Luz Mery Cuero: el poder blando en Buenaventura

En los barrios del principal puerto del país se sienten los pasos de esta lideresa social. Su arma es el poder del diálogo para tender puentes entre las comunicades, la política y la sociedad, con el fin de hacerle contrapeso a la intolerancia y la violencia

Luz Mery Cuero preside la Junta de Acción Comunal del barrio María Eugenia, en Buenaventura.Archivo particular
Steffy Lorens Riquett Bolaño

Luz Mery Cuero, quien preside la Junta de Acción Comunal del barrio María Eugenia, en Buenaventura, conoce su territorio como nadie. Llegó con apenas 12 años, hoy tiene 56, y desde entonces ha sido testigo de las necesidades de la comunidad. Y aunque vio cómo el barrio dejó de ser una invasión, en 1971, para constituirse legalmente, y cómo hubo algunas mejoras en infraestructura, creció sintiendo que faltaba desarrollo social y bienestar para la gente.

Esa fue la semilla que forjó a una de las principales lideresas de Buenaventura. Hoy, gracias a su participación en Activa Buenaventura, una alianza público-privada creada para promover la inversión y el desarrollo en los territorios afectados por la violencia, Luz Mery es reconocida por impulsar proyectos sociales centrados en mejorar los canales de diálogo entre el barrio y los actores políticos.

Su participación en los ‘Cafés para el territorio’ y en los ‘Consejos a la calle’, organizados en el marco del programa Buenaventura Cómo Vamos, son un ejemplo de ello. En ambos espacios, encabeza las intervenciones relacionadas con quejas, preguntas o requerimientos que tiene la comunidad hacia los representantes de las entidades estatales. Uno de los principales logros de dichos diálogos fue identificar la necesidad de los líderes locales de capacitarse en veeduría ciudadana para hacer seguimiento al Plan de Desarrollo departamental.

A Luz Mery la política le llegó después una tragedia: su marido murió cuando ella tenía 23 años y un niño por sacar adelante. Quería forjar su propio camino. No depender de la ayuda de sus padres. La impulsaban dos frases que alguna vez le había dicho uno de sus hermanos, ya fallecido: “Eres muy buena para el estudio. Dedícate a formarte”.

Mientras apoyaba a un aspirante a concejal en su campaña política, empezó a estudiar y a poner en práctica algo que siempre tuvo: empatía, escucha activa y vocación de servicio. Rápidamente, se abrió camino en la comunidad.

Su vida se divide en tres ámbitos: la familia (hoy tiene cuatro hijos), el trabajo y el servicio social. Dedica las primeras horas de su día a su casa, luego cumple su jornada laboral en una empresa de logística y todas las tardes, sagradamente, atiende los asuntos de la Junta de Acción Comunal del barrio. Sus tareas también incluyen pequeñas gestiones, como brindar acompañamiento para que los vecinos se vinculen a programas como Adulto Mayor o al Sisbén.

Todo lo hace puerta a puerta, recorriendo a pie las siete calles que conforman el barrio María Eugenia, que hoy es tranquilo, según la lideresa, pero que tiene necesidades apremiantes en infraestructura y servicios básicos, como gas y alcantarillado. En algunas áreas aún se pueden ver los orígenes del barrio, construido sobre un botadero. Caminando y empatizando, Luz Mery ha logrado conocer mucho mejor las necesidades de cada uno de sus 800 habitantes.

Ante el panorama de la quebrada La Chanflanita, contaminada por la mala disposición de los residuos, decidió impulsar la creación del primer grupo ecológico local de reciclaje de material PET del barrio María Eugenia: ¿Hacia Dónde Vamos? Reciclando Vamos.

Además de madre y lideresa, Luz Mery es auxiliar de enfermería, especialista en gerencia de proyectos y docente. Ha participado en tantos diplomados que reconoce, entre risas, haber perdido la cuenta. “Mi hija me dice: ‘¡Mamá, usted se va a llevar todos los diplomados del mundo!’, y me río porque es verdad. Yo me inscribo a todo lo que me genere conocimiento para seguir aportando a la comunidad”.

Quisiera extender su liderazgo a otros barrios, pero reconoce que uno de los mayores retos a la hora de hacerlo es la violencia. “Siempre digo que querer es poder, y que amar lo que uno hace a veces implica exponerse”.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundación Corona.

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