Las grandes azulejeras remontan tras los ajustes de personal
La crisis provoca un aumento de la concentración de empresas del sector cerámico La auditora KPMG detecta una vuelta a beneficios después de tres años de pérdidas
Las mayores empresas cerámicas de España cerraron con beneficios en 2010 después de tres años consecutivos de pérdidas y gracias a los ajustes realizados en años anteriores, sobre todo en personal. El informe anual que la auditora KPMG realiza sobre las 21 mayores firmas del sector, todas ellas ubicadas en Castellón, recoge que ese año obtuvieron 16,1 millones de beneficio frente a los casi 30 millones de pérdidas registradas el año anterior. Para Bernardo Vargas, socio de la auditora, esto supone “un claro cambio de tendencia porque las grandes azulejeras han ganado dinero cuando un año antes...
Las mayores empresas cerámicas de España cerraron con beneficios en 2010 después de tres años consecutivos de pérdidas y gracias a los ajustes realizados en años anteriores, sobre todo en personal. El informe anual que la auditora KPMG realiza sobre las 21 mayores firmas del sector, todas ellas ubicadas en Castellón, recoge que ese año obtuvieron 16,1 millones de beneficio frente a los casi 30 millones de pérdidas registradas el año anterior. Para Bernardo Vargas, socio de la auditora, esto supone “un claro cambio de tendencia porque las grandes azulejeras han ganado dinero cuando un año antes lo perdieron”. Atribuyó este cambio a los recortes en personal, principalmente, y a otros ajustes en el sistema productivo. No obstante, apuntó que siete de ellas acabaron con pérdidas, aunque fueron menores que en años anteriores.
El estudio refleja que durante 2010 estas marcas redujeron su personal en un 1,9% al pasar de 6.487 trabajadores a los 6.363 actuales. Vargas destacó que en los últimos cinco años el recorte en plantilla de las 21 principales firmas ha sido del 26%. “Ha habido un claro ajuste”, dijo. Según los datos que maneja la patronal cerámica Ascer, el sector ha perdido 8.000 puestos de trabajo en los últimos años, aunque en 2011 la destrucción tocó fondo.
Las principales firmas han tirado al 26% de su plantilla en cinco años
Según Juan Latorre, socio responsable de las oficinas de KPMG en Valencia y Alicante, “los ajustes han comenzado a dar frutos, aunque el sector financiero no ha ayudado”. El coste financiero se sitúa en el 4%, lo que quiere decir que de cada cien euros que vende el sector, cuatro se lo llevan los bancos. Tampoco se ha podido “atacar” el aumento de coste de la energía y de las materias primas.
En cuanto a las ventas, el sector aumentó sus exportaciones en un 4,4% en 2010 y, según los datos de Ascer, en 2011 volvió a crecer un 8,3%. Para los responsables de este informe esto significa que el sector “ha aprendido a vivir sin la construcción y lo está haciendo”. Bernardo Vargas destacó que en los últimos cinco años las ventas en el mercado nacional han caído en un 55%. “Hemos sido capaces de aguantar esto y la perspectiva es que caiga aún más”, apuntó. De hecho, el último balance de Ascer fijó en 700 millones de euros menos lo facturado en España.
Por otro lado, la crisis ha provocado una mayor concentración de empresas en el sector. Desde KPMG explicaron que inicialmente el peso de las 21 mayores empresas representaba el 30% del sector y ahora copan el 50,5%. Además, según el estudio, estas firmas facturaron 1.285 millones en 2010, lo que supone un 4,6% más que el año anterior. Por el contrario, la totalidad del sector vendió un 1,7% menos. “Las grandes han sido capaces de aumentar ventas y las de menor tamaño están sufriendo más porque no pueden hacer frente de la misma forma”, dijo Latorre.
El sector ha aprendido a vivir sin la construcción, según el informe
Según explicó, los datos evidencian que ya ha habido concentración y apuntó que “hay empresas pequeñas que están trabajando y facturando para las grandes, aunque continúen con su nombre”.
No obstante, si bien otros años recomendaban las fusiones o concentraciones en el sector para afrontar la crisis, ayer apuntaron a las exportaciones como la salvación. “Nos estamos acercando al modelo italiano, que se basa principalmente en las ventas al exterior”, dijo Vargas. Incluso pusieron en duda la opción de la deslocalización. “No se sabe si es necesario para la cerámica porque se ha visto que la exportación crece”, manifestó.