Los servicios de limpieza apaciguan la polémica del parque Europa
Algunos vecinos se resisten, mientras que los hosteleros están satisfechos
“Han meado todo Txurdinaga”, reía el viernes pasado un parroquiano de la cafetería El Parque, sentado en una terraza adyacente al parque Europa. Muchos vecinos que paseaban por la mañana coincidían en que el recinto quedó muy limpio gracias a los 60 trabajadores de los servicios de limpieza, activos las 24 horas — “Casi mejor que antes”, afirmaba Marta, trabajadora en un bar —, pero es innegable que los miles de asistentes a la Aste Nagusi Dance dejaron su rastro biológico en las calles aledañas, como pasa en todas las zonas de Bilbao donde hay fiestas. La queja es unánime en el barrio: no hay...
“Han meado todo Txurdinaga”, reía el viernes pasado un parroquiano de la cafetería El Parque, sentado en una terraza adyacente al parque Europa. Muchos vecinos que paseaban por la mañana coincidían en que el recinto quedó muy limpio gracias a los 60 trabajadores de los servicios de limpieza, activos las 24 horas — “Casi mejor que antes”, afirmaba Marta, trabajadora en un bar —, pero es innegable que los miles de asistentes a la Aste Nagusi Dance dejaron su rastro biológico en las calles aledañas, como pasa en todas las zonas de Bilbao donde hay fiestas. La queja es unánime en el barrio: no hay suficientes retretes públicos. Cerca del escenario eran solo tres las barracas de urinarios portátiles.
El pasado viernes el pulmón verde de Txurdinaga cumplió dos días sirviendo de recinto para los mayores conciertos de estas fiestas. La decisión del Ayuntamiento de convertir la zona este año fue polémica, ya que varios centenares de vecinos consideraron que los conciertos estropearían el parque. Se juntaron de forma espontánea a través de Facebook; su grupo congrega a 463 miembros. En mayo marcharon unos 200 contra la tala de dos árboles situados donde ahora está el escenario; el Ayuntamiento arguyó que estaban enfermos y afirmó que no talaría más. Una petición en Internet contra la iniciativa acumula 7.472 firmas.
El parque presenta buena cara a pesar de los
miles de asistentes
“No vamos a boicotear los conciertos”, explica Natalia Varas, aunque le parece que es un “crimen ecológico” convertir en zona ferial el único parque importante de un barrio tradicionalmente deprimido y “olvidado”, como lo califica Mikel Masa, otro vecino. Este grupo, creado de forma espontánea y sin la coordinación de una plataforma, espera que el año que viene el consistorio busque otro espacio para los espectáculos.
El recinto habilitado en la parte central del parque puede acoger hasta 10.000 personas, según datos del Ayuntamiento. El lugar lo eligió en PNV con la oposición del resto de partidos y de Bilboko Konpartsak, tras el fracaso del espacio Karola para los conciertos de gran formato el año pasado.
Un grupo de vecinos ha recogido 7.000 firmas contra la iniciativa
Los comerciantes de la zona, en cambio, están satisfechos con el acuerdo. Juana Pérez y Silvia Martín mantuvieron el jueves abierto el negocio familiar de la calle Ondarroa hasta las cinco de la mañana, a pesar de que los conciertos comienzan a medianoche y no duran más de tres horas.
En la zona del metro de Santutxu varios dueños de bares afirman que no hicieron mucha caja porque el público joven prefiere hacer botellón, pero se muestran favorables a que los conciertos sean en el barrio. “Ya podrían haber traído a Alaska y Mario”, bromea Ramón, del bar El Borriquito.
Los cambios más obvios de paisaje, aparte del césped seco frente al escenario y las vallas que lo rodean, son la desaparición de los coloridos parterres de flores y los estanques vacíos de agua y aves, trasladadas por el consistorio a Zaratamo para ser devueltos al término de la Semana Grande. A pesar de ello, ayer por la mañana los vecinos paseaban como de costumbre. Salvo algún cristal roto, el parque tenía buena cara.
El miércoles y el jueves el tono electrónico lo pusieron Zombie Kids y los DJs de la Aste Nagusi Dance. Anoche fue el turno de la Pegatina y hoy cerrará el ciclo — acortado este año a cuatro espectáculos por falta de presupuesto — la boy band Auryn.
La canción "Non è facile", del último álbum de los catalanes La Pegatina