Barbate se agarra a las redes

La reapertura temporal del caladero del boquerón alivia la ruina del pueblo

Dos pescadores arreglan sus redes en Barbate.Román Ríos

Los barcos de Barbate, y el resto de la flota que faena en el golfo de Cádiz, podrán pescar boquerones hasta finales de agosto. La indignación que la medida había causado entre los marineros ha llevado a reaccionar al Gobierno que, tras negociar con Portugal, como habían exigido los afectados, ha logrado que el país vecino ceda 500 toneladas de su cuota a España. El alcalde de Barbate, Rafael Quirós, respira: “[Miguel Arias] Cañete se ha puesto las pilas”. P...

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Los barcos de Barbate, y el resto de la flota que faena en el golfo de Cádiz, podrán pescar boquerones hasta finales de agosto. La indignación que la medida había causado entre los marineros ha llevado a reaccionar al Gobierno que, tras negociar con Portugal, como habían exigido los afectados, ha logrado que el país vecino ceda 500 toneladas de su cuota a España. El alcalde de Barbate, Rafael Quirós, respira: “[Miguel Arias] Cañete se ha puesto las pilas”. Portugal incluso podría ceder más cuota, aunque parte de estas toneladas ya están consumidas: por la sobrepesca registrada hasta el 15 de agosto, y por las toneladas sobrepasadas en 2011.

La medida es un alivio para el pueblo, para sus 23.000 habitantes y, sobre todo, para las 500 familias que dependen de la pesca entre pescadores, armadores, personal de lonja, de la fábrica de hielo, camioneros o exportadores. Pero el del boquerón no es el único golpe que han tenido que encajar los barbateños en los últimos tiempos. La semana pasada la lonja se declaró en quiebra. En diciembre, los marineros supieron que el acuerdo pesquero con Marruecos no se reanudaría. Los pescadores prejubilados han protagonizado encierros este año por el retraso en el cobro de sus pensiones. También los empleados municipales sufren atrasos en sus salarios. El Ayuntamiento, desde hace años, no tiene derecho a las Participaciones en los Ingresos del Estado (PIE) por sus deudas con la Seguridad Social y Hacienda. Un rosario de malas noticias que minan cualquier atisbo de optimismo.

Pese a todas las desgracias, los barbateños se empeñan en sacudirse la imagen de pueblo marcado por el paro, el declive económico o la droga. Hasta tal punto llega a preocupar, que organizaciones locales como la Asociación de Amigos Solidarios por Barbate celebraron, hace sólo una semana, una velada festiva bajo el lema “Por la imagen de nuestro pueblo. Siéntete orgulloso de ser barbateño”. La idea no es nueva. Hace seis años el Ayuntamiento lanzó la campaña “Barbate, la mar de buena gente”, para contrarrestar el efecto de las muchas noticias sobre narcotráfico que tenían al municipio como escenario. Desde entonces los casos de tráfico de drogas han descendido: “Aquí ahora no hay nada. Hay un radar que todo lo que quiere entrar lo detecta”, sentencia Manuel Ponce, presidente de la Asociación de Amigos Solidarios.

Sin embargo, las organizaciones antidroga advierten: el paro y la falta de oportunidades está empujando a mucha gente desesperada a volver a traficar, e incluso a recuperar costumbre perdidas casi desde los años 80, como la de bajarse al moro, es decir, viajar a Marruecos desde Tarifa o Algeciras para introducir hachís en España. Francisco Mena, presidente de la federación antidroga Nexos, no habla exclusivamente de Barbate, pero pone a la población de ejemplo: "Estas localidades con altos índices de paro son un caldo de cultivo para jóvenes que caen en la tentación y que, si tuvieran oportunidades laborales, no lo harían". Sorprendentemente, el número de desempleados en Barbate ha disminuido en los últimos siete meses. De los 5.000 registrados en diciembre de 2011, a los 4.098 de la última estadística. Con todo, sigue siendo una tasa muy alta, en torno al 30%. En la última década, el sector pesquero ha perdido la mitad de los empleos. Por eso los marineros son los más pesimistas. Al patrón mayor de la cofradía de pescadores le cuesta hasta pensar en el futuro: "No sé qué va a pasar con los barcos en Barbate. A lo mejor no tengo que ser yo el que hable de lo que ocurra porque ya no estoy aquí. A lo mejor no quedamos ninguno", se resigna Ambrosio Ruiz.

