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Opinión

Invisibles para el presidente

Uno se pregunta por qué Petro tarda tanto en garantizar quien lleve el timonel de sectores que urgen de un liderazgo claro como el Ministerio de Cultura, el Invima o RTVC

Jorge Zorro, ministro encargado de Cultura, el 13 de marzo del 2023.
Jorge Zorro, ministro encargado de Cultura, el 13 de marzo del 2023.Diego Cuevas

Esta semana se cumplirán dos meses de incertidumbre para el sector cultural en el país. La semana entrante serán nueve meses de interinidad para los medios públicos de Colombia. El pasado fin de semana se cumplió el primer mes de vacancia en el máximo organismo para la vigilancia de los medicamentos y alimentos en nuestro país. Y aunque la vida sigue, uno se pregunta por qué tarda tanto el presidente en garantizar quién lleve el timonel de...

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Esta semana se cumplirán dos meses de incertidumbre para el sector cultural en el país. La semana entrante serán nueve meses de interinidad para los medios públicos de Colombia. El pasado fin de semana se cumplió el primer mes de vacancia en el máximo organismo para la vigilancia de los medicamentos y alimentos en nuestro país. Y aunque la vida sigue, uno se pregunta por qué tarda tanto el presidente en garantizar quién lleve el timonel de sectores que urgen de un liderazgo claro.

Comencemos con la vacante más perturbadora de todas: el Ministerio de Cultura. Fue a finales de febrero cuando en una primera crisis ministerial el presidente Petro relevó de sus cargos a los ministros de Educación, Deportes y Cultura. Para los dos primeros hubo anuncio inmediato de los reemplazos, mientras que para el último se anunció que quedaría como encargado el músico Jorge Zorro. Un ‘encargado’, en principio, llega a sostener el funcionamiento de una entidad mientras llega aquel que ha de posesionarse en propiedad. El ‘encargado’ no debería ponerse a plantear grandes cambios y menos despidos, pues su responsabilidad es temporal. Sin embargo, el ministro encargado Zorro en sus dos meses de gestión se ha dedicado a cambiarlo todo, como si ya fuese el ministro designado. Ha declarado insubsistencias, ha llevado a la desesperación a algunos de sus subalternos a quienes contradice a pesar de ellos avanzar en las agendas propuestas desde el inicio del Gobierno, ha hecho y desecho dentro del Ministerio, mientras que todo el ámbito cultural se sigue preguntando cuándo va a ser que el presidente nombre un ministro definitivo y por qué sacó a la ministra Patricia Ariza sin tenerle un reemplazo.

Una situación similar, aunque por ahora de más corta duración, es la interinidad en el Instituto de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) cuyo último director, Francisco Rossi, renunció en medio del aún no resuelto problema de escasez de medicamentos en el país. Aunque, como en el Ministerio de Cultura, hay una directora encargada, la realidad es que ese encargo deja para muchos dentro y fuera de la entidad la sensación de que no hay quien responda o asuma al 100% la tarea de liderar una institución con tantos frentes de trabajo. Verbigracia, la semana anterior las plataformas digitales del Invima volvieron a enfrentar serios problemas que las dejaron fuera de servicio y nadie se apersonó de la situación. Nadie dio la cara ante el público general a pesar de que estos problemas informáticos generan grandes inconvenientes dentro de todos los procesos de inspección y vigilancia de productos farmacéuticos y alimenticios.

Se entiende que el cargo de director del Invima no es uno fácil de proveer. Se necesita un perfil muy específico y una hoja de vida de peso. ¿Pero podemos darnos el lujo de tener un organismo de ese nivel casi al garete por tanto tiempo?

Esto nos lleva al tercer ejemplo: RTVC. La radio y televisión públicas desde que empezó el Gobierno Petro no han tenido un gerente nombrado por el presidente. ¿Hay una gerente encargada? Sí, pero, como en MinCultura, ella no puede trazar nuevas políticas. Es ahí donde Petro, el presidente que a través de sus trinos se la pasa criticando a los medios, debería mostrarnos su talante democrático siendo el promotor de unos medios públicos poderosos y responsables, capaces de dar voz a Colombia entera, Gobierno, oposición, ricos y pobres, mostrando un país multicolor y abundante en riquezas y necesidades. Petro critica, pues debería empezar por dar ejemplo.

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