Antonio Soler: “Alguien me dijo que mientras me leía no estaba enfermo”
Se reedita ‘El camino de los ingleses’, el libro donde el escritor relató el final de una adolescencia y la transformación de todo un país
Antonio Soler (Málaga, 1956) publicó en 2004 El camino de los ingleses, novela que le valió el premio Nadal y que Antonio Banderas llevó a la gran pantalla en una película del mismo nombre. Dos décadas después, Galaxia Gutenberg reedita aquel libro sobre el final de una adolescencia y la transformación de todo un país.
Dos décadas después de la publicación de El camino de los ingleses, ...
Antonio Soler (Málaga, 1956) publicó en 2004 El camino de los ingleses, novela que le valió el premio Nadal y que Antonio Banderas llevó a la gran pantalla en una película del mismo nombre. Dos décadas después, Galaxia Gutenberg reedita aquel libro sobre el final de una adolescencia y la transformación de todo un país.
Dos décadas después de la publicación de El camino de los ingleses, ¿cambiaría algo si volviera a escribir ese libro? Ningún cambio esencial. No porque el texto sea perfecto sino porque creo que se debe ajustar a la idea original. Los cambios que he hecho pueden decirse que han sido puramente técnicos.
¿Qué tienen de bueno las adaptaciones cinematográficas que no esté en los libros? El elemento plástico, la música, el trabajo actoral. Una película es una conjunción de diferentes disciplinas artísticas, un trabajo colectivo. En una novela solo hay un dios, y un demonio.
¿Qué libro le convirtió en lector? El capitán Tormenta, de Emilio Salgari, allá por 1968.
¿Y en escritor? Una montaña, aunque el primero en el que reparé en la forma, en el verdadero espíritu literario, fue La bendición de la tierra, de Knut Hamsun. Lo curioso es que fuese una traducción, mérito del traductor también.
¿A qué hora del día prefiere escribir? ¿Y en qué lugar? Por la mañana y correcciones por la tarde. Si es posible en mi casa, aunque en tiempos pasados lo he hecho en trenes, aeropuertos o cualquier lugar. De hecho El camino de los ingleses lo comencé en un hotel de Portugal y escribí la segunda parte durante una residencia en el norte de Francia.
¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido? Alguien me dijo que mientras me leía no estaba enfermo.
¿Y la peor? Por vulgar: “Escribes de cosas tristes”.
¿Qué libro tiene ahora mismo en su mesilla de noche? La antorcha al oído, de Elias Canetti y Madre mujer muerta, de Adolfo García Ortega.
¿Uno que no lograra terminar? En mi primera juventud abandoné dos veces Oficios de tinieblas 5, de Cela. A la tercera, por empecinamiento, lo acabé.
¿Cuál es la librería más bonita del mundo? Cualquiera en la que haya descubierto un tesoro.
¿Qué canción usaría como autorretrato? Podría ser Mediterráneo.
¿La película que más veces ha visto? Probablemente Alguien voló sobre el nido del cuco, aunque no sea la que más me guste.
¿Un estreno reciente que le encantara? No he visto ningún estreno reciente.
¿Cuál fue la última serie que vio del tirón? Happy Valley.
¿En qué museo se quedaría a vivir? En el Prado.
¿Tiene algún placer culpable en materia cultural? He visto tres o cuatro veces El guardaespaldas, es una película penosa.
¿Qué trabajo no aceptaría jamás? No me gustaría trabajar en un matadero.
¿Cuál es su acontecimiento histórico favorito? La Revolución Francesa, con sus sombras.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? La información, estar al día, que es algo diferente al conocimiento. Y en un aspecto más frívolo, estar al día de toda la parafernalia gastronómica con sus exclusividades de pacotilla.
¿A quién le daría el premio Cervantes? A Manuel Longares.
De no ser escritor, le habría gustado ser… Astrofísico, paleoantropólogo, algo relacionado con los orígenes.