El mal se eleva en la Tierra Media en la segunda temporada de ‘El señor de los anillos’

Los nuevos capítulos de la ambiciosa producción de Amazon Prime Video, ‘Los anillos del poder’, ponen a Sauron en el centro. “Hay críticas, pero preferimos mantener la vista arriba y no mirar la oscuridad”, dicen sus responsables

El actor Charlie Vickers, como Annatar, tras el que se esconde Sauron, en la segunda temporada de 'El señor de los anillos: Los anillos de poder', en una imagen cedida por Amazon Prime Video.

Quizá haya un anillo para gobernarlos a todos, pero es complicado que haya una serie que convenza a todos. Eso lo sabían los responsables de El señor de los anillos: los anillos de poder y lo experimentaron con la primera temporada. Amazon Prime Video celebró públicamente el buen recibimiento ...

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Quizá haya un anillo para gobernarlos a todos, pero es complicado que haya una serie que convenza a todos. Eso lo sabían los responsables de El señor de los anillos: los anillos de poder y lo experimentaron con la primera temporada. Amazon Prime Video celebró públicamente el buen recibimiento del estreno de la que es una de las producciones televisivas más caras y ambiciosas de la historia, pero la acogida crítica no fue unánime. Los nuevos capítulos, que se estrenan el jueves 29 de agosto en Prime Video, retoman la historia donde se quedó, con el descubrimiento de la verdadera identidad de Sauron, una Galadriel devastada por el engaño que ha sufrido y el mal empezando a aflorar en una Tierra Media que llevaba mucho tiempo en paz. Tras haber presentado a los elfos, enanos, pelosos y hechiceros protagonistas de esta historia basada en el universo creado por J.R.R. Tolkien, la segunda temporada comienza volviendo la vista atrás para repasar el camino del Señor Oscuro hasta adquirir su nuevo disfraz y acercarse a la fabricación de los anillos.

A Patrick McKay y J.D. Payne, los máximos responsables de la serie, no les preocupan aquellas críticas, e incluso asumían que existirían. “Es una serie para todo el mundo, para los fans y para quienes no son seguidores de El señor de los anillos. La segunda temporada diría que incluso es para fans y para no fans de la propia serie”, decía McKay en una entrevista por videollamada a mediados de junio. “En una escena de la primera temporada, el hermano de Galadriel le pregunta por qué una piedra se hunde y un barco no, y le dice que es porque la roca mira abajo y le aterra la oscuridad y el barco mantiene la mirada en las estrellas. Sí, hay mucha oscuridad y críticas, pero preferimos mantener la mirada arriba”, añade Payne.

Sam Hazeldine interpreta a Adar en la segunda temporada de 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'. Imagen cedida por Amazon Prime Video.

El señor de los anillos: los anillos de poder es la primera serie de la que se responsabilizan este dúo de guionistas. “Tuvimos mucha suerte con que esta fuera nuestra primera serie porque no sabíamos lo que no se podía hacer o lo que sería muy complicado. Simplemente hemos sido fieles al material y a cómo creíamos que había que adaptarlo a la pantalla sin tener en mente lo complicado que podría ser. Digamos que en la primera temporada estábamos aprendiendo a construir una pirámide sin que nunca antes lo hubiéramos hecho, ni lo hubiera hecho nadie. Para la segunda temporada ya sabíamos una o dos cosas sobre construir pirámides y espero que hayamos construido una segunda mejor”, explica McKay.

El ascenso de los villanos será el centro de la trama de los nuevos capítulos, como adelantan los creadores. Tras la paz que reinaba en la Tierra Media al comienzo de la serie, la oscuridad se va expandiendo, y todos los personajes y todos los reinos se ven afectados. Los guionistas destacan el impulso que cobran Pharazôn en Númenor y Adar en Mordor, con su ejército de orcos, además de las maniobras de Sauron para manipular al elfo Celebrimbor. Esta última es una de las tramas que destaca Payne de los próximos capítulos: cómo Sauron se acercará al elfo para llevarlo incluso a la locura. “Es como un thriller psicológico, una especie de juego del gato y el ratón. Es muy oscuro, pero ese es el modus operandi de Sauron: mientras que muchos villanos pueden ver cuál es tu debilidad y la explotan, Sauron ve tus fortalezas, tus deseos de hacer el bien, y los aprovecha para sus propios objetivos”, detalla Payne. Para contrarrestar esa oscuridad, los nuevos capítulos incorporan un elemento que hasta ahora no se había representado en la pantalla, Tom Bombadil, aquí encarnado por el londinense Rory Kinnear, un enigmático personaje que, según los guionistas, aportará “música, poesía y humor” y cuyas escenas se rodaron en Tenerife.

