Daniel Noboa y Luisa González se disputarán la presidencia voto a voto con los indígenas como factor clave
Leonidas Iza, tercero en la primera vuelta, no aclara con cuál de los candidatos se alineará aunque ha criticado al actual presidente por ser un “Estado candidato”
Daniel Noboa y Luisa González se van a disputar la presidencia de Ecuador voto a voto. El presidente y la candidata de la izquierda empataron en la primera vuelta de este domingo y todo se decidirá el 13 de abril, cuando los ecuatorianos escojan entre uno de los dos en una votación definitiva. En un escenario tan cerrado cualquier apoyo cuenta. El de Leonidas Iza, el líder indígena, resulta clave. Su partido, el Movimiento Pachakutik, el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), obtuvo un 5,26% nada despreciable.
Iza no ha querido desvelar este lunes con cuál de los dos candidatos se alineará. “Aquí no vamos a endosar votos a nadie, los que estén dispuestos a defender como nosotros defendemos al país lo sabrán de manera pública y colectiva. Mientras, van a tener que tener paciencia para entendernos y escucharnos”, ha dicho. Aunque su apoyo natural, proviniendo de un movimiento indígena, sería a la izquierda, Iza ha criticado que Noboa haya sido un “Estado candidato”. “Le hemos ganado al relato racista, a las chequeras de este país, a las agendas de odio. Los partidos políticos que han dominado en este tiempo han desaparecido. La vieja política está representada en este momento por el candidato de derecha. (...) Estamos viviendo un proceso polarizado por el odio; pero hay un 5% que está dispuesto a luchar por el pueblo. Y sobre esa base vamos a construir en Ecuador diferente”, ha insistido en sus críticas al presidente.
Noboa dejó plantados a sus seguidores durante la noche electoral. Estuvieron esperándole hasta medianoche, pero nunca apareció. La imagen desolada de su sede se interpretó como el síntoma de una derrota. El presidente era el claro favorito y se llegó a especular con que conseguiría la mayoría absoluta en la primera votación. Casi ninguna de las encuestas reflejaba el empate ocurrido. No fue hasta este lunes que Noboa abandonó su silencio con un comunicado que difundió en redes sociales: “Ayer logramos lo que no se veía en años: ganamos la primera vuelta contra todos los partidos del viejo Ecuador”. El presidente se felicitó por el resultado de su partido, ADN, en las elecciones legislativas, paralelas a las presidenciales: “Dimos el paso más importante de todos: consolidar una Asamblea distinta, convirtiéndonos en la primera fuerza, capaz de trabajar por ustedes y de no enfocar sus esfuerzos en perseguirnos o debilitarnos para obtener inmunidad”.
El conteo de votos de la noche electoral fue muy ajustado, al punto de que no quedaba claro quién quedaría en primer lugar hasta el final. Con el 98% de las actas escrutadas a nivel nacional, Noboa y Luisa González obtuvieron un 44% cada uno. El presidente vence por unas cuantas décimas. Iza fue tercero y, cuarta, Andrea González, una candidata muy feroz contra la izquierda, apenas superó el umbral del 3%. Los demás candidatos, 12 para ser exactos, quedaron reducidos a la irrelevancia, con menos del 1% de la votación.
Para el analista de datos Javier Rodríguez, la primera vuelta de este año fue “extremadamente inusual” por sus características estructurales. Según su análisis, el hecho de que los dos primeros lugares, entre un total de 16 candidatos, acaparen casi el 90% de los votos es un fenómeno sin precedentes en la historia electoral reciente. La comparación más cercana remonta a 2013, cuando Rafael Correa arrasó con el 57%, Guillermo Lasso obtuvo un 23%, y Lucio Gutiérrez quedó en tercer lugar con 7. “Los resultados parecen corroborar la hipótesis de que los electores se enfrentaron a este proceso con las mismas preferencias que mostraron en las elecciones de segunda vuelta de 2023″, señala Rodríguez. Entonces Luisa González quedó en primer lugar y Noboa en segundo, pero Noboa era un desconocido y ese resultado fue un éxito. Ahora, desde el Gobierno, aunque ha cosechado más votos, ha obtenido un peor resultado, sobre todo si se tienen en cuenta las expectativas.
La situación de ahora se explica, en gran parte, por el corto tiempo transcurrido desde las últimas elecciones y por el hecho de que ningún tercer candidato contó con los recursos ni la exposición necesarios para posicionarse de manera efectiva en el electorado. El espacio para la sorpresa era mínimo, y las dinámicas políticas ya estaban tan definidas que resultó prácticamente imposible que una alternativa se abriera paso.
Si los dos candidatos lograron acaparar el 90% del electorado, repartido equitativamente entre ellos, la pregunta inevitable es: ¿Qué votantes pueden contar Daniel Noboa y Luisa González para la segunda vuelta? Una respuesta plausible se encuentra en el tercer lugar, en el 5% de Leonidas Iza. “La expectativa más razonable es que los votos de Iza se dirijan hacia la Revolución Ciudadana (el partido de Luisa González) o, en su defecto, se conviertan en votos nulos, como tendencia general”, según Rodríguez.
Las campañas hacen números. González sumó 4,1 millones de votos. Según los cálculos de Celagdata, necesita alcanzar los 4,7 para hacerse con la victoria. Asumiendo, eso sí, que los votos blancos y nulos de la primera vuelta sigan siendo los mismos en segunda. Así pues, la izquierda necesitaría unos 588.000 votos nuevos. La suma de partidos no afines a Noboa cuentan con 647.000 (sumando a Iza y cuatro candidaturas más). Si lograse el 90% de ellos, según la consultora, Luisa González sería la primera presidenta de Ecuador. En Carondelet, la residencia presidencial y sede del Gobierno, también han sacado la calculadora. Necesitan azuzar el miedo a la izquierda para atraer a los indecisos. La Presidencia se disputa voto a voto.