El Consell depende del apoyo de Rajoy pero niega cualquier “rescate”

Buch dice que la Generalitat afronta vencimientos de deuda por 4.000 millones

Valencia -
El consejero Máximo Buch en la comisión de Economía de las Cortes.JORDI VICENT

Los vencimientos de deuda de la Generalitat en 2012 ascienden a unos 5.000 millones de euros, de los que quedan unos 4.000 millones por pagar o por renovar y, concretamente, 2.500 millones en el segundo semestre del año. Un panorama que el consejero de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch, declaró este martes que afronta “con tranquilidad” tras el apoyo logrado del Gobierno. La intervención del Gobierno de Mariano Rajoy, en efecto, ha dado tranquilidad a la Generalitat para el pago de sus deudas. Buch, ...

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Los vencimientos de deuda de la Generalitat en 2012 ascienden a unos 5.000 millones de euros, de los que quedan unos 4.000 millones por pagar o por renovar y, concretamente, 2.500 millones en el segundo semestre del año. Un panorama que el consejero de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch, declaró este martes que afronta “con tranquilidad” tras el apoyo logrado del Gobierno. La intervención del Gobierno de Mariano Rajoy, en efecto, ha dado tranquilidad a la Generalitat para el pago de sus deudas. Buch, como el diputado del PP Ricardo Costa, no quiso denominarlo un "rescate" y le cogió la palabra al diputado socialista Julián López Milla cuando señaló que, aunque la intervención de la Unión Europea en Grecia se ha presentado como un "apoyo financiero", no deja de ser un "rescate".

Ante la comisión de Economía de las Cortes Valencianas, Buch asumió una visión optimista del "apoyo financiero" del Gobierno que, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), facilita a la Generalitat más de 1.000 millones para hacer frente a sus vencimientos de deuda y también le presta dinero para pagar a los proveedores. A eso añadió las ventajas que aportará el nuevo "mecanismo de aval" de las emisiones de deuda de las comunidades autónomas por parte del Estado, que se espera para el segundo semestre de este año, y que hará irrelevante el rating de bono-basura otorgado a la Comunidad Valenciana por las agencias de calificación porque el nivel de referencia será el de España.

Buch insistió en la queja del Consell y del PP de que la Comunidad Valenciana sufre una financiación autonómica inferior a la media, lo que ha supuesto un mayor endeudamiento, pero añadió que es un problema que no puede resolverse “mañana”, dado que “si nos tienen que dar más a nosotros se lo tendrán que quitar a otros”. El consejero dijo que el Gobierno valenciano mantendrá su exigencia y añadió: “Algún día también tocará”. Lo que dio pie a la diputada de Compromís Mireria Mollà a acusar al PP y al Ejecutivo que preside Alberto Fabra de que “según el color político del Gobierno son más o menos contundentes en sus reivindicaciones”

“Que no nos pille la próxima crisis pagando las deudas de esta”

El consejero compareció para explicar cómo se resolvieron las dificultades que encontró a finales del año pasado el Consell para hacer frente al vencimiento de un préstamo del Deutsche Bank y a la renovación de la primera tanda de bonos patrióticos (o bonos minoristas) emitidos por la Generalitat después de que fracasara la tercera emisión de esos bonos, que apenas superó los 1.000 millones de euros cuando pretendía recaudar al menos 1.800 y no pudo, por tanto, cumplir el objetivo de renovación. Tuvo que intervenir entonces el Gobierno para negociar el retraso en el pago del vencimiento y, gracias a sus gestiones, tres entidades bancarias y el ICO facilitaron 580 millones que permitieron salir de una situación que Buch describió como "un problema puntual de liquidez".

"La situación actual es mucho mejor que hace seis meses", aseguró el consejero de Economía, que añadió que la Generalitat está "tomando medidas" para solucionar a medio y largo plazo "los problemas de liquidez". Explicó el consejero que, una vez reorganizada la deuda y situadas las cuentas de la Generalitat en la senda del cumplimiento de los objetivos de déficit, habrá que concentrarse en “relanzar nuestra economía”. En ese momento proclamó Buch algo que sonó a enmienda a la totalidad de la ejecutoria del PP al frente de la Generalitat: “No vamos a caer en la tentación de volver a endeudarnos en exceso”.

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El diputado socialista Julián López Milla fue más lejos al asegurar que el Consell debe “abandonar la idea de presupuestar con deuda”. El parlamentario repasó las cifras de la situación financiera de la Administración autonómica para concluir que hay que “renunciar de verdad a lo accesorio para dedicarse a lo importante y necesario”. Según López Milla, el Consell cifró en la emisión de bonos patrióticos la solución a sus problemas, como si se tratara de un nuevo “milagro de los panes y los peces”, “La estrategia de renovar y emitir no es válida”, advirtió, porque lo que ahora te prestan debes devolverlo. López Milla hizo votos para que, dado que el capitalismo es un sistema con crisis económicas de carácter cíclico, “cuando llegue la próxima crisis no nos pille todavía pagando las deudas que hemos generado en esta”.

El socialista, a quien Buch había lanzado una puya al señalar que tienen que cumplirse los compromisos de ajuste si se quiere lograr credibilidad en los mercados pero la izquierda es partidaria de más déficit, replicó que en lugar de aplazar la reivindicación de una financiación adecuada, “no habría estado mal” que la Generalitat hubiera planteado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que las comunidades autónomas mejor financiadas asumieran más rigor en los límites de déficit y las peor financiadas un margen más flexible”.

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