El último ‘grand slam’ de Babe Ruth: su camiseta de 1932 se vende en 24 millones de dólares
La franela de la leyenda de los Yankees supera en una subasta a prendas históricas de Diego Armando Maradona y Michael Jordan
El 1 de octubre de 1932 Babe Ruth pisó la arcilla del Wrigley Field de Chicago para dar al béisbol uno de sus momentos más legendarios. Era la parte alta de la quinta entrada del tercer juego de la Serie Mundial entre los Yankees y los Chicago Cubs. El Bambino entró a la caja de bateo para los de Nueva York con el marcador empatado 4-4 y apuntó a las gradas en el jardín central. Pocos segundos después, fue allí adonde mandó la pelota lanzada por Charlie Root. Era el segundo home run del juego para Babe Ruth. Más de 90 años después, el astro de los Yankees registra un nuevo récord. La camiseta que portó en aquel juego se ha subastado por 24,12 millones de dólares.
La puja por hacerse con la camiseta de Ruth subraya la importancia que tiene la prenda entre los aficionados al deporte de Estados Unidos. La casa de subastas Heritage señala que el tira y afloja entre los compradores duró seis horas desde que el objeto salió a la venta la mañana del domingo en Dallas, Texas. El ganador de esta batalla no se ha dado a conocer. Quiere mantenerse en el anonimato.
La camiseta de franela tiene sobre el pecho las palabras New York y en la espalda el número 3, con el que Ruth hizo historia las 22 temporadas en las que jugó hasta su retiro en 1935 a los 40 años. Su legado en el béisbol fue tan importante que tomó casi 30 años hasta que otro jugador (Hank Aaron) rebasó su marca de 714 home runs. Hoy Ruth está en tercer lugar después de Barry Bonds y Aaron.
El jersey de 200 gramos de peso de la marca Spalding, que tiene el nombre de Ruth bordado al interior del cuello, se convierte ahora en el objeto de memorabilia deportiva más caro de Estados Unidos. La fortuna que se ha pagado supera a los 12,6 millones de dólares que se pagaron en agosto de 2022 por el cromo de rookie de otra leyenda de los Yankees, Mickey Mantle, de 1952.
La casa de subastas asegura que la autenticidad de la prenda ha sido determinada por varios peritos independientes. Estos compararon la camiseta, que tiene manchas de tierra y los botones y patrones coinciden con los de la época, con fotografías de la agencia Getty y de fotoperiodistas del diario The Chicago Daily News, quienes capturaron en el dugout a Ruth junto a otros de sus compañeros, como Lou Gehrig, y el entrenador Joe McCarthy en el penúltimo partido de la Serie Mundial. Se coronaron el dos de octubre en el Wrigley Field.
Heritage dice que tras el partido, Ruth se quedó con la prenda durante varios años hasta que finalmente se la regaló a un amigo con el que jugaba en Florida en la década de los cuarenta. La hija de esta amistad la vendió, ya por una cifra de seis dígitos, a alguien que se dedicaba a los recuerdos deportivos en los años noventa. Poco después, un comprador la adquirió por 940.000 dólares para una colección privada en la que estuvo hasta 2005.
Un mito disputado
Puede que la prenda sea la misma que Ruth usaba aquel sábado. Lo que sucedió en el diamante de Wrigley Field, sin embargo, ha sido material de debate entre los aficionados al béisbol por décadas. Ruth, estrella de los Yankees, había hecho enfurecer a los aficionados de Chicago desde la primera entrada con un cuadrangular que empujó dos carreras. El público le estuvo gritando e insultando, lo que provocó que el Bambino incluso no pudiera atrapar un fly relativamente sencillo. Cuando volvió a la caja de bateo, hizo un gesto que pareció señalar a una astabandera que estaba en el jardín central cuando llevaba dos strikes en su contra.
Robert Creamer, uno de los biógrafos de Ruth en el libro Babe, indica que no tiene ninguna duda de que esa fue la intención del jugador en su turno al bat. Explicó a The New York Times en 1999 que no era la primera vez que el bateador hacía un gesto semejante con el objetivo de provocar a sus rivales.
Unos años antes, sin embargo, una serie de conferencias realizadas en la Universidad Hofstra de Nueva York determinó que era probable que Ruth no hubiera cantado su famoso home run. La determinación fue adoptada por un panel frente a un millar de especialistas que se dieron cita en la institución por tres días. Los expertos analizaron una y otra vez un video de 16 milímetros del momento que se descubrió en 1993 en un ático de Louisville.
Los panelistas aseguraron entonces que el video, que no tenía la calidad suficiente para zanjar la polémica para siempre, mostraba a Ruth gritando acaloradamente a la banca de los Cubs y levantar los dedos en lo que parece seguir el conteo del umpire, el primer y segundo strike. Antes de conectar la pelota se le ve hacer un gesto con la mano derecha al pícher Charlie Root.
“A pesar de que Root, el catcher, el umpire e incluso el propio Ruth dijeron que no cantó el golpe, todos queremos creer que sí lo hizo”, dijo entonces el autor Peter Golenbock. Root, quien murió en 1970, aseguró hasta el final de su vida que Ruth no lo hizo.
Chris Ivy, el director de Deportes de Heritage, sabía bien lo que tenían entre manos. “Esta es el recuerdo deportivo estadounidense más importante que ha salido jamás a subasta”, señaló. El precio superó por muchos los 9,3 millones de dólares que alcanzó la camiseta de la mano de Dios de Maradona y los 10,1 millones de dólares del jersey de Michael Jordan en su Last Dance con los Chicago Bulls en las finales de 1998.
“Creo que los coleccionistas astutos no tienen duda de que esta es la camiseta de Ruth y lo que representa. Su leyenda y el mito y misterio que rodea aquel día están unidos en este artefacto extraordinario”, señaló Ivy el domingo después de que el Bambino rompiera un récord más.