La fiscalía pide 17,8 millones a los anteriores consejeros de Alfageme

Promalar se quedó con 12 de los 35 millones de un crédito, según la acusación

Gustavo Lago, Juan Lago y José Álvarez, antiguos administradores de Alfageme, durante el juicio.LALO R. VILLAR

Por una administración de la conservera Alfageme que considera culpable, hasta abocarla al concurso de acreedores, la fiscalía pidió ayer para los anteriores consejeros de la conservera —Juan Lago y su hijo Gustavo, José Álvarez y las sociedades Arkiterra 2006, Cobreiro y Oremor Inversiones— una indemnización, solidariamente con Promalar, de 11,8 millones de euros más el pago de una deuda de seis millones, así como la pérdida para todos ellos de cualquier derecho que tuvieran como acreedores y su inhabilitación durante 10 años. La administración concursal de la conservera reclamó, en la vista ...

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Por una administración de la conservera Alfageme que considera culpable, hasta abocarla al concurso de acreedores, la fiscalía pidió ayer para los anteriores consejeros de la conservera —Juan Lago y su hijo Gustavo, José Álvarez y las sociedades Arkiterra 2006, Cobreiro y Oremor Inversiones— una indemnización, solidariamente con Promalar, de 11,8 millones de euros más el pago de una deuda de seis millones, así como la pérdida para todos ellos de cualquier derecho que tuvieran como acreedores y su inhabilitación durante 10 años. La administración concursal de la conservera reclamó, en la vista celebrada en un juzgado de lo Mercantil de Vigo, las mismas inhabilitación e indemnización de 11,8 millones, otra de dos millones a Gustavo Lago y, subsidiariamente, otra de 42,5 millones a Promalar. Las defensas solicitaron que el concurso de acreedores sea declarado fortuito.

El desembarco de Juan Lago en la conservera, en 2006, se produjo por la insistencia de Caixanova en que se hiciera cargo de la misma, según declaró ayer. “No me interesaba, no era mi negocio”, indicó Lago. Entonces su rumbo era el inmobiliario, a bordo de Promalar. En Caixanova le aseguraron que habría una financiación de 50 millones de euros —35 del Igape— para el comprador con el fin de dotar a Alfageme de liquidez. El despacho de Garrigues era el asesor de cabecera de los Lago.

Caixanova insistió a Juan Lago para que compara la conservera en 2006

Entre 2007 y 2008, prosiguió Juan Lago, personal de la empresa desarrolla un plan de viabilidad, junto con los bancos y el Igape —que en todo momento condiciona su ayuda a que haya paz social—, que pasa por el cierre de las fábricas de Vigo y O Grove y la reducción de la plantilla de 350 a 150 trabajadores. Los bancos —Popular, Galicia y Caixanova— suscribieron un crédito sindicado de 35 millones, pero los fondos, según Lago, no llegaban y Promalar tuvo que inyectar nueve millones en Alfageme para que siguiera produciendo.

El plan de viabilidad fracasó entre 2009 y 2010 por falta de financiación, según señalaron los Lago y Julio Mengual, que fue director de marketing de la conservera, y Carlos Monforte, uno de los peritos que prestó ayer declaración. Fechó la situación de insolvencia de la conservera a finales de 2009. Unos meses antes, en abril, cuando estaban en expectativa de recibir 15 millones, el Igape solo autorizó nueve, que se repartieron los bancos, la mitad, y los proveedores la otra mitad. Al no cumplirse el plan financiero, el de viabilidad se volvió papel mojado, según insistieron varios de los testigos.

Las defensas negaron cualquier intención especuladora en la compra
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La conservera hubiera podido acabar 2009 con beneficios (cinco millones) de haber reducido a la mitad los 20 millones que gastó en conseguir los 65 millones de ventas. Las defensas insistieron en sus conclusiones en que hoy la empresa podría “estar dando beneficios”. Pero la situación de insolvencia se hizo palmaria a finales de ese año, aunque uno de los administradores concursales, Luciano de Dios, la remontó a 2007.

Fue también la tesis del abogado de la acusación en sus conclusiones. En 2008 Alfageme perdió ocho millones, otros ocho en 2009 y 11 millones en 2010. Además, Promalar, la inmobiliaria de los Lago, se llevó unos 12 millones de los 35 financiados por el crédito sindicado y, según una auditoría que citó, otros 2,6 millones se esfumaron. “Compraron una empresa que estaba en pérdidas, la fagocitaron, e impidieron cobrar a los acreedores”, acusó el abogado, tras señalar la existencia de grupo y responsabilizar a Gustavo Lago y José Álvarez de la gestión de la conservera.

Las defensas negaron cualquier especulación en la compra de Alfageme y recordaron las aportaciones financieras de Promalar a la misma con el fin de “reflotarla”: 31 millones en 2006 en un préstamo participativo a Conservas Peña, que se fusionaría con Alfageme, y 17 millones en 2007 de una póliza de crédito.

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