Se ha escrito un crimen, y lo investiga una jubilada llamada Angela Merkel

Angela Merkel, la canciller que lideró a la primera economía europea durante 16 años, se ha jubilado y ha vuelto a su pueblo en la región de Uckermark, donde pretende pasar el rato leyendo y, como buena alemana, dando largos y agradables paseos por el bosque. Una vida contemplativa que, en el fondo, no le apetece nada: en cuanto aparece el cadáver de un aristócrata local en extrañas circunstancias, Merkel decide arrebatarle las riendas de la investigación al indolente comisario local y descubrir ella misma quién es el asesino. De esa premisa parte la primera entrega de Miss Merkel, una ...

Angela Merkel, la canciller que lideró a la primera economía europea durante 16 años, se ha jubilado y ha vuelto a su pueblo en la región de Uckermark, donde pretende pasar el rato leyendo y, como buena alemana, dando largos y agradables paseos por el bosque. Una vida contemplativa que, en el fondo, no le apetece nada: en cuanto aparece el cadáver de un aristócrata local en extrañas circunstancias, Merkel decide arrebatarle las riendas de la investigación al indolente comisario local y descubrir ella misma quién es el asesino. De esa premisa parte la primera entrega de Miss Merkel, una serie de películas para televisión que se estrenó el año pasado en la cadena alemana RTL y que este julio ha ofrecido, con gran éxito, la italiana Rai2.

En la estela de legendarias detectives entradas en años, como Jessica Fletcher o la propia Miss Marple de Agatha Christie ―en la que la Merkel de ficción se inspira para su alias sabueso― la excanciller no hace más que aplicar lo que ha aprendido navegando en las procelosas aguas de la política: observar el comportamiento humano, relacionar conceptos y poner sentido común y perspicacia a la resolución de un problema. En este caso, un crimen. La serie adapta a la pantalla el personaje creado por el escritor alemán David Safier, que con tres entregas (publicadas en España por Seix Barral) se ha convertido en un superventas en toda Europa. La cuarta está prevista para noviembre, precisamente cuando la Merkel de verdad presentará sus muy esperadas memorias.

A Safier se le ocurrió la idea a finales de 2018, cuando se supo que la política no se presentaría a la reelección. Mientras veía un episodio de Colombo, fantaseó con cómo sería la jubilación de la mujer más poderosa de Europa. ¿Horneando pasteles en la tranquilidad de su hogar? No, demasiado aburrido. La iba a poner a resolver asesinatos. La actriz Katharina Thalbach, de 70 años, interpreta con vis cómica a una Merkel que se pasa por el forro del traje chaqueta ―sí, también en su nueva vida en el pueblo, la excanciller mantiene su colorida e icónica vestimenta de trabajo― la opinión del comisario de policía.

A la Merkel detective la acompañan en sus aventuras su marido Achim (el de verdad, con gran parecido al actor que lo interpreta, se llama Joachim Sauer), su guardaespaldas Mike y su perro Helmut. En el primer libro el can responde al nombre de Putin, en honor ―y venganza― de aquella visita a Sochi (Rusia) en la que el presidente ruso, conocedor del miedo de la canciller a los perros, dejó suelto a su enorme labrador negro. En la serie han decidido llamarle Helmut, como Helmut Kohl, otro canciller y mentor político de Merkel hasta que ella aprovechó el escándalo de financiación del partido para darle la estocada.

No es la primera vez que Thalbach, una de las actrices más famosas del país, interpreta a la canciller. Lo hizo hace más de 10 años en una sátira política llamada El ministro inspirada en la carrera política de Karl-Theodor zu Guttenberg, ministro de Defensa que dimitió en 2011 tras descubrirse que había plagiado su tesis doctoral. En la ficción es un pijo de nombre ridículo que es aupado gracias a sus contactos al gabinete de una canciller que viste blazers de colores y se llama, ejem, Angela Murkel.

Thalbach cuenta que desde entonces le habían ofrecido varias veces volver a interpretarla, pero que no le había apetecido hasta que llegó la propuesta de Miss Merkel. Le cautivó el hecho de que no aceptara un puesto bien remunerado en un lobby o una gran empresa, sino que se convirtiera en detective aficionada. “Me pareció brillante como idea. Me dije: Tengo que hacer eso”, le contó a RND. La actriz ha subrayado que tiene mucho en común con Merkel: ambas nacieron en 1954 y se criaron en la RDA.

La acción transcurre en el municipio ficticio de Neu-Freudenstadt, en la región de Uckermark, en el norte de Alemania. La trama empieza con una Merkel que grita, “¡al fin libre!”, mientras pasea por el bosque y está salpicada de constantes alusiones a la carrera política de la real. Se trata de resolver un misterio pero sobre todo de provocar las risas en un espectador que reconoce perfectamente al personaje. “Comparado con una ópera de seis horas en Pekín con Xi Jinping, cualquier otra cosa es inofensiva”, se chotea de un espectáculo al que acude con su marido. El guion de la versión televisiva es de Stefan Cantz, conocido por escribir varios capítulos de Tatort, la histórica serie policíaca de la televisión pública alemana.

La serie pasó por las pantallas alemanas sin demasiado revuelo, pero el estreno de las dos primeras películas dobladas al italiano la ha viralizado en redes sociales. Ha sorprendido verla en escenas impropias de un estadista: en la primera escena agachándose para hacer pipí tras un árbol, o peleándose con la bolsita para recoger la deposición de Helmut mientras comenta: “Menudo problema, con toda la mierda que tuve que limpiar cuando estaba en política”.

La nueva exhibición de Miss Merkel ha coincidido además con el 70 cumpleaños de la canciller, que sigue cultivando la discreción que siempre ha tenido a gala. Tras más de 30 años de carrera política, muchos de ellos como una figura reconocida en todo el mundo, su vida personal sigue siendo en buena medida un misterio, como destaca una serie documental de casi tres horas recién estrenada en Alemania.

Safier, el creador del personaje, ha destacado en entrevistas que Merkel comparte dos características con el inspector Colombo: pasar desapercibida y ser subestimada. De ese modo despegó su carrera política ―sus compañeros del partido la llamaban despectivamente ‘la chica de Kohl’― y es así como el escritor la imagina resolviendo crímenes. “Tuve éxito en la política y en la ciencia, ¿por qué no voy a tenerlo como detective?”, se pregunta ella en el tráiler.

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