El nuevo esplendor literario del hinduismo
De la ‘Bhagavadgītā' a las ‘Upaniṣad’, crece el interés editorial por la literatura de la India y por sus distintas religiones, propiciado quizás por la necesidad de encontrar referentes intelectuales más allá de Occidente y mientras triunfan el yoga o el ‘mindfulness’
Se escribió, seguramente, entre los siglos V y II antes de Cristo y se considera una de las obras cumbre de la literatura universal, pero en Occidente no se dio a conocer hasta las primeras décadas del siglo XIX. El libro sagrado por excelencia del hinduismo, la Bhagavadgītā , se compone de 700 estrofas escritas en sánscrito. Con gran belleza, Krishna (identificado con el dios hinduista Visnú) se dirige al abatido guerrero Arjuna, quien, a las puertas de una gran batalla, se niega a combatir:
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Se escribió, seguramente, entre los siglos V y II antes de Cristo y se considera una de las obras cumbre de la literatura universal, pero en Occidente no se dio a conocer hasta las primeras décadas del siglo XIX. El libro sagrado por excelencia del hinduismo, la Bhagavadgītā , se compone de 700 estrofas escritas en sánscrito. Con gran belleza, Krishna (identificado con el dios hinduista Visnú) se dirige al abatido guerrero Arjuna, quien, a las puertas de una gran batalla, se niega a combatir:
“Nuestros maestros, nuestros padres, hijos y abuelos/ nuestros tíos, suegros, nietos, cuñados y allegados/ no, no quiero matarlos/ aunque ellos a mí me maten, oh Madhusudana/ ni siquiera para conquistar/ la soberanía de los tres mundos/ ¡cuánto menos por esta tierra!”.
Traducido como el “Canto del señor” o “Canción de Dios”, acaba de ver la luz la primera edición ilustrada en castellano de este clásico de autoría desconocida (se le atribuye al sabio legendario Viasa). La ha publicado Errata Naurae en la versión del orientalista peruano Fernando Tola (1915-2017), un volumen con decenas de imágenes de ascetas, yoguis, dioses y guerreros realizadas en los siglos XVII, XVIII y XIX. Este mismo año, el texto salió también en Penguin Clásicos, en una edición bilingüe.
En estos dos siglos en los que Europa, y con ella España, se ha abierto al conocimiento de una de las mayores y más antiguas religiones del mundo, no se había dado una efervescencia editorial como la registrada en los últimos años. No solo en cuanto a la publicación de textos originales, sino también de obras de divulgación del hinduismo y otras religiones de la India, así como la historia, la filosofía y el modo de vida de un país del que Borges elogió que, lo mismo que en China, “todo ha sido pensado por ellos en primer lugar”.
“La Bhagavadgītā nos anima a hacer las cosas bien sin pensar en los resultados, a desprendernos de nosotros mismos y, al mismo tiempo, implicarnos profundamente en lo que hacemos”, explica el filósofo y astrofísico Juan Arnau, que firma la traducción de las ediciones que se publicaron en 2016 en Atalanta y en 2020 en Alianza. Para el experto en filosofía y religiones orientales, este texto compone uno de “los tres episodios fundamentales” que vertebran los últimos 3.000 años del pensamiento indio, y que son “la experiencia filosófica de las Upaniṣad, el surgimiento del budismo y el sistema de pensamiento de la escuela sāṃkhya y la Bhagavadgītā”.
Colaborador habitual de EL PAÍS, Arnau ha trasladado igualmente del sánscrito al castellano las Upaniṣad, más de 200 libros sagrados que conforman la visión de lo Absoluto encarnada en Brahman. “Postulan una correspondencia entre el orden del pensamiento y el orden cósmico. También el budismo. Entre lo que pasa en la cabeza y lo que sucede ahí fuera, en el llamado mundo de los fenómenos”, abunda el pensador. “La mente es capaz de desdoblarse y sus hábitos acabarán por decidir el destino del individuo”. La versión de las Upaniṣad de Arnau se publicó en Atalanta y Alianza (en 2019 y 2021 respectivamente), y Penguin Clásicos sacó su edición bilingüe este 2021.
El principal mérito de traducciones como las suyas, como indica el propio Arnau, reside en “que está hechas a partir del original sánscrito, con un aparato crítico de notas y un castellano muy cuidado”. Esta mirada directa a las fuentes originales (en vez de acceder a los textos a través de lenguas intermediarias como el inglés o el francés) es algo que, como agrega Luciano Espinosa, profesor de filosofía de la Universidad de Salamanca, “ha ocurrido en los últimos diez años”. Para este profesor, la publicación en 2006 del libro La India por dentro (Terra Incognita), de Álvaro Entrerría, una guía de introducción a la cultura y culturas del subcontinente, se puede interpretar como uno de los detonantes del interés creciente por el pensamiento del Indostán.
Filosofía de la India (Kairós, 2008), de Fernando Tola y Carmen Dragonetti es para Emilio García Buendía, profesor de filosofía en la Universidad Complutense, otro de los títulos fundamentales que han abierto las puertas a esta cosmología en España. Cabe destacar, además, la obra de un referente como Raimon Panikkar (1918-2010), pensador transcultural mitad catalán mitad indio, cuyo hermano Salvador (1927-2017) fue también filósofo, mientras que su sobrino Agustín es escritor y editor de Kairós.
