Los tímidos radicales no son terroristas: una parodia de los movimientos emancipatorios

El libro ‘Tímidos radicales. La política antisistémica del militante introvertido’, de Hamja Ahsan, recopila diferentes documentos sobre el mundo introvertido radical: panfletos, entrevistas con presos políticos o la Constitución de la República de Aspergistán

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El escritor, artista y activista Hamja Ahsan.Cedida por la editorial Caja Negra

No son buenos tiempos para ser tímido. Ningunos lo son, pero estos menos: se nos incita a crear una marca personal, tener presencia en las redes sociales, ejercer el liderazgo, vivir experiencias al límite, expresarnos y mostrarnos las 24 horas del día, brillar con luz propia. Ser empresarios de nosotros mismos. Etcétera.

Un mundo en el que la gente ruidosa, aun siendo minoría, acaba acaparando la atención pública y el poder. Pero hay disidentes que huyen de la socialización y la autoexposición extremas, que están en contra de la verborrea y el descaro, que combaten contra las prisas y ...

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No son buenos tiempos para ser tímido. Ningunos lo son, pero estos menos: se nos incita a crear una marca personal, tener presencia en las redes sociales, ejercer el liderazgo, vivir experiencias al límite, expresarnos y mostrarnos las 24 horas del día, brillar con luz propia. Ser empresarios de nosotros mismos. Etcétera.

Un mundo en el que la gente ruidosa, aun siendo minoría, acaba acaparando la atención pública y el poder. Pero hay disidentes que huyen de la socialización y la autoexposición extremas, que están en contra de la verborrea y el descaro, que combaten contra las prisas y el ahogo contemporáneos. Van más allá del mindfulness y el Orfidal hasta embarcarse en la acción política. Son los tímidos radicales.

Es lo que imagina artista, escritor y activista Hamja Ahsan (Londres, 42 años) en su libro Tímidos radicales. La política antisistémica del militante introvertido (Caja Negra, traducido por Alejo Ponce de León), donde expone cómo sería un país fundado por los tímidos para los tímidos, lejos de esa “gente ruidosa”. Este artefacto literario no es un ensayo, ni una novela, ni una narración. Si narra, lo hace de otra manera: con una recopilación de documentos en torno al movimiento de los tímidos radicales, en los que se hace una parodia, a veces desconcertante, de los movimientos emancipatorios, la política de la identidad, el activismo y la retórica revolucionaria.

Por ejemplo, en sus páginas se pueden encontrar el borrador de la Constitución de la República Popular Tímida de Aspergistán, entrevistas con los presos políticos del movimiento, la programación de un ciclo de cine tímido, documentos del movimiento estudiantil introvertido y hasta un panfleto que recauda fondos para la causa silenciosa: “Aportar para eliminar: Los pilares fundacionales de toda institución extrovertido-supremacista caerán”, dice. En otra sección hace una defensa del Hombre Blanco Sensible.

En la Constitución de Aspergistán, por ejemplo, se exige el cese de la ocupación de los puestos políticos por extrovertidos. “La vida mainstream no tiene lugar en Aspergistán. Toda la política será underground”, dice el artículo 8. Por el artículo 13 se suprimen los anuncios y la representación de los candidatos en las elecciones. No se permiten luces de neón ni luces intermitentes (art. 39). En general, se abole la publicidad. También (art.16) se prohíben “sirenas, campanas de alarma o llamadas de emergencia”. La bandera no se iza públicamente, solo por aquellos “que deseen señalar su necesidad de silencio, soledad y espacio personal” (art. 22). El himno nacional, muy poético, es el sonido de una caracola marina (art. 24).

Ahsan, británico de origen bangladeshí, ha estado implicado en la lucha contra la islamofobia, contra la llamada Guerra contra el Terrorismo iniciada por G.W. Bush o en la solidaridad con los presos. Su hermano, el poeta Talha Ahsan, con síndrome de Asperger, fue extraditado a Estados Unidos en 2012, después de seis años de prisión preventiva en Reino Unido, acusado de apoyar el terrorismo islámico en internet, y allí fue ingresado en cárceles de máxima seguridad, mientras un movimiento que lo consideraba inocente pedía su liberación.

Eso de las explosiones, los disparos, los secuestros es demasiado ruidoso para los tímidos radicales

Algo de todo esto se transluce en la obra de Hamja Ahsan. En uno de sus comunicados, la organización de los introvertidos asegura que no es una organización terrorista. Eso de las explosiones, los disparos, los secuestros es demasiado ruidoso para los tímidos radicales. “El terrorismo es en todos los casos Extrovertido-Supremacista”, concluyen. Lo suyo es la resistencia. El movimiento timidista radical, algo así como los Panteras Negras de la clase silenciosa, también se llama Introfada y entre sus aliados se encuentran las bibliotecas públicas locales, los cuáqueros, los otakus o los hikikomori (esos jóvenes japoneses que se encierran en su habitación). Les gustan los jardines pequeños.

Por debajo de todo el ingenio que despliega este libro, y la visión satírica que da de las luchas políticas y sus querellas internas (que tanto hemos visto y que tanto vemos), la lectura de Tímidos radicales nos lleva a cierto rechazo del ruidoso mundo contemporáneo, a percibir la necesidad de más silencio, intimidad y reflexión.

Tímidos radicales 

Hamja Ahsan 
Traducción de Alejo Ponce de León
Caja Negra, 2023
240 páginas. 21,42 euros

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