Javier Ruiz: “Sé que me iré a la calle por salvar mis principios”
El periodista del dato, el irreverente, el que ha revolucionado los mediodías de TVE, reflexiona sobre el acoso, su forma de entender el periodismo o el machismo. “La gente que dice que he enchufado a Sarah Santaolalla miente”, reconoce
La vida no siempre es justa. Y la de Javier Ruiz (Valencia, 52 años) ha sido una pelea constante. La radio, el paro, la tele, el paro, periódico, el paro, la tele... “Y sé que volveré a quedarme sin trabajo”, dice con su traje de presentador sin una sola arruga y un modernísimo reloj inteligente. Es el precio de mantener su propio criterio. Pese a todo. Hijo de las becas, hay una fotografía de su adolescencia que lo resume todo. Una excursión e...
La vida no siempre es justa. Y la de Javier Ruiz (Valencia, 52 años) ha sido una pelea constante. La radio, el paro, la tele, el paro, periódico, el paro, la tele... “Y sé que volveré a quedarme sin trabajo”, dice con su traje de presentador sin una sola arruga y un modernísimo reloj inteligente. Es el precio de mantener su propio criterio. Pese a todo. Hijo de las becas, hay una fotografía de su adolescencia que lo resume todo. Una excursión en el campo con sus amigos. Y él, absorto y solo, sentado en una piedra, leyendo el periódico. “En ese momento, era feliz”. Adicto a la información, cada mañana explica los asuntos más complejos de la actualidad con la tablet bajo el brazo. Su desembarco en Mañaneros hace cuatro meses ha convertido al programa en el buque insignia de TVE.
Pregunta. Con los datos de audiencia que está haciendo, ¿quiénes le presionan más: los políticos, las empresas o las cadenas de la competencia?
Respuesta. [Se ríe] Muy buena pregunta... En el periodismo en general, las empresas. Nunca han tenido tanto poder porque la publicidad hoy marca la diferencia entre estar en números rojos o negros. En los medios públicos, los partidos. Y los rivales hacen otras cosas...
P. ¿Qué cosas?
R. Desprecios... Como si a algunos les correspondiera por título divino el liderazgo. A mí jamás me habrás oído hablar mal de Ana Rosa o de Ferreras. Tengo enormes discrepancias con ambos, pero no se me ocurre insultarles, despreciarles o decir que están subvencionados, con el dinero público que ingresan. Me sorprende que lo hagan de mí. Y creo que es por la audiencia.
Me sorprende que rivales como Ana Rosa o Ferreras me desprecien"
P. ¿Cómo lleva el acoso en redes sociales?
R. Nunca hasta ahora había tenido la sensación de que hubiera campañas personales. Hemos entrado en un juego sucio. Disparar a los padres, a las madres, a los hijos... nos lleva a una carrera sin fondo. Es un sistema podrido que se va a volver contra quienes lo alimentan.
P. Sarah Santaolalla también recibe mucho odio, pero no se esconden... Me sorprende.
R. No me escondo, tampoco me exhibo. La gente que dice que la he enchufado miente. Ella era colaboradora de Mañaneros un año antes de que llegara yo. Y mi poder en Telecinco vamos a dejarlo en que es relativo. Esto va contra una profesional a la que le sacude un machismo repugnante, independientemente de que tenga pareja o la deje de tener.
No soy cómodo para mis jefes. No estoy dispuesto a hacer favores corporativos”
P. Los fracasos nos definen más que los éxitos. ¿Cuál le ha dolido más?
R. Entendí el concepto de fracaso al ir a la cola del paro y que dos señoras se miraban y dijeran: “Mira, ¡es el de la tele!”. A todos los que se creen estrellas les recomiendo pasar un día por el INEM. Soy consciente de que esto tarde o temprano se torcerá. Todo es fugaz.
P. Hay periodistas y líderes de opinión que están durante años al frente del mismo programa. ¿Por qué Javier Ruiz no?
R. La respuesta sincera es que no soy cómodo para mis jefes, nunca lo he sido, porque llamo a las cosas como las veo. Sé que me iré a la calle el día en el que que la visión corporativa y mi visión personal no encajen, por salvar mis principios. No estoy dispuesto a sacrificar mi honestidad por hacer favores corporativos y eso pasa factura.
Creo que el periodismo es el Tribunal Supremo de la verdad"
P. ¿Cuáles son esos principios?
R. El respeto a la verdad. Me puedo equivocar, incluso errar en el punto de vista y entiendo la discrepancia, pero no tolero la mentira. Esa es mi máxima. Creo que el periodismo es el Tribunal Supremo de la verdad. No podemos ser cómplices ni altavoces.
P. Un meme viral “alguien que me mire como Javier Ruiz mira a su tablet” resume su estilo. ¿Falta nivel en la profesión?
R. El título no te da el conocimiento permanente, te da una puerta de entrada, pero el periodismo se prepara y se estudia a diario. Yo todos los días antes de hablar de un juez, me leo y preparo el auto. Me hace gracia cuando hablan de periodismo de datos porque eso es simplemente periodismo. El periodismo sin datos es propaganda.
P. ¿Es ingrato?
R. Si lo haces bien, posiblemente vas a encontrar más noes que síes. Y todos los noes son ingratos, pero lo más importante es que no te hagan dudar de ti. Este trabajo es un sacerdocio y si te lo crees de verdad no tienes alternativa. Se puede buscar la fama o la profesión. Yo busco lo segundo. Me gusta aprender, comprender y hacer comprender.
P. ¿Y por qué la gente se siente informada con agitadores y youtubers?
R. A esto le llamo la paradoja de la comida basura. ¿Por qué a los niños les gusta más el Burger King que la ensalada? Porque es más fácil, más cómoda, más suculenta. Si una persona está educada y formada, va a ir a la ensalada, porque sabe que la necesita en su dieta para no morir joven. Las mentiras siempre son más baratas, cómodas y sexys. La verdad, sin embargo, incomoda. Hay mucho dinero intentando desprestigiarnos y hacernos creer que somos todos iguales. De la misma manera que un tipo con una manguera no es un bombero, un tipo con una cuenta no es un periodista.
Sacudo al PP y a Pedro Sánchez cuando lo creo"
P. ¿Cree que para alguna parte de la izquierda sigue siendo un traidor?
R. Siempre lo he sido y siempre lo seré, pero me preocupa poco. La gente está contenta contigo cuando alimentas sus prejuicios. Yo sacudo al PP y a Pedro Sánchez cuando lo creo. Por ejemplo, en el programa hemos dicho que las ayudas después de los incendios son ridículas. Me empiezo a cansar de que den carnets de buen o mal periodista los que están ahí para que les fiscalicemos. Esto es periodismo, lo otro se llama dirigismo y control político.
P. ¿Es feliz?
R. Estoy muy contento con lo que estamos haciendo. Me gusta esta frase de Camus: “La felicidad es un recuerdo”. Cuando somos felices no nos damos cuenta, pero me lo he pasado muy bien y planeo seguir pasándomelo.