Una mujer sufrió una invasión de mapaches en su casa después de alimentar a unos pocos
La historia, que acabó con una llamada desesperada al 911, ofrece una lección importante sobre alimentar a animales salvajes
Una buena acción resultó en una inesperada y completa invasión de mapaches. En una pequeña localidad cercana a Poulsbo, Washington, una residente se encontró con una repentina sorpresa cuando más de 100 mapaches invadieron su propiedad, lo que la llevó a hacer una llamada desesperada al 911.
¿Cómo inició este incidente que parece salido de un sketch de comedia? La mujer en cuestión, cuyo nombre no se ha revelado, alimentó a una familia de mapaches en su patio trasero durante 35 años. Era una rutina nacida de su buen corazón y su espíritu altruista con los animales. El grupo era pequeño y manejable, sin embargo, hace seis semanas eso cambió cuando la cantidad de mapaches se multiplicó y la mujer se enfrentó a una multitud de entre 50 y 100 mapaches, de acuerdo con los informes locales.
Kevin McCarty, portavoz de la oficina del sheriff del condado de Kitsap, relató el extraño enfrentamiento. “Los mapaches se volvieron cada vez más agresivos, exigían comida y empezaron a acosarla día y noche”, explicó. “Arañaban el exterior de su casa, rodeaban su coche cuando aparcaba e incluso la acosaban cada vez que intentaba salir”. “Volvían al lugar esperando comida”, explicó y resaltó que los mapaches se habían vuelto dependientes de las comidas que la mujer les proporcionaba.
Lo que antes había sido una coexistencia pacífica se convirtió en una pesadilla para la protagonista de esta historia. Después de recibir la llamada, los ayudantes del sheriff acudieron al lugar y presenciaron el ejército de mapaches. Las imágenes de vídeo grabadas por el departamento del sheriff muestran a docenas de mapaches arremolinados alrededor de los árboles, casi como una turba desorganizada a la espera de comida.
On Patrol: Raccoon Invasion pic.twitter.com/5pAUE761Nk
— Kitsap Sheriff (@KitsapCoSheriff) October 7, 2024
Ante la cantidad de animales que arañaban sus puertas y ventanas, la mujer se sintió cada vez más en peligro. Solo cuando llegaron los agentes y la ayudaron a escapar a su coche pudo huir del lugar. Afortunadamente, no resultó herida.
Pero, ¿de dónde salieron tantos mapaches?
Aunque la repentina presencia de mapaches sigue siendo un misterio, los expertos en fauna salvaje sugieren que la noticia de la fuente de comida debió de correr como la pólvora, lo que hizo que más mapaches se unieran al grupo inicial. Es posible que los mapaches cercanos empezaran a seguir al grupo original y aprovecharan la comida gratis.
Bridget Mire, portavoz del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Washington, subrayó que la agencia recomienda no alimentar a los animales salvajes, ya que conduce a un comportamiento antinatural, haciendo que los animales pierdan su miedo natural a los humanos.
Alimentar a la fauna salvaje, incluso con las mejores intenciones, suele crear problemas mayores de los que resuelve. Los mapaches, por ejemplo, pueden ser portadores de enfermedades, algunas de las cuales son transmisibles a humanos y animales de compañía. Además, atraer a grandes grupos de animales puede provocar la propagación de enfermedades dentro de esas poblaciones.
“Existe un riesgo real de que alimentar a los animales, incluso a los mapaches, pueda tener consecuencias no deseadas”, explicó Mire. “También atrae a otros depredadores como coyotes u osos, que podrían suponer un peligro para los humanos”. Según McCarty, tanto la oficina del sheriff del condado de Kitsap como el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Washington comprobaron que no se había infringido ninguna ley.
En Washington es ilegal alimentar a grandes carnívoros como osos o pumas, pero no existe una ley semejante para animales más pequeños como los mapaches, salvo en algunos municipios donde puede haber estatutos locales. Aunque la mujer no rompió la ley, las autoridades dejaron claro que sus acciones fueron causa del problema.
Tras reunirse con un especialista en conflictos con la fauna salvaje del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Washington, la mujer accedió a dejar de alimentar a los animales. Bridget Mire confirmó que los mapaches han empezado a dispersarse ahora que ya no tienen comida disponible. “Nos alegramos de que este caso haya tenido un resultado positivo”, declaró.
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