Carlsen, Niepo y Firouzja en un torneo innovador
Los tres se enfrentan desde hoy a 80 días del Mundial entre el noruego y el ruso, con el iraní en alza
Que el campeón y su retador se enfrenten en un torneo a menos de tres meses de su duelo (desde el 26 de noviembre en Dubái) fue algo casi impensable durante decenios, por el miedo a mostrar armas secretas o puntos débiles. El rey actual, Magnus Carlsen (Noruega), y el aspirante, Ian Niepómniachi (Rusia), lo hacen desde hoy en un torneo especial (cada empate es resuelto de inmediato con una muerte súbita) en Stavanger (Noruega). De los otros cuatro jugadores, uno centrará muchas miradas: el emergente iraní Alireza Firouzja, 16º del mundo a los 18 años, escapado de su país y residente en ...
Que el campeón y su retador se enfrenten en un torneo a menos de tres meses de su duelo (desde el 26 de noviembre en Dubái) fue algo casi impensable durante decenios, por el miedo a mostrar armas secretas o puntos débiles. El rey actual, Magnus Carlsen (Noruega), y el aspirante, Ian Niepómniachi (Rusia), lo hacen desde hoy en un torneo especial (cada empate es resuelto de inmediato con una muerte súbita) en Stavanger (Noruega). De los otros cuatro jugadores, uno centrará muchas miradas: el emergente iraní Alireza Firouzja, 16º del mundo a los 18 años, escapado de su país y residente en Francia.
Firouzja se enfrenta hoy con las piezas blancas a Carlsen (17.00, hora peninsular española; 12.00 en Buenos Aires; 10.00 en Ciudad de México) en la jornada inaugural de una liga a doble vuelta entre seis (diez rondas). El otro noruego (de origen iraní), Aryan Tari (109º del mundo, 22 años), en principio destinado al último puesto, se medirá con el húngaro Richard Rapport (13º, 25), cuyo estilo creativo puede aportar mucho interés. La partida entre Niepómniachi (4º, 31) y su compatriota Serguéi Kariakin (14º, 31), subcampeón del mundo en 2016, ha sido aplazada para el día de descanso (sábado): “Niepo no ha podido llegar a tiempo. Suponemos que nos dará más detalles cuando llegue”, explica la jefa de prensa del torneo, Anastasia Kárlovich.
Existe una probabilidad considerable de que el doble enfrentamiento entre campeón y retador (el primero será el viernes) sea menos interesante de lo que cabe esperar. No sería extraño que las partidas lentas (120 minutos por jugador y partida, más diez segundos de incremento tras cada jugada) entre ellos sean de muy poco riesgo, con el fin de pasar cuanto antes a la muerte súbita o Armageddon: diez minutos para las blancas, siete para las negras, con un segundo de incremento; si es tablas, el jugador de las negras ha ganado. Pero la esperanza de que eso no ocurra está -además del espíritu combativo que define a ambos- en el sistema de puntuación: la victoria en partida lenta da tres puntos (cero para el perdedor), por solo 1,5 (uno para el derrotado) en la muerte súbita, que empezará 20 minutos después del empate en la lenta. Este formato se aplica en el Norway Chess desde la edición de 2019, y los resultados han sido excelentes en cuanto al incremento de espectadores en las retransmisiones en directo.
Carlsen suele flojear en las partidas lentas a medida que se acerca el muy estresante momento de poner en juego su título. Fracasó con estrépito a principios de año en el torneo Tata de Wijk aan Zee (Países Bajos), el Roland Garros del ajedrez, donde terminó el 6º. Y fue eliminado por el polaco Jan Duda hace un mes en las semifinales de la Copa del Mundo hace dos meses en Sochi (Rusia). El pasado octubre, en la edición anterior del Norway Chess, Carlsen triunfó, pero encajando sus dos primeras derrotas (ante Duda y el armenio Levón Aronián) en más de dos años. Su rendimiento en los torneos rápidos por internet del Champions Chess Tour ha sido irregular, pero el domingo batió de manera inapelable -y con varias partidas brillantes- al ruso Vladislav Artémiev en la final del Aimchess.
Niepómniachi no ha jugado una sola partida lenta desde su victoria en el Torneo de Candidatos, en mayo. Sus actuaciones en torneos presenciales y telemáticos de rápidas y relámpago han sido, en general, buenas o normales. Pero esto es poco significativo porque, en los meses previos a una final de un Campeonato del Mundo, un aspirante suele estar obsesionado con su preparación para ese duelo.
El rendimiento de Firouzja en Stavanger es muy difícil de prever. Hace un año brilló con un espectacular 2º puesto, tras Carlsen. Su trayectoria hasta ese momento era muy similar a la del noruego a la misma edad. Todo indicaba que 2021 sería el año de su consolidación definitiva en la élite. Y empezó bien (3º-5º en Wijk aan Zee), pero en la Copa del Mundo fue eliminado en la primera eliminatoria por el uzbeko Javojir Sindárov. Y, lo más preocupante, su juego en los torneos por internet de los últimos meses produce la impresión de que dedica mucho tiempo a incontables partidas rápidas y relámpago, y muy poco a un entrenamiento sistemático en ajedrez clásico. Sin embargo, la semana pasada tuvo momentos brillantes en el Aimchess, donde llegó a semifinales (perdió ante Artémiev en la muerte súbita), lo que puede interpretarse como que está muy motivado ante la cita en Noruega.
Firouzja, que juega bajo la bandera de la Federación Internacional (FIDE), es ahora el 16º del mundo a los 18 años y tres meses. No parece que esté aún maduro para meterse en el próximo Torneo de Candidatos (mediados de 2022) y mucho menos para ganarlo. Su perspectiva razonable sería 2024. Pero está en una edad muy crítica, que requiere un plan de entrenamiento muy profesional y profundo. Y no hay constancia de que lo tenga.
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