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Enzo Fernández se convierte en el futbolista argentino más caro de la historia al fichar por el Chelsea

El club inglés compra al mediocampista por 121 millones de euros al filo del cierre de pases del mercado de invierno europeo

Enzo Fernández
Enzo Fernández, durante un partido con el Benfica, en agosto de 2022.PEDRO NUNES (REUTERS)

Si el fútbol es el deporte de los imprevistos, el salto meteórico que el argentino Enzo Fernández ensayó en los últimos meses estaba fuera de cualquiera previsión y, posiblemente, antecedentes. El mediocampista campeón del mundo en Qatar 2022 fue transferido este martes, sobre el filo del cierre de pases del mercado europeo, del Benfica de Portugal al Chelsea de Inglaterra por 121 millones de euros, una cifra que lo posiciona como la transacción más cara de la historia de la Premier League y de cualquier jugador argentino.

Mediocampista que cumplió 22 años hace dos semanas y combina lo que no abunda en el fútbol, fiereza, juventud, buen pie, presencia en las dos áreas, llegada al gol y filoso remate de corta, media o larga distancia (le convirtió a México en el Mundial de Qatar), Fernández era un desconocido en el mundo del fútbol hasta hace pocos meses: su primer partido como titular en la selección argentina fue durante Qatar. Incluso, podría decirse que hasta hace no mucho también era un anónimo en su país: recién en noviembre de 2020, con 19 años, debutó en la Primera División de Defensa y Justicia, club al que River, donde Enzo empezó a jugar desde los seis años, lo había cedido a préstamo para que ganara rodaje.

De regreso a la porción roja y blanca de Argentina en julio de 2021, Fernández se ganó un lugar en el equipo de Marcelo Gallardo, se consagró campeón de liga en diciembre de ese año, jugó su último partido en el estadio Monumental el 6 de julio de 2022 y, casi de inmediato, partió a Europa: el Benfica lo pagó lo que ahora parece una ganga, 10 millones de euros más otros ocho por objetivos, a cambio del 70 por ciento del pase. River, de todas maneras, también hizo el gran negocio de su historia, ya que le corresponden otros 32 millones por el 25 por ciento que el Chelsea le pagó al club portugués, que sumados a los mecanismos de formación redondearían 50 millones, una cifra jamás recaudada por ningún club argentino por una transferencia –en este caso doble, pero del mismo jugador-.

Es curioso: al avance supersónico de Enzo también lo favorecieron dos factores externos, la polémica sede que la FIFA eligió para el último Mundial y la pandemia del coronavirus. Así como la Copa del Mundo 2022 fue postergada cinco meses de su calendario habitual, de junio a noviembre, para encontrar un hueco al calor sofocante de Medio Oriente, la ampliación de la lista de 23 a 26 futbolistas en la lista de buena fe otorgada por la FIFA -no oficializó el motivo pero la idea nació durante la pandemia-, también fue clave para que Enzo llegara a Qatar.

Ya con buenas actuaciones en Portugal desde su debut, en agosto, Fernández debutó en la selección argentina al mes siguiente, en una ventana de amistosos en septiembre: jugó los últimos 24 minutos ante Honduras. Por entonces, Panini ya había cerrado su álbum y, por supuesto, Enzo no figuraba entre los 18 jugadores argentinos elegidos para convertirse en figuritas, como se les llama en Argentina a los cromos. Finalmente Lionel Scaloni, el técnico, lo eligió entre los 26 que viajaron a Qatar, pero nadie suponía el papel que cumpliría allí, ni siquiera la titularidad que se ganaría.

Argentina debutó con una derrota ante Arabia Saudita y Scaloni revolucionó el equipo con el ingreso de tres jóvenes, Alexis Mac Allister (entonces de 23 años), Julián Álvarez (en ese momento de 22) y Enzo (todavía de 21). Al golazo que le convirtió a México, recién ingresado, le siguió la titularidad en los partidos siguientes. Por primera vez comenzó un partido con la selección argentina contra Polonia, por la tercera fecha del grupo C, y desde entonces no salió más: se hizo propio un puesto en el que Argentina tuvo grandes maestros, Néstor Rossi, Antonio Rattín, Fernando Redondo y Javier Mascherano. Su excelente Mundial terminó ya como campeón del mundo y subido al estrado de la FIFA en el que recibió el premio al mejor futbolista joven del torneo.

De regreso a Portugal, el Chelsea lo empezó a buscar. De discreta campaña en la actual Premier League, hoy fuera de los puestos de clasificación a la Champions League, el club inglés fue el gran protagonista del mercado de invierno al reforzarse por más de 330 millones de euros: además de Enzo, compró a los franceses Malo Gusto y Benoît Badiashile, al ucraniano Mykhailo Mudryk, el inglés Noni Madueke, el brasileño Andrey Santos, el marfileño Datro Fofana y consiguió el préstamo del portugués Joao Félix.

Hasta ahora, el argentino más caro había sido Gonzalo Higuaín, por quien Juventus pagó 90 millones de euros al Napoli en 2016. En la Premier, el récord lo tenían los 117.500.000 euros que el Manchester City le pagó al Aston Villa por Jack Grealish. Enzo, que recibió ese nombre por la idolatría de su padre por el uruguayo Enzo Francescoli (emblema de River Plate), firmó hasta 2031 y ganará 10 millones de euros por año. La relación futbolística Argentina-Inglaterra vuelve a tender puentes en común con seis campeones del mundo, Mac Allister (Brighton), Álvarez (Manchester City), Emiliano Martínez (Aston Villa), Lisandro Martínez (Manchester United), Romero (Tottenham) y ahora Enzo.

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