Desplome brusco del consumo en unos meses
Un tercio de los bajos comerciales del céntrico barrio de A Magdalena están desocupados, se alquilan sin éxito o su estado es calamitoso
Un tercio de los bajos comerciales del céntrico barrio de A Magdalena están desocupados, se alquilan sin éxito o su estado es calamitoso. En 2007, la situación del pequeño comercio ya no era boyante en una ciudad que ve como su censo se encoge desde hace décadas y donde el consumo depende casi exclusivamente de cómo les vaya a unos astilleros públicos en apuros.
Los datos que maneja la Cámara de Comercio cifran en 700 las tiendas del centro y aseguran que en los últimos meses se han desplomado bruscamente las compras de lo que no es imprescindible (alimentación). Una docena de comercio...
Un tercio de los bajos comerciales del céntrico barrio de A Magdalena están desocupados, se alquilan sin éxito o su estado es calamitoso. En 2007, la situación del pequeño comercio ya no era boyante en una ciudad que ve como su censo se encoge desde hace décadas y donde el consumo depende casi exclusivamente de cómo les vaya a unos astilleros públicos en apuros.
Los datos que maneja la Cámara de Comercio cifran en 700 las tiendas del centro y aseguran que en los últimos meses se han desplomado bruscamente las compras de lo que no es imprescindible (alimentación). Una docena de comercios han colgado en pocas semanas el cartel de liquidación por cierre. Hay franquicias (Prenatal), boutiques recientes (La Bohème) y también algún veterano que había sobrevivido a las reconversiones. Pronostican que “todo irá a peor” tras el verano cuando 2.000 operarios de las auxiliares de Navantia se queden sin chapa que cortar.