Dos mandos policiales ofrecen versiones contradictorias en el ‘caso Uxotegi’

Un subcomisario se desentiende de la actuación de sus agentes

La comisión de investigación sobre el caso Uxotegi, el inmueble ocupado por un grupo de jóvenes ligados a la izquierda abertzale el pasado septiembre en San Sebastián, debía recabar ayer dos testimonios importantes; el del subcomisario de la Guardia Urbana y la Oficial de Guardia del mismo cuerpo cuando sucedieron los hechos. Dos versiones con las que aclarar por qué la policía local de la ciudad redactó un informe de lo sucedido, identificó a algunos de los intervinientes y no practicó ninguna...

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La comisión de investigación sobre el caso Uxotegi, el inmueble ocupado por un grupo de jóvenes ligados a la izquierda abertzale el pasado septiembre en San Sebastián, debía recabar ayer dos testimonios importantes; el del subcomisario de la Guardia Urbana y la Oficial de Guardia del mismo cuerpo cuando sucedieron los hechos. Dos versiones con las que aclarar por qué la policía local de la ciudad redactó un informe de lo sucedido, identificó a algunos de los intervinientes y no practicó ninguna otra actuación, según se desprende del cruce de llamadas entre los agentes, a pesar de que la toma de la vivienda podría constituir un delito.

Cerca de cinco horas de testimonios para terminar en una contradicción. La Oficial de Guardia explicó ante los representantes de Bildu, PSE, PP y PNV que recibió órdenes para no actuar. El subcomisario, Joxe Anta, hizo lo propio pero para aclarar que no dio ninguna directriz, ni para intervenir, ni para no hacerlo, simplemente “tuvo conocimiento de los hechos”, apuntó, según fuentes de la comisión.

“Mandan los que están arriba, los que están ahora. Tenemos las manos atadas”. Anta justificó ante sus agentes con estas palabras la decisión de “identificar a Josetxo Ibazeta”, “cabecilla” de la ocupación, según el testimonio de los propios policías, y secretario del alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre. Una vez identificado al exconcejal de Euskal Herritarrok, los agentes debían “redactar un informe” y abandonar el lugar, siempre según el cruce de llamadas entre los distintos miembros de la Guardia Urbana. Un agente explica en una de las comunicaciones que las directrices las “manda Joxe Anta”.

Ambos testimonios, el de la Oficial de Guardia y el del subcomisario, plagado de acotaciones de carácter jurídico y técnico, según fuentes de la comisión, deberán ser contrastados con lo que declare en la próxima sesión el Comisario Jefe del cuerpo. El responsable, se supone, deberá dilucidar y explicar las órdenes que se reprodujeron en la cadena de mando de la policía donostiarra aquel 24 de septiembre.

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