Fabra escenifica la unidad del PP en una cita sin iniciativas políticas

El jefe del Consell almuerza con los ‘barones’ de su partido y exige austeridad

Alberto Fabra, en el centro, acompañado por Castellano, Rus, Moliner y Ciscar, de izquierda a derecha, ayer antes del almuerzo.JOSÉ JORDÁN

El presidente de los populares valencianos, Alberto Fabra, quiso escenificar ayer la unidad de su partido en los primeros compases de un curso que se prevé plagado de tensiones sociales.

Fabra reunió en un largo almuerzo a los presidentes provinciales del PP —José Ciscar, Alfonso Rus y Javier Moliner— con sus respectivos secretarios —José Juan Zaplana, Vicente Betoret e Isabel Bonig— y al secretario regional del partido Serafín Castellano.

Si el objetivo de Fabra era conseguir un ambiente distendido y que los barones del PP, y los secretarios que llevan el día a día del partido, ...

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El presidente de los populares valencianos, Alberto Fabra, quiso escenificar ayer la unidad de su partido en los primeros compases de un curso que se prevé plagado de tensiones sociales.

Fabra reunió en un largo almuerzo a los presidentes provinciales del PP —José Ciscar, Alfonso Rus y Javier Moliner— con sus respectivos secretarios —José Juan Zaplana, Vicente Betoret e Isabel Bonig— y al secretario regional del partido Serafín Castellano.

Si el objetivo de Fabra era conseguir un ambiente distendido y que los barones del PP, y los secretarios que llevan el día a día del partido, confraternizasen, lo consiguió. Pero fracasó si alguien pensó que abordaría los principales problemas a los que tiene que hacer frente el PP con la crisis económica y los casos de corrupción.

Según fuentes conocedoras del encuentro, Fabra trasladó a sus interlocutores que la prioridad sigue siendo la situación económica. Una situación que se mueve sobre dos ejes de gran inestabilidad: por un lado la absoluta dependencia financiera que tiene el Consell de las líneas de crédito del Gobierno central, y por otro, las enormes dificultades que tendrá para recortar aún más el presupuesto de la Generalitat de 2013 sin arriesgarse a un incremento de la conflictividad.

En este contexto, el jefe del Consell y del PP regional pidió a sus barones que se esfuercen por mantener el partido unido ante las tensiones sociales y que intenten transmitir una imagen de austeridad.

Una cuestión difícil en las provincias de Valencia y Alicante. En la primera, el secretario regional y consejero de Gobernación, Serafín Castellano, mantiene una guerra soterrada en las comarcas con el presidente provincial y de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. En Alicante, Ciscar se ha propuesto acabar con las tribus rebeldes que sobreviven en municipios importantes como Alcoi, Xàbia o Elche.

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Durante el almuerzo, que se celebró en un restaurante del centro histórico de Valencia y cada uno pagó su menú (inferior a los 20 euros que ha fijado Fabra de tope a sus altos cargos), el presidente de la Generalitat no abordó ni los escándalos judiciales que azotan al PP —y que, previsiblemente, le obligarán a remodelar la dirección del grupo parlamentario en las Cortes— ni planteó ninguna iniciativa política novedosa para intentar capear la crisis.

En el almuerzo si se conversó sobre la tradicional cena de inicio de curso político, que tendrá lugar el próximo viernes en Gandia, y a la que asistirá la secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal. Un encuentro en el que se intentará minimizar la ausencia de Mariano Rajoy, que desde que es presidente del Gobierno, no ha visitado la Comunidad Valenciana, antaño modelo de referencia para el PP.

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