Para evitar la condena que sufre el pueblo cada vez que la pesca tiene un revés, el municipio lleva años a la busca de la diversificación. Pero las cosas sólo están saliendo a medias. El polígono industrial está empezando a funcionar, con industrias conserveras y una fábrica de lámparas led basada en la innovación y que da trabajo a 60 personas. El turismo sigue un desarrollo tímido; y la acuicultura, aunque ha experimentado un importante impulso, no ha desplegado aún todo su potencial.

Cada vez que Barbate da un paso adelante, cada vez que toma la iniciativa para sacudirse el pasado, la realidad le impone una nueva penitencia. Quizás por eso, por su carácter casi trágico, una productora ha elegido el pueblo como escenario para un proyecto televisivo que toma la realidad de sus habitantes como argumento, sus problemas y su lucha por salir de ellos como trama. Es el planteamiento de la obra, pero el final no está todavía escrito. Los barbateños se empeñan en que el final sea feliz. El tiempo dirá si triunfan.

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“No queremos que nos tomen el pelo, nos sentimos estafados”

El alcalde de Barbate, Rafael Quirós (PSOE), no quiere renunciar al optimismo. Considera que su papel es mantener el ánimo para dar ejemplo a los vecinos. Pero para aguantar el tipo exige ayuda del resto de administraciones: “A veces nos sentimos estafados”.

Pregunta. Barbate ha dependido tradicionalmente de la pesca, ¿tiene futuro?

Respuesta. Nuestro futuro está en Marruecos. El sector se llevó un revés muy grande cuando no se renovó el acuerdo. Era justo cuando los armadores se estaban recuperando de las deudas, de las inversiones; no se lo esperaban. Y además hay que hacer un plan de pesca viable para los próximos años en el caladero del golfo de Cádiz, un plan que se pueda cumplir para que los pescadores sepan a qué atenerse.

P. ¿Cómo se encuentra el resto de la economía del pueblo?

R. Estamos mal, pero no es tanto por la crisis. Tenemos paro, pero sólo 1.000 desempleados más que en 2007. Somos gente luchadora y vamos a seguir trabajando. Eso sí, no queremos que nos tomen el pelo ni se rían de nosotros, que no nos sintamos estafados por las administraciones. Las administraciones tienen que arrimar el hombro.

P. ¿Qué vías de desarrollo puede encontrar Barbate?

R. Estamos logrando diversificar la economía. Pero surgen algunos problemas. Por ejemplo, tenemos tres piscinas ubicadas en las almadrabas que han logrado producir 800 toneladas de atún, y la piscifactoría de Barbate emplea a 100 personas. Sin embargo, nuestros amigos militares han impedido que aprovechemos unas 20 hectáreas para la instalación de una piscina de engorde de lenguados que supondría otros 100 empleos. Y algunos proyectos turísticos están bloqueados por la administración. No es de recibo que un plan general tarde 12 años en salir adelante.

P. Los empleados municipales han protagonizado durante este año huelgas y manifestaciones por los retrasos en sus nóminas. ¿Se han puesto al día?

R. Debemos aún parte de la extra y un 15% del salario de julio. Además, estamos trabajando con los sindicatos para aligerar la nómina del Ayuntamiento. Nos hemos esforzado y hemos logrado reducirla en un 20%, lo que nos va a facilitar algo los pagos.

P. ¿Le preocupa la sucesión de noticias negativas que acumula Barbate, el efecto que pueda tener sobre su imagen?

R. Lo que tenemos que hacer es más trabajar y menos vacaciones, menos quejarnos. No nos tenemos que justificar ante nadie, somos gente con futuro. Si sacan noticias negativas, habrá que demostrar lo contrario: que el que venga a visitarnos se vaya encantado, porque también tenemos que cuidar nuestro turismo.

P. ¿Se arrepiente de haberse presentado a la reelección en las últimas municipales?

R. Todas las noches. Pero cuando me levanto por las mañanas tengo más ganas de trabajar. Es complicado ver lo mal que lo pasa la gente, que no tiene ni para el bocadillo del niño. Pero cuando uno es alcalde tiene que asumir el liderazgo y la responsabilidad. Si la gente te ve bajo, se derrumba. Así que a trabajar, a aprender, y a mirar la parte positiva de todo lo que nos ocurre. Estoy aquí porque es mi responsabilidad, no necesito ser alcalde para vivir.

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