Uno de los detenidos por agresiones el 29-M fue condenado por ‘kale borroka’
De los dos ‘ertzainas’ que resultaron heridos, uno sigue de baja laboral
La Ertzaintza detuvo ayer en Bilbao a cuatro personas por su presunta implicación en la agresión a dos agentes de la Policía vasca registrada durante la huelga general del pasado 29 de marzo. Uno de los arrestados ya había sido condenado en 2003 a siete años de prisión por quemar un autobús en la capital vizcaína, según informó el departamento vasco de Interior. Se trata de un hombre de 31 años, del que no se facilitó la identidad.
Además de al varón con antecedentes por...
La Ertzaintza detuvo ayer en Bilbao a cuatro personas por su presunta implicación en la agresión a dos agentes de la Policía vasca registrada durante la huelga general del pasado 29 de marzo. Uno de los arrestados ya había sido condenado en 2003 a siete años de prisión por quemar un autobús en la capital vizcaína, según informó el departamento vasco de Interior. Se trata de un hombre de 31 años, del que no se facilitó la identidad.
Además de al varón con antecedentes por kale borroka, la Ertzaintza detuvo ayer a otros dos jóvenes, de 21 y 24 años, así como a una menor, de 17, por su presunta implicación en la paliza que sufrieron dos agentes, uno de los cuales sigue de baja como consecuencia de una fisura en el cráneo. Ambos ertzainas realizaban labores de custodia en los juzgados de Bilbao cuando fueron víctimas de una emboscada.
A los detenidos se les imputan los supuestos delitos de lesiones, atentado contra la autoridad y desórdenes públicos. El ataque, según informó Interior en su momento, se produjo en torno al mediodía, cuando un grupo de encapuchados intentaba realizar pintadas en la fachada de la sede judicial, situada en la calle Buenos Aires, al tiempo que lanzaron seis botes de humo en el interior de la misma.
Los dos ertzainas que estaban de vigilancia en las dependencias judiciales salieron entonces en persecución de los encapuchados, logrando alcanzar a uno de ellos a la altura de la calle Muelle de Ripa. Cuando trataban de reducirle para detenerle, media docena de encapuchados les agredieron con puñetazos y el lanzamiento de piedras y otros objetos contundentes.
Uno de los policías quedó inconsciente en el suelo y su compañero conmocionado, mientras que el agresor al que habían reducido logró escapar. Como consecuencia de la agresión, uno de los agentes sufrió una fisura en el hueso occipital y sigue de baja; el otro padeció politraumatismos y se reincorporó al trabajo semanas después.