Sindicatos y familias rechazan que se separen los alumnos con malas notas

La Fundación Bofill aplaude la medida, pero la ve inútil contra el fracaso escolar

La decisión de separar los alumnos de primero de ESO que van más rezagados divide y causa polémica entre la comunidad educativa. Mientras los sindicatos y las familias rechazan la segregación, la Fundación Jaume Bofill destaca que hay experiencias exitosas en este sentido.

La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, anunció el jueves el Plan Intensivo de Mejora (PIM) que permite a los institutos separar a los alumnos según su nivel en las asignaturas de matemáticas y lenguas. Si los centros...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La decisión de separar los alumnos de primero de ESO que van más rezagados divide y causa polémica entre la comunidad educativa. Mientras los sindicatos y las familias rechazan la segregación, la Fundación Jaume Bofill destaca que hay experiencias exitosas en este sentido.

La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, anunció el jueves el Plan Intensivo de Mejora (PIM) que permite a los institutos separar a los alumnos según su nivel en las asignaturas de matemáticas y lenguas. Si los centros no quieren acogerse a esta medida, también se les da la posibilidad de que los alumnos rezagados cursen los refuerzos mientras sus compañeros asisten a las asignaturas optativas. El resto de materias las harán todos los alumnos juntos. “Una cosa es un refuerzo específico y otra es separarlos en horario lectivo”, criticó Álex Castillo, presidente de la Fapac.

Los refuerzos y desdoblamientos, con múltiples formas, existen desde hace años, pero ahora la Generalitat ha decidido organizarlo bajo el paraguas del PIM. “Poner a los rezagados todos juntos es la peor fórmula”, criticó Rosa Cañadell, la portavoz del sindicato USTEC, Rosa Cañadell, quien censuró que no se aumenten las plantillas para hacer estos refuerzos. Cañadell coindice con Irene Balaguer, presidenta de la asociación de profesores Rosa Sensat, en que el mejor método es crear grupos pequeños y heterogéneos, que mezclen alumnos de diferentes niveles. “Toda separación comporta estigmatización”, espetó Balaguer.

La Fundación Bofill, en cambio, lo ve positivo. “La separación se da en unas asignaturas. Los centros que lo hacen obtienen buenos resultados”, valora su presidente Ismael Palacín. Pero alerta. “La medida no resolverá el fracaso escolar. En un año los niños no superarán los problemas que arrastran de primaria”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En