El exedil de Urbanismo de Reus culpa de los pagos irregulares al alcalde la ciudad

Bergadà, regidor de ERC en el pasado mandato, entregó tres facturas entre mayo del 2008 y abril del 2011 por valor de 70.000 euros en concepto de asesoramiento a Tecnoparc

El exedil de Urbanismo de Reus (Baix Camp), Jordi Bergadà, imputado por el presunto cobro de facturas irregulares de una empresa participada por el Ayuntamiento, sostiene que facturó los pagos a raíz de un “contrato verbal” con el entonces alcalde de la ciudad, Lluís Miquel Pérez (PSC). Bergadà, quien fue regidor de ERC en el pasado mandato y es arquitecto de profesión, entregó tres facturas entre mayo del 2008 y abril del 2011 por valor de 70.000 euros en concepto de asesoramiento a Tecnoparc, un parque tecnológico participado por el Consistorio, la Cámara de Comercio de Reus y la Universidad...

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El exedil de Urbanismo de Reus (Baix Camp), Jordi Bergadà, imputado por el presunto cobro de facturas irregulares de una empresa participada por el Ayuntamiento, sostiene que facturó los pagos a raíz de un “contrato verbal” con el entonces alcalde de la ciudad, Lluís Miquel Pérez (PSC). Bergadà, quien fue regidor de ERC en el pasado mandato y es arquitecto de profesión, entregó tres facturas entre mayo del 2008 y abril del 2011 por valor de 70.000 euros en concepto de asesoramiento a Tecnoparc, un parque tecnológico participado por el Consistorio, la Cámara de Comercio de Reus y la Universidad Rovira y Virgili. De estas, llegó a cobrar 38.950 euros porque la última factura, de 30.680 euros, no le fue abonada, a pesar de reclamarla.

Afirmó Bergadà no haberse presentado a ningún proceso de selección para acceder al puesto

El exedil declaró este viernes en el Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad, que ha abierto diligencias tras una denuncia del partido Ara Reus, y afirmó que fue el exalcalde quien le pidió a mediados del 2007 que trabajase para Tecnoparc en calidad de arquitecto, aunque los regidores no podían prestar servicios profesionales a empresas del Ayuntamiento. “Era una petición verbal, no hay contrato”, explicó Bergadà, asegurando además que el siguiente presidente de Tecnoparc, Àngel Cunillera, también imputado por cobrar 90.000 euros, le instó a continuar con los trabajos, centrados en asesoramiento de arquitectura y urbanismo. “En el contrato verbal se hizo referencia a los honorarios, sin cerrarlo, los baremos de retribuciones eran con referencia a los que tenía el colegio de arquitectos, que aunque habían sido derogados por ley, como referencia existían”, expresó el exedil ante la juez.

También afirmó Bergadà no haberse presentado a ningún proceso de selección para acceder al puesto. Además, el exedil admitió no detallar en ninguna de las facturas “los servicios concretos”, así como tampoco adjuntó “memorias” o “resúmenes” de las labores realizadas, ni el número de reuniones y horas dedicadas porque nadie le pidió que presentara ningún documento justificativo. Esta versión choca con las explicaciones dadas en su momento tanto por ERC como por el propio exalcalde, quienes en un principio achacaron los pagos a un desplazamiento del 20% de la nómina de Bergadà a las empresas municipales. “Queríamos aligerar las cuentas del Consistorio y por eso derivamos parte de la nómina a las empresas, pero Bergadà no cobró de más, es desmesurado todo el escándalo. Reus tiene un Ayuntamiento con un mecanismo complejo”, zanjó Pérez cuando se hicieron públicas las facturas.

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