Juan Arnau, que resalta esta editorial, así como Atalanta, Trotta, Siruela y, más recientemente, Alianza entre las que más han cuidado la bibliografía sobre la India en sus catálogos, saca este 24 de noviembre con Galaxia Gutenberg La mente diáfana, una historia del pensamiento de aquel país desde la época védica. “La India es la cuna de al menos tres grandes religiones: el hinduismo, el budismo y el jainismo, a las que se puede añadir el sikhismo”, aclara Arnau. “Todas ellas son un mapa del mundo, con su cosmología, su ética y su historia, con sus mitos, ritos y costumbres”.
A pesar de la efervescencia del actual panorama editorial, para García Buendía, si bien resulta patente la mayor demanda de este tipo de conocimientos, “se echa de menos que se publiquen más libros”. “Un dato significativo es el interés de los alumnos de filosofía”, señala. En la Complutense, donde imparte clases, la asignatura optativa de Filosofía Oriental tiene todas las plazas cubiertas. Entre los grandes huecos del conocimiento indio que aún deben rellenarse en España, el profesor subraya el campo la estética, del que apenas existen traducciones. “Incluso en inglés queda mucho trabajo por hacer”, asegura.
“La India interesa cada vez más, quizá debido al cansancio de ciertos mitos locales, que han dejado de inspirar. La visión hindú es rica y poliédrica. Pero hay una idea dominante, centrada en lo que podría llamarse cultura mental”, opina Arnau sobre este boom a pequeña escala. “Uno acaba por convertirse en aquello que piensa, por lo que conviene educar el pensamiento, cultivar ciertos estados de ánimo, no dejarse arrastrar el resentimiento, el odio o la distracción”
Espinosa agrega: “Está claro que hay un interés por una cultura que tiene 5.000 años, que es rica y sofisticada y que ha mantenido una continuidad de fondo a lo largo del tiempo. Es una matriz de contenidos muy sólida, y creo que [la atención que está recibiendo] tiene que ver con la crisis que vivimos en Occidente, no solo cultural, de desorientación y fragmentación, sino también con la necesidad de buscar referentes existenciales poderosos”.
Esta tendencia también podría tener que ver para García Buendía con “un interés por otro tipo de pensamiento más allá de Occidente”, así como con el auge de prácticas como el yoga y el mindfulness, “con cada vez más presencia”. “Oriente y Occidente plantean formas diferentes de abordar los problemas: mientras que la visión de Occidente es más analítica, el pensamiento asiático en general es más holístico”, desarrolla el profesor, que habla de formas de pensamiento “no excluyentes, sino complementarias”.
Entendido como el “mínimo común denominador” de todas las creencias indias —”al menos desde el siglo XIX”, como subraya Luciano Espinosa— el núcleo doctrinal de la Bhagavadgītā (que es el libro sexto del Mahabharata, la gran epopeya india) reúne las tres grandes vías del hinduismo para alcanzar la liberación: la meditación, la acción y la devoción. Tres caminos que se cruzan en un mismo punto: el yoga.
El crecimiento de esta práctica en Occidente —entendida no como gimnasia sino como la disciplina mental, espiritual y física que es en origen— podría proporcionar otra explicación al renovado protagonismo de la cultura de la India. “En el siglo XXI se ha dado una interpretación más basada en el fomento los hábitos de vida saludables, pero que deja atrás la verdadera esencia del yoga”, apunta Laura Tolbaños, doctora en psicología y profesora de yoga, quien subraya que, en el último “año y medio”, en buena parte debido a la pandemia y el confinamiento, se ha producido una expansión del yoga tradicional a través del uso de las nuevas tecnologías.
“El Ministerio de Ayurveda, Yoga y Naturopatía de la India (AYUSH), así como otras instituciones indias, están haciendo grandes esfuerzos por promover el yoga como medio para el desarrollo de la conciencia y vía de crecimiento y transformación”, agrega Tolbaños. “Mientras que antes había que desplazarse a la India, ahora un montón de conferencias, clases y talleres a los que se puede acceder online”. Este alcance expandido de las enseñanzas tradicionales, dice la profesora, puede haber tenido como repercusión la mayor relevancia de textos como la Bhagavadgītā, “una de las Biblias” del yoga. “Uno de los cinco niyamas [bases fundacionales] del yoga es el svādhyāya, que implica el autoconocimiento a través del estudio de uno mismo y de los textos tradicionales y sagrados”, resume. “Y cada línea de la Bhagavadgītā rezuma yoga”.
Bhagavad Gita
Errata Naturae, 2021
224 páginas, 28 euros
Bhagavad Gita
Penguin Clásicos, 2021
352 páginas, 9,95 euros
Upanisad
Alianza, 2021
592 páginas, 15,30 euros
Upanishads
Penguin Clásicos, 2021
272 páginas, 9,95 euros
La mente diáfana
Galaxia Gutenberg
584 páginas, 22,80 euros
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