‘Dos tumbas’, una excelente serie española
Un elenco sólido y brillante aporta verosimilitud a una trama de búsqueda y venganza que se desarrolla en un hermoso pueblo malagueño
Si algo deja claro la visión de Dos tumbas es que para contar una buena historia no es necesario desarrollarla en ocho o más capítulos. Con tres basta. Pero para ello es imprescindible contar con un buen creador como Agustín Martínez, unos guionistas co...
Si algo deja claro la visión de Dos tumbas es que para contar una buena historia no es necesario desarrollarla en ocho o más capítulos. Con tres basta. Pero para ello es imprescindible contar con un buen creador como Agustín Martínez, unos guionistas como el ya citado Martínez, Antonio Mercero y Jorge Díaz y un director como Kike Maíllo, un buen equipo al que hay que añadir unos protagonistas como Kiti Mánver, que en buena ley debería llevarse todos los premios de interpretación por su papel de Isabel, la abuela de una de las dos jóvenes desaparecidas y cuya búsqueda es la base de la trama, Álvaro Morte, el popular “profesor” de La casa de papel, Hovik Keucherian y Salva Reina, entre otros. Un elenco sólido y brillante que aporta verosimilitud a una trama de búsqueda y venganza que se desarrolla en su mayor parte en Frigiliana, un hermoso pueblo malagueño.
Claro que todo esto desaparecería sin la aceptación de los espectadores, lo que no es el caso de Dos tumbas. Netflix ofrece unos datos espectaculares de Flixpatrol, un sistema que contabiliza los programas de televisión: en tan solo una semana alcanzó los 8,6 millones de visualizaciones convirtiéndose en la serie de habla no inglesa más vista en la plataforma a nivel mundial, lo que también explica, para bien o para mal, el poder divulgador de la televisión.
La trama es sencilla: dos amigas adolescentes, Verónica y Marta, desaparecen misteriosamente tras acudir a una fiesta. Dos años después la policía da por cerrado el caso al no encontrar sospechosos ni pruebas. Es entonces cuando la abuela de una de ellas decide investigar por su cuenta sin ayuda de nadie inicialmente, una especie de abuela-coraje y, posteriormente, con la colaboración del padre de la otra desaparecida, un mafioso local protagonizado por Álvaro Morte, dispuestos a desvelar el enigma sin importarles los obstáculos que se les presentan ni los secretos que se ocultan en la pequeña localidad.
Maíllo, que cuenta ya con un notable currículo audiovisual en su haber, narra la acción con sencillez, sin estridencias, nada que distraiga las pesquisas de una extraordinaria Kiti Mánver, una de las actrices favoritas de los inicios de Pedro Almodóvar. El entorno y los decorados ratifican el buen hacer de los responsables de la serie, cuya calidad se ha visto ratificada por el éxito popular, lo que no suele ser habitual.