Esperanza entre cenizas: los árboles que sobrevivieron al incendio en el Jardín botánico de Viña del Mar
Aunque la superficie quemada alcanza un 90%, gran parte de las especies cultivadas se mantienen en pie, como unos árboles donados por Japón que sobrevivieron también a la bomba atómica de Hiroshima
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El fuego venía desde el aire, quemando los gases, formando una nube negra y caliente, como si se tratara de la antigua ciudad de Pompeya, en Italia. Así, Patricio Novoa, un experto en botánica, describe lo sucedido el viernes pasado en el jardín botánico de Viña del Mar, donde, en pocas horas, murió una familia y decenas de hectáreas fueron devastadas. “Llegó un río de pavesas, esto nunca lo habíamos visto en Chile”, relata.
En medio de las cenizas y la brisa humeante que cubre al jardín desde el fin de semana, Novoa ha constatado que, en el parque, con una antigüedad de más de 100 años, varias plantaciones han sorteado las llamas. “Estoy esperanzado”, comenta este investigador de la Fundación Jardín Botánico Nacional.
Su balance preliminar es que, al menos, el bosque nativo conformado por unas 200 especies quedó destruido; pero el resto, las cultivadas (una variedad de casi 1.100), ha corrido con una mejor suerte. De acuerdo con el experto, es posible que las plantaciones devastadas aparezcan nuevamente con el tiempo, algo que en todo caso se vería en 2025. “Hay brotación todos los años, así que la evaluación hay que realizarla en la primavera del próximo año”, señala.
Si bien la superficie quemada alcanza un 90%, todavía el prado histórico está vivo y se le puede apreciar verde. “Haremos todo un esfuerzo para rehabilitar nuestro sistema de riego, trozar los árboles que cayeron y eliminar aquellos que están en peligro”, aclaró Alejandro Peirano, director del jardín botánico, en un vídeo que divulgó en redes sociales para pedir ayuda financiera.
Todavía no hay un catastro oficial sobre las pérdidas económicas, pero el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, le dijo a EL PAÍS que los gastos podrían ascender hasta unos 5 millones de euros. Sin embargo, estima que se pueda recuperar el jardín en un 50% durante este 2024, y la totalidad de este pulmón verde y sus zonas aledañas en tres años.
La adaptación a temperaturas extremas
Es verano en el hemisferio sur, temporada de incendios forestales en Chile, pero el cambio climático y el fenómeno El Niño están llevando a las temperaturas a niveles extremos. En enero se reportó la tercera temperatura más alta, con 36,7°C, en Santiago en un siglo.
Para Valenzuela, lo ocurrido en la región de Valparaíso es sólo una advertencia de que se debe estar más preparado ante la crisis ambiental. En el caso del jardín botánico de Viña del Mar, considera que tal vez sea necesario evaluar su diseño por uno con una vegetación más resiliente.
Entre los árboles que siguieron en pie tras el incendio destacan secuoyas, araucarias chilenas y brasileñas, algunas palmeras, quercus, cipreses y ceibos, además de “Hibakujumoku”, donados por Japón como parte del programa “Legado Verde de Hiroshima” que sobrevivieron al estallido de la bomba atómica en 1945.
En contraste, los eucaliptos y los pinos han resultado con las mayores afectaciones. De hecho, las personas que presenciaron la evolución de la tragedia en el jardín botánico de Viña del Mar relatan que, en principio, las llamas se saltaron los cortafuegos, propagándose hasta las plantaciones de eucalipto –conocidos como “árboles combustibles” por ser altamente inflamables– y llegando a la casa de una funcionaria, Patricia Araya, llamada “la Pati”, quien estaba con su madre, de 93 años, y dos nietos.
La familia, que no consiguió escapar del fuego, se suma a las 123 de muertes por la oleada de incendios forestales en la región de Valparaíso, los más mortíferos en Chile durante la última década. Las autoridades han dicho que existen antecedentes de que algunos de los focos registrados en los últimos días fueron provocados intencionalmente. En el caso del ocurrido dentro del jardín, se detuvo a dos sospechosos, pero estos quedaron en libertad después de no hallarse pruebas para su formalización.
Además de las víctimas mortales, Valenzuela indica que los incendios forestales están afectando gravemente a la agricultura, ya que se ha arrasado con cultivos completos que están madurando en estos meses como los trigales y algunas legumbres. “Hay que recordar que la misma agricultura es parte de la solución a la crisis climática”, explica.
También recuerda que el daño a la biodiversidad es gigantesco, enumerando algunas de las especies animales muertas en los últimos días en Chile como coipos, pudúes, gatos salvajes y monitos del monte.