El Prat evita el caos en agosto pese al cierre de una empresa de ‘handling’
Newco deja de operar en el aeropuerto sin consecuencias, tras intermediar las Administraciones Dos compañías, Flightcare y Groundforce, absorben la carga de trabajo y la plantilla
Newco, la que fuera compañía de servicio de equipajes de Spanair, dejó el domingo de operar en el aeropuerto de El Prat. La presión de Administraciones y sindicatos para realizar un cierre ordenado y garantizar los empleos evitó que uno de los mejores meses de la historia del aeropuerto barcelonés en volumen de pasajeros acabara en caos. Ese era un escenario que no descartaban del todo los responsables de AENA, más cuando la compañía comunicó el pasado 31 de julio la necesidad de echar el cierre ante la incap...
Newco, la que fuera compañía de servicio de equipajes de Spanair, dejó el domingo de operar en el aeropuerto de El Prat. La presión de Administraciones y sindicatos para realizar un cierre ordenado y garantizar los empleos evitó que uno de los mejores meses de la historia del aeropuerto barcelonés en volumen de pasajeros acabara en caos. Ese era un escenario que no descartaban del todo los responsables de AENA, más cuando la compañía comunicó el pasado 31 de julio la necesidad de echar el cierre ante la incapacidad de afrontar sus pagos.
La compañía presentó concurso de acreedores antes del abrupto cese de operaciones de Spanair de finales del pasado mes de enero. Sin embargo, la pérdida de su principal cliente agravó su situación, hasta el punto de presentar un expediente de regulación de empleo para despedir a 1.150 personas a principios de febrero. Desde febrero Newco daba servicio a compañías con tráfico menor en Barcelona, como la rusa Transaero (52.000 pasajeros en julio en El Prat), Germanwings (31.000), la irlandesa Airlingus (28.000) y Austrian Airlines (29.000).
Los administradores concursales ya habían mostrado su decisión de no mantenerla operativa más allá del mes de septiembre. El 31 de julio, no obstante, la dirección comunicó su intención de no continuar. Solo la presión de las Administraciones para que el cese de actividad no afectara al aeropuerto permitió un acuerdo que previsiblemente se firmará hoy, si bien su actividad ya ha sido absorbida por otros operadores.
El administrador decidió cerrar tras fracasar la venta a un grupo turco
Las otras dos compañías de servicios aeroportuarios —prestan tanto atención a pasajeros en el interior de las instalaciones como a los aviones en la zona de rodadura— que tienen licencias para operar en El Prat, Groundforce y Flightcare, absorberán la capacidad de Newco y el grueso de los 250 operarios que la compañía mantenía en Barcelona. De estos, los 120 eventuales mantendrán su empleo hasta que expire su contrato, tras lo cual se incorporarán a la bolsa de temporales a la espera de la compañía tenga necesidad de contratarlos. El acuerdo definitivo se alcanzó con los sindicatos en el último momento, durante la madrugada del sábado, según explicó ayer el delegado de CC OO en la compañía, Jorge Gómez, quien lamentaba que, de momento, no se había podido garantizar el empleo de cinco personas, si bien albergaba esperanzas de conseguirlo en los próximos días.
En sus últimos meses, Newco ha mantenido una historia paralela a la que tuvo Spanair, en la que se ha repetido la intención de venta por parte de sus propietarios para garantizar su viabilidad. El grupo turco Celevi se convirtió en el principal candidato para adquirirla, pero su retirada de las negociaciones abocó al cese de operaciones que se produjo finalmente el domingo, tanto en Barcelona como en los otros tres aeropuertos donde trabajaba: Vigo, Oviedo y Santiago. En esas instalaciones daba trabajo a unas 60 personas.
El convenio del sector de servicios de tierra garantiza a los trabajadores que mantengan los puestos de empleo y las mismas condiciones salariales y de vacaciones en caso de subrogación del contrato. Los pocos elementos que les podrán modificar sus nuevas compañías serán los turnos de trabajo.
Tras el cierre de Newco, AENA deberá decidir si saca a concurso una nueva licencia de handling en El Prat. En 2006 decidió no renovar la que operaba Iberia en Barcelona, lo que desembocó en una huelga salvaje de su plantilla, que acabó ocupando las pistas.