CC OO denuncia que la crisis deja sin papeles a los hijos de los inmigrantes

Los inmigrantes son los que más están sufriendo los estragos de la crisis, los que más paro registran y los que trabajan en peores condiciones. Y la situación no solo afecta a los adultos. El sindicato CC OO alerta de que la falta de trabajo está provocando que muchos inmigrantes pierdan el permiso de residencia y que, en consecuencia, lo pierdan también sus hijos. “Para los niños, no tener permiso de residencia significa no tener papeles y aboca a no poder trabajar en el futuro, o no poder acceder, por ejemplo a guarderías, a la Universidad o la formación profesional, que son estudios no obli...

Los inmigrantes son los que más están sufriendo los estragos de la crisis, los que más paro registran y los que trabajan en peores condiciones. Y la situación no solo afecta a los adultos. El sindicato CC OO alerta de que la falta de trabajo está provocando que muchos inmigrantes pierdan el permiso de residencia y que, en consecuencia, lo pierdan también sus hijos. “Para los niños, no tener permiso de residencia significa no tener papeles y aboca a no poder trabajar en el futuro, o no poder acceder, por ejemplo a guarderías, a la Universidad o la formación profesional, que son estudios no obligatorios”, según el secretario de inmigración de CC OO, Ghassan Saliba. “Se están creando las condiciones para que se produzcan estallidos sociales”, advirtió durante la presentación de un informe sobre la situación laboral de la población extranjera en Cataluña.

Saliba asegura que la pérdida masiva de permisos de residencia comenzó en 2011, aunque no puede cuantificar el fenómeno porque, sostiene, la Oficina de Extranjería de la Delegación del Gobierno no facilita las cifras. De ahí que tampoco conozca datos de la bolsa de menores que se están quedando en situación irregular. De acuerdo con el reglamento de Extranjería, elaborado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, no se renueva el permiso de residencia a los inmigrantes que no tienen trabajo o no han cotizado en el último año o en los seis últimos meses, según si el permiso es para uno o dos años. En este caso, la no renovación del permiso arrastra automáticamente a los hijos, que también lo pierden. En el caso de inmigrantes que están en paro o cobrando algún subsidio, sí se renueva la residencia, pero la Administración considera que no cobran suficiente para mantener a sus hijos y no les renueva el permiso a estos.

La normativa no es nueva, explica Saliba. Pero si hasta la llegada del PP al Gobierno se aplicaba “con cierta flexibilidad”, el actual Ejecutivo exige los ingresos mínimos (800 euros si se tiene un hijo, 1.050 si se tienen dos y 1.300 si se tienen tres) para renovar la residencia de los hijos. La pérdida del permiso de residencia afecta sobre todo a menores de familias de origen marroquí o de Latinoamérica, explica Saliba.

La llegada del PP al poder ha supuesto un endurecimiento de la normativa

Entre los datos del estudio de CC OO sobre la situación laboral de los extranjeros hoy, destaca el hecho de que por primera vez en una década han caído las nacionalizaciones. De las 29.150 personas que obtuvieron la nacionalidad española en 2010 se pasó a 28.603 en 2011. La diferencia no es exagerada, pero sí es sintomático que las nacionalizaciones caigan tras una década entera aumentando, subraya el sociólogo y autor del estudio, Daniel Garrell. El descenso de nacionalizaciones se da sobre todo entre los inmigrantes de origen latinoamericano, apunta. Este colectivo representa el 70% de los extranjeros que obtienen la nacionalidad española.

Garrell explica que este fenómeno se explica por varios factores: desde el número de inmigrantes que regresan a sus países de origen y el de los que no logran la renovación del permiso de residencia, lo que congela el proceso de obtención de la nacionalidad española, hasta el hecho de que no llegue nueva población inmigrante.

El informe de CC OO pone de manifiesto que la situación laboral de los inmigrantes es la peor en un mar de datos negativos. Para empezar, en los últimos tres años la población extranjera en edad de trabajar ha caído un 8,3%, descenso que se explica por el regreso a los países de origen. Pero es que, además, durante estos tres años la población de origen inmigrante ocupada ha caído un 28% y la parada ha crecido un 64%. Otro de los datos que revela el estudio es que la pérdida de población activa extranjera afecta también a las mujeres.