Resplandor imaginado de Buenos Aires
Saray Encinoso Brito relata un viaje imaginario y mítico a la capital argentina que resulta literariamente más profundo que si hubiera ido físicamente
No importa tanto ir a las ciudades que amas, basta con imaginarlas. Lezama Lima inventó el mundo a las afueras, pero jamás dejó el suelo (y el cielo) de La Habana. Borges apenas vio otro sitio que el Buenos Aires de sus primeros años, pero lo vio mejor que nadie y para siempre. Casi al final de su vida le pregunté al académico Fernando Lázaro Carreter por aquel...
No importa tanto ir a las ciudades que amas, basta con imaginarlas. Lezama Lima inventó el mundo a las afueras, pero jamás dejó el suelo (y el cielo) de La Habana. Borges apenas vio otro sitio que el Buenos Aires de sus primeros años, pero lo vio mejor que nadie y para siempre. Casi al final de su vida le pregunté al académico Fernando Lázaro Carreter por aquello que nunca hizo y debió hacer para su gusto, y puso su brújula hacia ese territorio fantástico, real e irreal de Borges: Lázaro nunca fue a Buenos Aires, pero soñaba con esa ciudad como si la conociera.
Ahora hay una joven escritora canaria, Saray Encinoso Brito (Tenerife, 1983), que, padeciendo el mismo síndrome de abstinencia sobre la visita real a semejante ciudad mítica, se ha decidido a escribir qué ha visto de ella en ausencia. Resulta que Saray tenía previsto, al borde de la pandemia, un viaje a la ciudad que fue también de sus antepasados, pero se quedó compuesta y sin viaje. Entonces emprendió uno que, a juzgar por el resultado, ha sido mucho más profundo, y literariamente y humanamente aun más completo que si hubiera tocado de veras el Subte, si hubiera seguido los pasos de sus escritores más queridos, si hubiera entrado en los garitos donde sonaron las músicas que escuchó su abuelo o hubiera aspirado los olores de la comida argentina que ella ha olido desde el Atlántico.
El libro es breve, así que resumirlo es atacarlo. Baste decir que todo lo que cuenta es verdad y fantasía, una combinación que es como la sustancia de la literatura misma, y ésta, la literatura, combina dos elementos que muchas veces dejan los escritores de lado para hacerse inútilmente minuciosos: la música y la alegría de contar. Le asiste el magisterio que ha alcanzado en el ejercicio del periodismo, pero sobre todo la sostiene, con un ritmo envidiable, el gen de exploradora con el que asiste a todos los rincones de la ciudad que ama para desentrañar un mapa mucho más rico que el que está en el propio suelo de Buenos Aires. Sin haber ido, ella ha traído de Buenos Aires listas y listas de hallazgos. No me perdería este libro, ni Buenos Aires, por nada del mundo.
El año que no viajé a Buenos Aires
Autor: Saray Encinoso Brito.
Editorial: Menguantes, 2021.
Formato: 112 páginas. 11 euros.
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