‘Cigarreras’: las mujeres obreras, vistas por la aristócrata Pardo Bazán

La conducta asertiva de las empleadas de la Fábrica de Tabacos de La Coruña, la mayor de España, y su lucha por los derechos laborales son el tema de esta adaptación dirigida con buen pulso por Cándido Pazó

Una escena de la obra 'Cigarreras'.CRIS BECERRA (TEATRO FERNANDO FERNÁN GÓMEZ)

“Cuando Amparo hablaba, ardía la leña verde”. Sus camaradas de la Fábrica de Tabacos de La Coruña la apodaban La Tribuna, por su elocuencia. Emilia Pardo Bazán la describe como una mujer católica, federalista, republicana y protofeminista, en la primera novela española protagonizada por mujeres de clase obrera. Cigarreras, versión teatral de La Tribuna, escenifica la vida laboral y las circunstancias de alguna de ellas durante el periodo que va desde la Revolución de 1868 hasta la proclamación de la I R...

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“Cuando Amparo hablaba, ardía la leña verde”. Sus camaradas de la Fábrica de Tabacos de La Coruña la apodaban La Tribuna, por su elocuencia. Emilia Pardo Bazán la describe como una mujer católica, federalista, republicana y protofeminista, en la primera novela española protagonizada por mujeres de clase obrera. Cigarreras, versión teatral de La Tribuna, escenifica la vida laboral y las circunstancias de alguna de ellas durante el periodo que va desde la Revolución de 1868 hasta la proclamación de la I República. Cinco años en los que Amparo abraza ideas igualitarias mientras lee en voz alta la prensa a sus compañeras, durante la jornada laboral.

La figura de la lectora que ponía al día a las empleadas mientras rellenaban puros o que las entretenía con novelas dichas de viva voz, estuvo presente en todas las tabaqueras de la hispanidad: de Cuba se exportó a Florida, como atestigua Nilo Cruz, autor caribeño, en su comedia Ana en el Trópico, premio Pulitzer 20 años ha. La acción de Cigarreras se desarrolla casi por entero en la fábrica coruñesa, con un reparto coral de siete actrices. Candido Pazó, su director y adaptador, pasa de puntillas por la infancia de Amparo: cuando la obra comienza, es una obrera más de una industria que llegó a emplear a 4.000 almas en una época en la que Coruña no alcanzaba los 40.000 habitantes, todos los cuales tenían algún pariente allí.

Susana Dans, que encarna a la Pardo Bazán, ha encontrado la manera de estar dentro de la acción pero aparte: es una narradora certera, elocuente, eficacísima, pero también es la interlocutora neutra, impasible (la dirección lo ha querido así) que Amparo encuentra cuando se dirige a su amante y a su pretendiente, dado que no hay intérpretes masculinos en el reparto. Por la calidad de su trabajo, Dans podría haber cantado por derecho ambos personajes: lo demuestra cuando se desdobla en el papel del inspector. La función se mete en harina en la dramática escena en la que las cigarreras niegan el agua a quien se la pide. A partir de entonces, Tamara Canosa (Amparo) se desencadena y le imprime un vigor radical a la protagonista. En el atinado coro, destaca la soleada Ana de Isabel Naveira. El estreno en el Teatro Fernán Gómez fue cálido.

‘Cigarreras’. Texto: Emilia Pardo Bazán. Versión y dirección: Cándido Pazó. Madrid. Teatro Fernán Gómez, hasta el 26 de octubre.


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