Idioma… “¡en hispano, por favor!”

Para los hablantes de la lengua española en Estados Unidos adaptarse a un nuevo idioma no ha sido sencillo. En el paso, la evolución bilingüe de una comunidad cada vez más viva, grande e importante se ha encontrado con hibridaciones complejas, atajos fascinantes e incluso calós particulares y hasta divertidos.

mujer hispana sonriendo
Franziska & Tom Werner (Getty Images)
Ricardo Pineda

De acuerdo con las proyecciones a partir de los censos poblacionales de Estados Unidos, se estima que para el año 2060 uno de cada tres habitantes hablará español, además de ya reconocerse como lengua franca en ciudades como Nueva York y a hablarse simultáneamente en entidades como California, Nuevo México y Texas.

Para los 41 millones de habitantes hispanos que consideran tener un uso nativo del español y los 15,8 millones que lo estima limitado o con dificultades, adaptarse al inglés no ha sido sencillo, toda vez que el aprendizaje de una lengua nueva requiere tiempo, adaptación, así como una lectura de contextos, situaciones e incluso procesos culturales.

Esto invariablemente ha brindado un sinfín de grados, niveles y variantes de asimilar el idioma, lo cual si bien puede generar complejidades o dificultades en determinadas circunstancias, también ha detonado un sinfín de atajos, maneras de explicarse o “darse a entender”, para lograr una comunicación lo más clara y eficaz posible.

Lo anterior, si bien pudiera generar pena o limitaciones de diversa índole también tiene un aspecto positivo, en tanto nos muestra que la lengua y el idioma son ante todo materias vivas, de uso y en constante cambio. Prueba de ello es el amplio abanico de adecuaciones, adaptaciones, calós, slang e hibridaciones que la comunidad hispana ha hecho entre su español nativo y el inglés.

Chicanos en Estados Unidos
“This is for La Raza”, un grito de identidad chicana en Estados Unidos.Allen J. Schaben (Los Angeles Times via Getty Imag)

Pese a que hay teorías históricas que apuntan que el español fue el primer idioma que pisó Estados Unidos, en Florida, el reconocimiento de las hibridaciones callejeras y populares se dio hasta el siglo XX, cuando el escritor puertorriqueño Salvador Tió, publicó un artículo al respecto, Teoría del espanglish, en el Diario de Puerto Rico, en donde usó el término espanglish o inglañol.

Para algunos, esto podría sonar al dialecto chicano, una de las tantas formas e hibridaciones que tiene el spanglish hispano. Imaginemos que el chicano ha sido estudiado en cuanto a sus fonemas, estructuras y complejidades culturales. Pero hablar de esto sería dedicarle un estudio entero a una de las grandes variantes del inglés chicano. Los estudiosos de la lengua ubican diferencias según la región, como el chicano derivado del inglés texano, que ya de por sí es extenso.

En el chicano hay una mezcla o inversión constante de códigos, a veces conscientes a veces no, en donde la comunidad mexicoestadounidense logra avanzar sobre la marcha, transformando en el paso algunos vocablos y expresiones, por ejemplo “carpeta” por alfombra (del inglés carpet) o “vamos a janguear” que deriva de “hang out”.

Comprender, entender y compartir.
Comprender, entender y compartir.INTI OCON (AFP via Getty Images)

De manera errónea, suele confundirse el spanglish con el chicano. Mientras el primero no es un dialecto reconocido en el español, sino una mezcla entre el español y el inglés, el segundo es un dialecto nativo del inglés, no un inglés aprendido ni una interlengua, útil para los hablantes que saben poco español o que no lo hablan en absoluto.

Esto definitivamente ha inspirado y se ha desdoblado en comunidades hispanas que han tenido una relación más diversa y completa con el inglés como la cubana o la puertorriqueña, creando sus propios códigos, porcentajes de hibridaciones y formas de emplearlo.

Y si bien esto era en el pasado un sinónimo de marginalidad o segregación en ciertos ámbitos socioculturales, hoy ha sido también un sinónimo de expresión viva e inspiración en círculos mediáticos mayores. Si en un inicio, el chicano era parte del slang agreste del hip hop californiano, hoy el pop mainstream más afamado incorpora la mezcla de idiomas. Pregúntenle si no a “Bailamos” de Enrique Iglesias, “Safari” de J Balvin, “Looking for Paradise” de Alejandro Sanz y Alicia Keys, incluso “La Isla Bonita” de Madonna, entre muchos ejemplos más.

De cara a un futuro en donde la hibridación es parte de la cultura hispana en Estados Unidos, el hablar, comprender, expresarse y compartir lo que somos y de dónde venimos de la forma más libre posible es un orgullo y motivo de fiesta, una fiesta que se traduce en hispano. ¡Celebremos Juntos!

Sobre la firma

Ricardo Pineda
Es branded content analyst para El PAÍS México. Periodista, locutor y especialista en contenidos y estrategias digitales. Trabajó en Forbes México, El Financiero, Radio UNAM e Infosel Financiero. Ha colaborado también como columnista sobre temas culturales en diversos medios locales. Es egresado de la UNAM y actualmente vive en Ciudad de México.

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