Luz verde para el Instituto de la Memoria
El debate se inicia con la oposición de PP y UPyD y la desconfianza ‘abertzale’
La creación del Instituto de la Memoria salvó ayer su primer trámite en el Parlamento con la toma en consideración de la proposición de ley que debe alumbrarlo. La fórmula se adoptó por agilidad y para evitar el protagonismo del Gobierno. El proyecto no tiene el respaldo ni del PP y UPyD, que se opusieron, ni de los parlamentarios ahora vinculados a la izquierda abertzale (Juan José Agirrezabala (EA) en Bildu y Amaiur, y Dani Maeztu (Aralar), en Amaiur y en la nueva marca para las elecciones autonómicas, que se abstuvieron.
Pese a ello, el compromiso de PNV y PSE-EE, de los tre...
La creación del Instituto de la Memoria salvó ayer su primer trámite en el Parlamento con la toma en consideración de la proposición de ley que debe alumbrarlo. La fórmula se adoptó por agilidad y para evitar el protagonismo del Gobierno. El proyecto no tiene el respaldo ni del PP y UPyD, que se opusieron, ni de los parlamentarios ahora vinculados a la izquierda abertzale (Juan José Agirrezabala (EA) en Bildu y Amaiur, y Dani Maeztu (Aralar), en Amaiur y en la nueva marca para las elecciones autonómicas, que se abstuvieron.
Pese a ello, el compromiso de PNV y PSE-EE, de los tres parlamentarios expulsados de Aralar, Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe, y del de Ezker Anitza, Mikel Arana, proporcionan a la iniciativa una mayoría holgada de 59 escaños sobre 75 que garantiza su llegada a buen término.
El PP y UPyD anclaron su oposición al nuevo organismo, que será el instrumento del Gobierno para las políticas de memoria, convivencia y derechos humanos, en que se ocupará, además del terrorismo, de la represión franquista y de la guerra civil, como sucesivas experiencias traumáticas vividas por la sociedad vasca en el último siglo. El portavoz del PP, Carlos Olazábal, aunque anunció que su grupo trabajará en la ponencia que estudie el texto, ve en él “confusión”. El parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ironizó sobre la inclusión también de las “guerras carlistas” y advirtió de que se “diluyen” los crímenes etarras, extremo que niegan los proponentes.