Trystan Gravelle interpreta a Pharazon en 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'. Imagen cedida por Amazon Prime Video.

Adaptar el material de Tolkien al formato audiovisual es una tarea con la que pocos se han atrevido y que entraña muchos riesgos por la legión de seguidores que tiene el escritor británico. McKay y Payne lo afrontan como una oportunidad. “La Tierra Media es vasta y llena de incontables extrañas criaturas, como escribe Tolkien. Condensar eso en una serie es emocionante y un reto. En la primera temporada queríamos mostrar esa amplitud y profundidad con lo que parecen muchas historias diferentes. En futuras temporadas empezando por la segunda [los guionistas se refieren en varias ocasiones en esta conversación a un plan de cinco temporadas], esas tramas empiezan a entrelazarse y te das cuenta de que lo que estás viendo es una sola historia, la del resurgimiento de Sauron y cómo la Tierra Media, a pesar de tener intereses tan diferentes, se une para intentar derrotarlo”, responde McKay.

Patrick McKay y J.D. Payne, máximos responsables de 'El señor de los anillos: Los anillos de poder', en una imagen cedida por Amazon Prime Video.

“Hay una cita de una carta de Tolkien a su editor, Milton Waldman, que nos gusta destacar y que dice que él tenía la ambición de crear la Tierra Media como un vasto tapiz mitológico, pero también quería dejar espacio para que otras mentes y otras manos, empuñando la pintura, la música o el drama, pudieran continuar expandiendo la Tierra Media. Tolkien solo dio algunas pistas sobre la Segunda Edad [época en la que está ambientada la serie, previa a las novelas de El señor de los anillos], es como si hubiera algunas estrellas en el cielo pero no se le hubiera dado forma del todo. Nuestro trabajo es conectar los puntos o las estrellas y llenarlo con algo que parezca que pudiera haber pintado Tolkien”, justifica Payne. “Intentamos hacer una serie para fans, pero también para la gente que no ha oído hablar nunca de Tolkien para los que puede ser un drama humano con historias de padres e hijos, padres e hijas, madres e hijos, madres e hijas, desventurados amantes, pena, pérdida y redención, historias humanas que puedes disfrutar tanto si te gusta la fantasía como si no”, añade.

La actriz Morfydd Clark, Galadriel en la serie, en una imagen de la segunda temporada cedida por Amazon Prime Video.

El señor de los anillos: los anillos de poder es el proyecto televisivo estrella de Amazon Prime Video. No es para menos teniendo en cuenta su presupuesto. En 2017, la plataforma se hizo con los derechos de adaptación, por los que se calcula que pagó unos 300 millones de dólares (unos 274 millones de euros). A ello habría que sumar el coste de producción de cada temporada, que en la primera tanda de capítulos se calculó en unos 58 millones de dólares por episodio (unos 53 millones de euros). La segunda ha trasladado su rodaje de Nueva Zelanda a las afueras de Londres con la intención de rebajar costes.

Preguntarles por los retos de encargarse de una producción tan ambiciosa hace que Payne y McKay rían a carcajadas. “Cada día hay 50 retos”, arranca J.D. Payne. “Muchas veces estamos rodando con cuatro unidades a la vez. [Habla en español] Este año estuvimos en Canarias y fue fantástico. [Regresa al inglés] Pero mientras uno de nosotros estaba allí, el otro estaba aquí. Rodamos de día, de noche, está la unidad de efectos visuales, los especialistas… Escribimos, hacemos preproducción, rodamos, posproducción, tenemos que coordinarnos entre nosotros, nos traen 10 posibles diseños de vestuario, hay que construir decorados, echar abajo decorados para hacer espacio para los nuevos... Es un baile constante de creación y destrucción y logística”, relata. “Por supuesto, resolver problemas y superar retos es el trabajo de un showrunner, y los tenemos para desayunar, comer y cenar. Pero nos gusta”, remata McKay.

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