El sector turístico pierde 338.000 viajeros en los últimos tres años

La estancia media de los visitantes se alarga un poco y amortigua la caída de ingresos Benidorm se consolida como capital turística con el 43% del total de pernoctaciones

Una vista de la playa de Benidorm.rosa fuster

El sector turístico valenciano se ha cansado de proclamarlo cuando se le pregunta en los últimos años: no es una isla en el desierto de la crisis económica y no todo va bien, ni es el motor de la economía por mucho que no haya vivido la hecatombe de otros sectores. Y los datos entre 2008 y 2011 dan cuerpo a estas afirmaciones: los establecimientos hoteleros de la Comunidad Valenciana han perdido 338.100 viajeros en los últimos tres años, según la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE). Dicho de otra forma, desde el inicio de la crisis la cifra de viajeros en...

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El sector turístico valenciano se ha cansado de proclamarlo cuando se le pregunta en los últimos años: no es una isla en el desierto de la crisis económica y no todo va bien, ni es el motor de la economía por mucho que no haya vivido la hecatombe de otros sectores. Y los datos entre 2008 y 2011 dan cuerpo a estas afirmaciones: los establecimientos hoteleros de la Comunidad Valenciana han perdido 338.100 viajeros en los últimos tres años, según la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE). Dicho de otra forma, desde el inicio de la crisis la cifra de viajeros en los establecimientos turísticos valencianos ha caído un 4,6%.

Este descenso se debe principalmente a la caída de los turistas extranjeros, mientras que el mercado doméstico, el mayoritario, aguantó mejor el chaparrón. Según el INE, de hecho, los viajeros extranjeros han disminuido en tres años un 7,1% mientras que el cliente español ha bajado un 3,4% en el citado periodo.

El impacto de la pérdida de viajeros se logró amortiguar en parte con una menor caída de las pernoctaciones (99.655 menos o lo que es lo mismo, un 0,4% menos). Dicho de otro modo, hubo menos clientes que permanecieron más tiempo: la estancia media pasó de 2,52 días a 3,37.

Y en un territorio tan dispar turísticamente como el valenciano, la pérdida de clientes hay que buscarla sobre todo en la provincia de Valencia. Pasada la Copa del América, en 2007 y 2008, que los hoteleros aseguran que tuvo un impacto positivo en sus negocios, la provincia ha perdido algo más del 10,2% de viajeros. La otra cara de la moneda es la provincia de Castellón, que ha logrado incrementar en casi un 1% el número de clientes que se alojan en sus establecimientos hoteleros —consideración que tienen desde los hoteles a los apartahoteles o las pensiones— . En Alicante los establecimientos recibieron un 1,5% menos de viajeros, aunque en esta evolución hay una gran excepción: Benidorm.

 La capital valenciana del turismo lo es más desde hace tres años, pero además, sus cifras evolucionan de una manera distinta a la del resto de la Comunidad Valenciana. A finales del año pasado habían pasado por Benidorm el 25,2% de todos los viajeros registrados en la Comunidad Valenciana y la ciudad sumó el 43% del conjunto de pernoctaciones. Tres años antes estos porcentajes eran del 23,1% y del 42,9%, respectivamente. El INE también evidencia que Benidorm sigue siendo el punto turístico de España, del grupo con más pernoctaciones, con un grado de ocupación por plazas hoteleras mayor durante los fines de semana.

Los datos de la encuesta hotelera del INE evidencian que Benidorm registró en 2011 1.748.564 viajeros en sus establecimientos, cifra que supone un 3,8% más que tres años antes (un aumento en números absolutos de 64.592 visitantes). Las pernoctaciones, mientras, también registraron un retroceso, aunque algo menor, del 0,3% hasta situarse el año pasado en 10.495.788. La estancia media de los visitantes que llegan a Benidorm, contrariamente a lo que ha pasado en el conjunto de la Comunidad Valenciana, ha caído de 6,25 días a 6 días. En líneas generales, la estancia media de los viajeros ha crecido en los últimos tres años en las tres provincias.

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También el origen de los viajeros evolucionó de forma dispar: la cifra de llegados de otros puntos de España ha crecido con fuerza mientras que los procedentes del extranjero han disminuido. Las reservas de última hora del mercado nacional, que en los últimos años suponen la mayor incógnita para el sector, han terminado concretándose pese a los temores.

El mercado español es este año de nuevo la principal inquietud de los hoteleros de Benidorm, según aseguraba a mediados de mayo el presidente de la patronal Hosbec, Antoni Mayor. “La crisis no hace más que quitarle dinero del bolsillo”, contextualizó Mayor. Mientras, el mercado británico está insuflando optimismo a los hoteleros de Benidorm, al elevar sus reservas para la temporada de verano un 3%.

La evolución en el número de viajeros y de pernoctaciones, en líneas generales, evidencia que el sector turístico autonómico vivió sus horas más bajas en el año 2009. Benidorm no fue una excepción.

El sector ha sufrido una pérdida de rentabilidad. Todos sus responsables alertan de que la situación amenaza la viabilidad de muchos negocios. Pese a ello, el esfuerzo en precios ha evitado en muchos casos males mayores (aunque algunos como los dos hoteles Sidi, en Valencia y Alicante, tuvieron que bajar la persiana en 2011).

La Comunidad Valenciana tenía, a finales del año pasado, 120.294 plazas en los establecimientos hoteleros, cifra que supone un incremento de 739 en comparación con 2008, pese a la baja de 15 establecimientos. El dato ha caído bruscamente en un solo año, ya que en 2010 había 122.175 plazas estimadas por esta encuesta distribuidas por 1.001 establecimientos hoteleros. Al cierre del año pasado, había 996 establecimientos.

Pese a que el descenso en el número de establecimientos es pequeño, los negocios han reducido con más contundencia sus plantillas. Los establecimientos hoteleros valencianos empleaban a finales del año pasado a 14.622 personas, 2.353 menos que durante el primer año de la crisis, siempre según las mismas fuentes. Benidorm (que ha mantenido el número de establecimientos estimado) también ha reducido su plantilla de trabajadores, que ha pasado de 5.299 en 2008 a 4.945 el año pasado. Y en solo un año, la cifra de empleados en todo el sector turístico valenciano ha caído en 231 personas.

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