‘Orphan Black: Echoes’ pasa de los clones a la impresión de órganos humanos
La serie de culto de ciencia ficción amplía su universo con una continuación que vuelve a indagar en la identidad humana
En las cinco temporadas que duró la serie de ciencia ficción Orphan Black (2013-2017), la actriz Tatiana Maslany interpretó a más de una decena de clones. Mientras trataban de averiguar quiénes eran en realidad, se veían inmersas en una intrincada conspiración en la que sus vidas estaban en juego. La producción, que descubrió al mundo las habilidades interpretativas de su protagonista y por la que ganó, entre otros galardones, un premio Emmy, se convirtió en una serie de culto con un nutrido ...
En las cinco temporadas que duró la serie de ciencia ficción Orphan Black (2013-2017), la actriz Tatiana Maslany interpretó a más de una decena de clones. Mientras trataban de averiguar quiénes eran en realidad, se veían inmersas en una intrincada conspiración en la que sus vidas estaban en juego. La producción, que descubrió al mundo las habilidades interpretativas de su protagonista y por la que ganó, entre otros galardones, un premio Emmy, se convirtió en una serie de culto con un nutrido grupo de seguidores. Su universo se amplía ahora con Orphan Black: Echoes, con capítulos cada lunes en Syfy. Otra historia de ciencia ficción que, como la original, explora la identidad humana y lleva la ciencia actual hasta los límites.
En Orphan Black: Echoes, una mujer despierta sin recordar quién es ni nada de su pasado. Pronto descubre que se encuentra en un lugar lleno de tecnología puntera donde, según la explican, se crean partes de cuerpos humanos con una revolucionaria tecnología de impresión cuatridimensional. “No queríamos volver a tener clones, no queríamos hacer exactamente lo mismo otra vez. Así que en vez de exportar el conflicto entre naturaleza y crianza, lo abrimos un poco más a la idea de cómo la tecnología se está convirtiendo más y más parte de la historia de nuestra creación”, explica Anna Fishko, máxima responsable de la nueva serie, en una entrevista por videollamada. “Hacemos preguntas similares sobre qué es lo que nos hace quienes somos, pero lo envolvemos con tecnología, lo cual creo que es muy relevante viendo dónde está la ciencia hoy”, continúa.
Con un ritmo más pausado que la serie original, Orphan Black: Echoes pone el foco, además del apartado científico, en las emociones de los personajes. Aunque ha querido marcar distancias con la historia madre (de hecho, la nueva se sitúa en el futuro, en 2052), también habrá algunos guiños a sus orígenes que reconocerán sus seguidores, como el regreso de algunos personajes. Pero la guionista recalca la importancia que dieron a que los espectadores que llegaran por primera vez a ella pudieran entender todo lo que ocurría. Esto añadió dificultad a la labor de escritura. “Siempre es difícil intentar dar a todo el mundo lo que quiere. Tratamos de averiguar qué cosas necesitábamos de las que le encantaba a la gente en la serie original y qué cosas podían conectar a nuestra historia a la gente que no la vio. Y luego tener en cuenta cómo es la televisión hoy en día y hacer que la serie tuviera un tono contemporáneo. Fue complicado”, dice Fishko.
Aunque parezca ficción, la tecnología que aparece en la serie tiene cimientos reales. “Estuvimos mucho tiempo hablando con un científico en la Wake Forest University que dirige un laboratorio de impresión de tejidos y nos dio información muy interesante. Están haciendo avances increíbles en impresión de tejido cerebral, imprimen pequeños corazones… Yo desconocía que se hubiera llegado tan lejos. Fueron conversaciones muy interesantes pero que daban un poco de miedo”, explica la guionista y productora de la serie.
La actriz Krysten Ritter (Jessica Jones, Breaking Bad) interpreta ahora a la protagonista con un papel muy diferente al que afrontó Maslany en su momento. Frente a la multiplicidad de personajes que encarnó su antecesora, con aspectos, acentos y personalidades muy diferentes y en muchas ocasiones con varios de esos clones al mismo tiempo en pantalla, Kyrsten Ritter puede centrarse en un solo personaje. Ella fue la elegida por su capacidad para combinar dureza y vulnerabilidad en su expresión, en palabras de Fishko. “Yo imaginaba alguien que fuera una superviviente, que hubiera experimentado algo muy difícil y hubiera encontrado la forma de construir una vida nueva entera. Tiene por fuera esa dureza y por dentro una vulnerabilidad en busca de conexión y estabilidad, quiere encontrar quién es y cuál es su historia”, explica la guionista. En la serie está acompañada por la británica Keeley Hawes (Los Durrell, Bodyguard) en un papel misterioso que tiene relación con la parte tecnológica de la historia.
Fishko, que ha trabajado en series como Fear the Walking Dead, Tyrant o ¿Sabes quién es?, asegura que para ella es más complicado tomar un universo ya creado para dar a luz una nueva historia, como ha hecho en esta ocasión, que inventar un mundo de ficción de cero. “Siempre hay mucha gente dando su opinión sobre cómo tienes que tratarlo. Además, en esta ocasión queríamos averiguar cómo hacer honor a los seguidores de la serie original y el gran trabajo que hicieron con ella. Y estaba tratando con algunos personajes con los que la gente ya ha pasado mucho tiempo y tienes que pensar cómo habrán cambiado en los 35 años que pasan en la ficción”, completa la guionista.
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