De profesión, concejal ‘fantasma’

El Ayuntamiento de Vitoria repite el nombramiento de la edil Encina Serrano Maroto forzó la toma de posesión hace cuatro días sin contar con la documentación necesaria

Vitoria -
La concejal Encina Serrano, en una imagen de archivo.L. RICO

Vitoria ha tenido una concejal fantasma durante cuatro días. El Ayuntamiento de la capital vasca renovó el pasado viernes, durante el pleno semanal, su equipo de gobierno, tras la marcha del concejal Fernando Aránguiz a la presidencia de la Caja Vital. Con esta baja, tocaba hacer modificaciones y convertir en concejal a Encina Serrano, hasta la fecha consejera delegada de Cultura. En las pasadas elecciones municipales fue en las listas del PP, pero no resultó elegida.

Serrano fue nombrada y to...

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Vitoria ha tenido una concejal fantasma durante cuatro días. El Ayuntamiento de la capital vasca renovó el pasado viernes, durante el pleno semanal, su equipo de gobierno, tras la marcha del concejal Fernando Aránguiz a la presidencia de la Caja Vital. Con esta baja, tocaba hacer modificaciones y convertir en concejal a Encina Serrano, hasta la fecha consejera delegada de Cultura. En las pasadas elecciones municipales fue en las listas del PP, pero no resultó elegida.

Serrano fue nombrada y tomó asiento con sus compañeros en el salón de plenos. Aparente normalidad. Pero hoy, cuatro días después y para sorpresa de todos, la responsable de Cultura volvía a ser nombrada en un pleno extraordinario que ha durado tan solo un minuto, sin medios de comunicación que lo presenciaran, y tras una Junta de Portavoces en la que la oposición ha mostrado su enfado. ¿Qué nombramiento vale? Y, por tanto, ¿cuál es el que sobraba?

La toma de posesión del cargo que Serrano realizó el viernes no fue más que una escenificación, ya que faltaba un documento de la Junta Electoral Central, que acreditara su nueva condición de concejal y que no llegó a tiempo. Lejos de aplazar el nombramiento, se siguió adelante con él por petición expresa del alcalde, Javier Maroto. La razón: la familia de Serrano había viajado desde Madrid para presenciar tal momento.

Para que su viaje no fuera en vano, Maroto forzó el nombramiento de la supuesta concejal de Cultura, pese a saberse que no sería válido. A sabiendas del equilibrismo, Serrano, conocida por varias generaciones por haber sustituido las carrozas de la cabalgata de Reyes por camellos, no participó en el resto del pleno ni en las votaciones. Es más, su voto hubiera sido, en la práctica, igual de válido que el de cualquier ciudadano que se hubiese colado en el salón de plenos. Y hubiese supuesto la anulación de los acuerdos adoptados en dicho pleno, entre ellos el nombramiento del Síndico de la ciudad. Ninguno de los grupos de la oposición se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo hasta que esta mañana se ha convocado la Junta de Portavoces extraordinaria.

Hoy se conocía también que, precisamente por este defecto de forma intencionado, la secretaria general del pleno, Idoia Martínez Peñalba, encargada del cumplimiento de la normativa, no dio el visto bueno al nombramiento y se ausentó del salón de plenos en el momento de nombramiento de Serrano, tal y como han explicado los medios de comunicación locales.

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