Educación y formación para el trabajo de calidad, clave para aumentar la productividad en Colombia
Pese a que el país destina recursos públicos por más de 0,3% de su PIB a este rubro, porcentaje mayor al del promedio en América Latina, existen desafíos importantes en materia de empleabilidad y productividad
Como parte de un diálogo sobre el futuro del trabajo, expertos convocados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aseguran que existe un problema de pertinencia de la educación y la formación para el trabajo, pues hay empresas que no logran llenar sus vacantes y se presenta un gran número de personas que no logran encontrar empleo.
De ahí que un reto en Colombia sea mejorar las habilidades, especialmente las de las personas desempleadas e informales. Para hacerlo, aseguran los expertos, se debe reforzar la calidad de la educación, particularmente la media y de carácter público, así como la formación para el trabajo. Este es un factor clave para aumentar la productividad en el país.
Hay un problema muy serio de pertinencia de la educación (…), algo está fallando. En este sentido, el secreto es pensar en diferentes formas de cualificaciones de formacionesDaniel Gómez, vicepresidente del Consejo Privado de Competitividad.
De acuerdo con este economista y también profesor de la Universidad de Los Andes, el andamiaje normativo para hacerlo ya existe: Colombia cuenta con un marco nacional de cualificaciones; sin embargo, no está en funcionamiento. “Además, debemos valorizar socialmente los oficios: que uno pueda estudiar un programa de educación técnica y esté cualificado en ciertas labores sin tener que estar cuatro años en una universidad para aprenderlas. Necesitamos diversificar las formas en que aprendemos y las maneras en que demostramos lo que sabemos hacer”, señaló.
Carolina González-Velosa, especialista de la División de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID, aseguró que históricamente Colombia ha mostrado un fuerte compromiso con la capacitación y la educación técnica y tecnológica: “de hecho, el país canaliza recursos públicos a estos programas por más de 0,3% de su PIB, superando así a la mayoría de los países de América Latina. Sin embargo, persisten grandes desafíos en materia de empleabilidad”.
Luz Karime Abadía, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana, coincidió con esos planteamientos y manifestó que Colombia tiene grandes problemas de calidad en todo el sistema educativo: solo el 30% de las instituciones de educación superior tienen, al menos, un aval de calidad por parte del Ministerio de Educación. Agregó que, “cuando se invierte en educación que no es de calidad, no hay frutos y, por eso, no se ve reflejado en productividad. Los que se gradúan no consiguen trabajo en el cargo, disciplina y nivel que esperan, y la gran mayoría lo hace de manera informal”.
Abadía, además, propuso que se abra la conversación en el país sobre educación post-media y la formación para el trabajo, y se reconozcan las diferentes posibilidades de capacitación y cualificación que pueda tener una persona. “En Colombia, si una persona tiene una certificación, no siempre es valorada por el mercado laboral. El marco normativo existe, pero necesitamos esfuerzos adicionales para ponerlo en marcha de manera que la educación técnica y tecnológica se reconozca, y se fortalezca”, agregó la experta.
Asimismo, aseguró que en el país sólo el 30% de toda la matrícula de educación superior asiste a carreras técnicas y tecnológicas, pero en el promedio de la OCDE la pirámide es invertida: el 70% va a esas carreras. Eso, según los expertos, es lo que necesita el sector productivo.