Elvira Lindo, frente a su biblioteca, en la que sobresalen Chéjov y Galdós.Foto: Olivia L. Bueno | Vídeo: EPV

En la biblioteca de Elvira Lindo: “Escribir empezó siendo un juego”

La escritora, nómada y viajera durante gran parte de su vida, recoge en su biblioteca familiar la esencia de la niña que fue

Elvira Lindo (Cádiz, 1962) nunca ha dejado de ser la niña sensible, divertida y fantasiosa que escondía la cabeza entre las páginas de Mujercitas en el cuarto de atrás de su casa en Palma de Mallorca. La pequeña de sus hermanos, que pasó la infancia de ciudad en ciudad y que comenzó a escribir cuentos con nueve años, coincidiendo con el diagnóstico de la enfermedad de su madre, a la que perdió con 16. “Para mí escribir en un primer momento fue un juego y no quiero que eso pase del todo”, dice en el vídeo de este nuevo episodio de En la biblioteca de.

Le gusta que la biblioteca que comparte con su marido, Antonio Muñoz Molina, sea como una biblioteca pública. Es decir, que siempre esté abierta a sus hijos y a sus hermanos para que cojan lo que quieran. “Desde una visión muy tradicional, se piensa que un escritor hombre y tan reconocido como él puede servirme más a mí para corregir los textos que yo a él. Nosotros siempre hemos tenido un sentimiento muy igualitario, nos hemos respetado y hemos colaborado en todo, sin jefes y sin alumnas”, explica frente a una gran estantería de madera oscura en la que sobresalen Simenon, Galdós, Chéjov, Proust o Alice Munro.

Elvira Lindo acaba de rodar su primera película como directora, Alguien que cuide de mí, junto a Daniela Fejerman, en la que retrata la relación entre una abuela, una madre y una hija. También, este 2023 está a punto de publicar su próxima novela, En la boca del lobo: “Es muy especial para mí porque es diferente a todo lo que he escrito. Es de misterio. En ella me voy a Sesga, una aldea cercana al pueblo de mi madre en Valencia, en la comarca donde pasé mi infancia, pero lo que les ocurre a los personajes es pura invención”.

La escritora y periodista tiene poco apego por los libros como objeto. Hasta a los que le dedicó su marido durante tres décadas acabó arrancándoles las dedicatorias un día con prisa. “Cuando Antonio iba a entrar en la Real Academia tenía que mandar toda su obra, pero se le olvidó. Como él estaba fuera de Madrid, me llamaron para decirme que no tenían sus libros, entonces fui quitando todas las primeras páginas... ¡Esos son los que ahora mismo están almacenados en la RAE!”, recuerda riendo.

¿Qué despertó en ella su vocación por contar historias? ¿Qué autor la reconcilió con su forma de escribir? ¿Qué libro no prestaría a nadie? Descubrimos la biblioteca de la creadora del icónico personaje Manolito Gafotas en este formato de vídeo de EL PAÍS, en el que también hemos conocido la biblioteca personal del premio Nobel Mario Vargas Llosa, de escritores como Arturo Pérez-Reverte, Lorenzo Silva, Almudena Grandes, Eduardo Mendoza o Rosa Montero, políticos como José Manuel García-Margallo y Ángeles González-Sinde, o personalidades de la cultura como Peridis, Isabel Coixet o Juan Diego Botto, entre otros.

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