Euskaltel vive su primera huelga con un destacado respaldo de la plantilla

La automatización de los servicios de telecomunicaciones restó impacto directo sobre los usuarios Mario Fernández asegura que no hay desinversión, sino un plan de sostenibilidad

Bilbao -
Un momento de la manifestación de trabajadores de Euskaltel por el centro de Bilbao.fernando domingo-aldama

Euskaltel, el operador vasco de telecomunicaciones, vivió ayer la primera huelga en sus 18 años de historia, jornada inicial de los tres días consecutivos de paro convocados esta semana por CC OO y ELA, los dos sindicatos presentes en el comité de empresa, contra un plan de externalizaciones de servicios que temen sea el inicio de un desguace de la compañía que termine llevándose por ...

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Euskaltel, el operador vasco de telecomunicaciones, vivió ayer la primera huelga en sus 18 años de historia, jornada inicial de los tres días consecutivos de paro convocados esta semana por CC OO y ELA, los dos sindicatos presentes en el comité de empresa, contra un plan de externalizaciones de servicios que temen sea el inicio de un desguace de la compañía que termine llevándose por delante los puestos de trabajo del 40% de su plantilla. Euskaltel emplea a 550 trabajadores.

El seguimiento del paro fue amplio —las centrales lo situaron por encima del 80%, porcentaje que la empresa redujo hasta el 48%—, pero no se tradujo en afecciones al servicio de telefonía, Internet o televisión que reciben sus clientes, dado su nivel de automatización. Los convocantes del paro recalcaron que, eso sí, las averías o el mantenimiento, entre otros aspectos, no se iban a cubrir, salvo que fuese un servicio crítico, con lo que la incidencia sobre el usuario podría ir a más en los próximos dos días de huelga. Fuentes de Euskaltel aseguraron a EL PAÍS que en este sentido el día había transcurrido con “absoluta normalidad, sin ningún tipo de incidencia”.

Los trabajadores solo están cumpliendo los servicios mínimos pactados con la mediación del Gobierno, que suponen la atención de emergencias en Osakidetza o Seguridad.

CC OO y ELA han convocado la huelga contra el plan de la empresa de externalizar la unidad de sistemas que supondría, apuntan, el despido de 40 personas en febrero, a los que se sumarían otros 150 del área tecnológica en abril para concluir 2014 con un recorte del 40% de la plantilla. Las centrales reprochan su falta absoluta de información oficial de la compañía. “Hemos pedido todos los datos para saber por qué no hay alternativa, pero no dicen nada”, recalcó a este periódico, Javier del Blanco, presidente del comité de empresa. Su incomprensión es mayor cuando el operador cerró 2012 con 48 millones de beneficio neto, cifra que espera aumentar este año. “¿Qué cifras justifican que sea esa y no otra la opción más factible?”, se pregunta Del Blanco.

Fuentes de Euskaltel replican que las externalizaciones, que “nadie ha venido a ordenar”, solo pretenden buscar alianzas tecnológicas con empresas “de referencia” en el sector, que solo se cerrarían bajo el triple compromiso del mantenimiento del empleo y las condiciones laborales de la plantilla y que la firma en cuestión estuviese radicada en Euskadi.

Las centrales critican la falta absoluta de información oficial de la compañía
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El riesgo que ven las centrales, además de la destrucción de puestos de trabajo, es que “al final, una empresa tecnologica sin capacidad de decisión esta abocada a ser absorbida”, en palabras de Ibai Cabrero, de ELA. Su temor es que en un plazo de uno o dos años, la empresa termine siendo vendida, algo que la dirección de Euskaltel niega de forma tajante.

Aquí entra en juego Kutxabank, accionista mayoritario del operador, con un 49,9% del capital, y objeto de crítica de los sindicatos, que ayer concluyeron su manifestación por el centro de Bilbao, en la que participaron unas 300 personas, ante la sede de la entidad bancaria.

Entre gritos de “Ahí está la cueva de Alí Babá” y pancartas con lemas como “Kutxabank vende al país”, los sindicalistas insistieron en que la caja única quiere revalorizar la marca Euskaltel para mejorar una futura desinversión dentro del proceso de venta de activos en que se ha embarcado obligada por la normativa europea y le instaron a “mantener su compromiso con el país y seguir invirtiendo”. Las tres cajas ya han pasado de controlar el 67,93% del capital que tenían a comienzos de 2012 al actual 49,9%.

El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, respondió aprovechando una rueda de prensa que se celebraba casi al mismo tiempo de la protesta en la sede de la patronal vizcaína Cebek, distante escasos metros de la concentración de protesta. Fernández sostuvo que no hay en marcha “ninguna operación de desinversión”, sino un plan de sostenibilidad de la cuenta de resultados de Euskaltel que no implica la pérdida de puestos de trabajo. Para ello, opinó que resulta preciso externalizar servicios, “lo que hacen todas las grandes empresas del mundo, porque determinados trabajos son más baratos si se encargan a otros”.

El Consejo de Administración de Euskaltel abordará la situación de la compañía en su reunión ordinaria de esta semana en el que, en principio, no es necesario que vaya el plan de externalizaciones, como parte de la gestión de la firma, según fuentes del operador.

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