Juarma: “Las canciones de Melendi me recuerdan a momentos bonitos”
Después del éxito de ‘Al final siempre ganan los monstruos’, el escritor regresa con ‘Punki’, otra historia situada en el extrarradio andaluz
Juan Manuel López (Deifontes, Granada, 1981), conocido como Juarma, dibuja, escribe y edita fanzines desde los 14 años. Ha trabajado como jornalero, obrero de la construcción y camarero, entre otros oficios. Tras el éxito sorpresa de su primera novela, Al final siempre ganan los monstruos, regresa con ...
Juan Manuel López (Deifontes, Granada, 1981), conocido como Juarma, dibuja, escribe y edita fanzines desde los 14 años. Ha trabajado como jornalero, obrero de la construcción y camarero, entre otros oficios. Tras el éxito sorpresa de su primera novela, Al final siempre ganan los monstruos, regresa con Punki (Blackie Books), la historia de Álex y Paula, dos personajes que sueñan con empezar de cero lejos de Villa de la Fuente, una localidad del extrarradio en la que nunca pasa nada.
¿Usted fue punki?
Del punk me quedé con la parte del “hazlo tú mismo”. Por estética nunca lo he parecido.
¿Cuál es su grupo de punk favorito?
En el libro cita a Camarón y a Melendi. ¿Cuál de los dos le gusta más?
De Camarón de la Isla me gusta su belleza, su autenticidad. Pero algunas canciones de Melendi me recuerdan a momentos bonitos que he vivido.
¿Se parece su juventud a la que describe en el libro?
Escribo ficción y me obsesiona el contexto. En algunas partes sí se parece a mi juventud, en otras no.
¿Los destrozos del pasado se pueden arreglar, como intenta hacer Álex en la novela?
Sí. O al menos se puede intentar. La esperanza es hermosa.
¿Podría escribir algo que no transcurra en Villa de la Fuente?
Tengo textos que transcurren en otras ubicaciones y que ojalá se puedan leer alguna vez.
Debe su éxito a Facebook, donde colgó sus primeros escritos. ¿Qué habría sido de usted sin Mark Zuckerberg?
Se lo debo a las personas que me acompañaron en esa red social donde me podía leer mi madre. Si no hubiese salido de ahí, lo habría imprimido en octavillas o yo qué sé.
Se dedica exclusivamente a escribir desde hace dos años. ¿Echa algo de menos de sus oficios anteriores??
De mis labores anteriores echo de menos a algunas personas con las que he trabajado. Lo compaginaba de una forma muy natural. La parte buena era poder sacar la rabia que te quemaba por dentro.
¿A qué hora del día prefiere escribir? ¿Y en qué lugar prefiere hacerlo?
Por las mañanas, los días que puedo. Escribo sobre la misma mesa en la que dibujo.
¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido?
La de mi madre. Me dijo que entendía por qué escribía.
¿Y la peor?
De todas intento sacar algo positivo para aprender a hacerlo mejor.
¿Qué libro tiene ahora mismo en su mesilla de noche?
Por el pasado llorarás, de Chester Himes.
¿Y uno que no lograra terminar?
Suelo terminar todas las lecturas que empiezo.
¿Qué personaje de cómic se le parece más?
La bruja Megg, de Simon Hanselmann.
¿Qué dibujante de cómic le gustaría que firmara su retrato?
¿Cuál es la librería más bonita del mundo?
Librería Subterránea, de Granada.
¿Un músico al que admire especialmente?
Iggy Pop, por su vitalidad, su resistencia, sus discos y la cuenta en Instagram de Biggy, su cacatúa.
¿La última canción que le obsesionó?
Hasta que la muerte nos separe, de María Becerra.
¿Una película que le recuerde a su infancia?
Aventuras en la gran ciudad, de Chris Columbus.
¿Quién lo interpretaría en un biopic sobre su vida?
¿Un estreno reciente que le encantara?
Almas en pena de Inisherin.
Cite sus tres series favoritas de todos los tiempos.
Malcolm in the Middle, The Office (version estadounidense) y South Park.
¿Y cuál fue la última que vio del tirón?
Evil (en Movistar Plus).
¿En qué museo se quedaría a vivir?
Suena inquietante y tenebroso vivir dentro de un museo.
¿Tiene algún placer culpable en materia cultural?
Me divierten y disfruto con comedias que, en Filmaffinity, por ejemplo, ponen de vuelta y media.
¿Cuál es su personaje histórico favorito?
¿Qué está socialmente sobrevalorado?
Comer la oreja a los demás con opiniones que no te han pedido.
De no ser escritor, le habría gustado ser…
Sigo peleando por ser escritor.
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