandó durante su relación con la escultora. Y es que durante cuatro años Fluxà viajó dos veces por año a Nueva York para entrevistarse con Bourgeois. “Surgió la idea de hacer algo conjuntamente. Me dio libertad para jugar con su obra. Así nació Metamorfosis”; un libro “autobiográfico en el que me apropio de los dibujos de Louise para sobreponerlos a mis fotografías familiares”. Lo publicó Lelong en París en 1999 (la galería que ha cedido la escultura Fallen woman) y se puede adquirir, en edición facsímil, en la exposición que estará abierta hasta el 23 de marzo.

La exposición de Louise Bourgeois es la tercera muestra, tras las de Bill Viola y Antoni Tàpies que organiza el Palau y la primera de otras tres que podrán verse este año dedicadas a mujeres como Eulàlia Valldosera y Pina Bausch en el que el Palau quiere establecer un diálogo entre música y arte desde una perspectiva feminista y liberadora, explicó Víctor García de Gomar, director artístico adjunto del centro.

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