Vídeo | La vía rumana para los ucranios que huyen de la guerra
Decenas de miles de mujeres y niños huyen de la guerra a través del país balcánico, en algunos casos como alternativa a la colapsada salida hacia Polonia
“Nunca pensé que podría experimentar una guerra en mi vida”, explica Natalya. Como ella, un mar de personas cruza la frontera entre Ucrania y Rumania, en el paso fronterizo de Siret, apenas iluminado por los focos de algunos coches. Consiguió salir de Kiev antes de que cayese la primera bomba. En 20 minutos consiguió sacar lo básico, y recoger a su madre y a su perro. Durante el trayecto se conectó a Facebook y pudo ver cómo empezaba todo. Arshathakan, un estudiante indio de medicina también escatimó con el equipaje. Solo se llevó un cepillo de dientes, comida y agua para su ruta hacia lo incierto. El resto quedó atrás.
Se trata a mayor crisis de refugiados en Europa desde las guerras de los Balcanes en los años noventa del pasado siglo y, por su espectacular ritmo de incremento, va camino de ser la más grave desde la Segunda Guerra Mundial. Según ACNUR, podría llegar a haber un total de cuatro millones de desplazados. Ahora mismo, un millón de personas ya han huido de la ofensiva rusa.
Marius Dan, espera a los que cruzan la frontera para asistirles. Es voluntario de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Adra, y asegura que durante los primeros días la mayoría de gente llegaba a pie. Los afortunados que lo hacían en vehículos llegan a su máxima capacidad, “llenos de mujeres y niños”.
Naciones Unidas ha hecho un llamamiento urgente de ayuda humanitaria por una cuantía de 1.700 millones de dólares (unos 1.530 millones de euros), de los que 550 millones de dólares (495 millones de euros) se destinarían a socorrer (desde un lugar donde dormir hasta ayuda psicológica) a los ucranios ―en su gran mayoría mujeres y niños― que escapan de la guerra. “Se escuchan disparos continuamente por doquier, lo que hace que la seguridad de todos ellos sea frágil; incluso estamos recibiendo cientos de llamadas de desesperación porque les resulta imposible llegar a la frontera”, explica Gabriela Leu, portavoz de Acnur Rumania.