Multiplicación de robos en depósitos

Los cacos han identificado un agujero excepcional que les permite adquirir alijos de droga sin tener que negociar con narcotraficantes colombianos o marroquíes: los depósitos de droga de la policía y la Guardia Civil. Y en Andalucía esta carencia se ha aprovechado en cuatro ocasiones desde 2008.

Los golpes han disfrutado de un relativo éxito, ya que tres de ellos carecen de detenidos por el momento. En total han desaparecido ya 774 kilos de droga de los depósitos oficiales de Sevilla, Málaga ...

Los cacos han identificado un agujero excepcional que les permite adquirir alijos de droga sin tener que negociar con narcotraficantes colombianos o marroquíes: los depósitos de droga de la policía y la Guardia Civil. Y en Andalucía esta carencia se ha aprovechado en cuatro ocasiones desde 2008.

Los golpes han disfrutado de un relativo éxito, ya que tres de ellos carecen de detenidos por el momento. En total han desaparecido ya 774 kilos de droga de los depósitos oficiales de Sevilla, Málaga y Cádiz. Ningún alijo ha sido recuperado. Hace cuatro años desaparecieron 154 kilos de heroína y cocaína de los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla. El expolicía de la Udyco Lars Sepúlveda resultó acusado de haber sustraído en su mochila la droga durante diferentes fines de semana. Sepúlveda permanece en prisión preventiva junto a un cómplice, pero la droga no pudo ser localizada y el desprestigio  para el cuerpo por tener una oveja negra de tal calibre, fue enorme.

Las autoridades sevillanas se enfrentaron al mismo agrio sabor de boca cuando trascendió el robo de 30 kilos de cocaína y heroína en el Instituto Nacional de Toxicología, cuya investigación no ha registro detenciones. El proyecto de remodelación para el edificio donde custodiar la droga incautada podría estar listo en 2013, según fuentes de la Delegación del Gobierno.

Hace un año en Málaga una banda se hizo con 300 kilos de cocaína en depósitos judiciales. La Guardia Civil tardó 28 horas en percatarse del robo a 432 metros de su puesto de vigilancia. Durante años los agentes se han quejado en voz baja de la falta de seguridad de las instalaciones, especialmente a lo largo de la costa gaditana. Estas quejas llegaron a oídos de los narcos y han actuado en consecuencia.