Gala 0 de ‘Operación Triunfo’: así comenzó la vida en directo en Amazon Prime Video
El concurso regresa con la que es la primera gran emisión en vivo en una plataforma de ‘streaming’ en España. “Sabemos que, si esto funciona, estamos abriendo una puerta para la industria audiovisual que no se volverá a cerrar”, cuenta Tinet Rubira, director de Gestmusic
“Hay que esponjarse”, dice el regidor del plató número 3 del Parc Audiovisual de Terrassa a las más de 300 personas que ocupan los dos fosos del nuevo Operación Triunfo. Es un verbo que usan en el programa desde hace varias ediciones, para evitar que público de pista deje grandes huecos vacíos que puedan estropear el plano. “El foso es el motor de OT. ¡Actitud!”, les anima, a pocos minutos de que comience en la noche del lunes la vida en directo para la industria televisiva a la carta.
María José ...
“Hay que esponjarse”, dice el regidor del plató número 3 del Parc Audiovisual de Terrassa a las más de 300 personas que ocupan los dos fosos del nuevo Operación Triunfo. Es un verbo que usan en el programa desde hace varias ediciones, para evitar que público de pista deje grandes huecos vacíos que puedan estropear el plano. “El foso es el motor de OT. ¡Actitud!”, les anima, a pocos minutos de que comience en la noche del lunes la vida en directo para la industria televisiva a la carta.
María José Rodríguez, responsable de contenido original de Prime Video España y Portugal, la compañía que ha relanzado el concurso, advierte que ninguna plataforma en el mundo ha planteado una cobertura en vivo como la de este proyecto. No se trata de una emisión de apenas unas horas, como un evento deportivo o un concierto, sino de un plan de emisión continua que durará tres meses, hasta el 19 de febrero. Habrá galas semanales cada lunes, postgala inmediatamente después y magacín nocturno también en vivo de martes a sábado. Sin contar las emisiones en Twitch, plataforma de vídeos en directo propiedad de Amazon, y el seguimiento de la academia durante 24 horas en YouTube. Esta vez, además de España, la emisión estará disponible para una treintena de países, incluyendo toda América Latina.
“¡Mucha mierda, Chenoa!”, gritan a la nueva presentadora del programa poco antes de comenzar a emitir. Los ánimos llegan desde uno de esos dos fosos del plató que dan sensación de sala de concierto. Dentro hay espectadores de casi todas las edades. Algunos son tan jóvenes que no habían nacido cuando Operación Triunfo debutó en La 1 en el año 2001, con Carlos Lozano de presentador y la propia Chenoa como concursante. Lo mismo se puede decir de muchos de los 18 aspirantes de esta edición, de bastantes de los bailarines e incluso de alguno de los profesores de la academia.
Chenoa presenta con emoción, con aplomo y sin textos escritos en el teleprompter, aunque sí con pinganillo. Ya lo advirtió hace unos días en la presentación oficial del programa. Estos chicos, todos menores de 27 años, son muy distintos a los primeros triunfitos: han nacido con una cámara en la cara. De siempre, el programa ha sido pura demoscopia de la juventud española. Las raíces de Cris, uno de los primeros concursantes en aparecer en pantalla, se reparten entre Tenerife, Guinea Ecuatorial y Zamora. Omar lleva años pluriempleado para llegar a fin de mes y a Álvaro Mayo le apasiona la astrología. Dice que es una buena forma de comenzar una conversación para la generación WhatsApp, la que escribe mensajes porque le crea ansiedad hablar por teléfono.
Los aspirantes de 2023 son también generación TikTok. Durante esta gala 0, su puesta de largo artística, tienen al menos ocho objetivos de todos los tamaños y formas observando mientras actúan. Pero a ellos se les ve cómodos sobre un escenario con más de 400 metros cuadrados de pantallas y decenas de focos. También queda claro que son generación Spotify (o Amazon Music, por citar al patrón) por la gran diversidad en su setlist. Ruslana es la primera en actuar. Tiene 18 años y canta el I love Rock ‘n’ Roll como si la hubiera compuesto ella misma, aunque la lanzaron The Arrows en 1975. Hace tres Ruslanas, aproximadamente. Violeta elige el Crazy de Willie Nelson que popularizó la cantante de country Patsy Cline en 1961. Y Salma se queda con el bolero Historia de un amor, también de hace unas cuantas Ruslanas.
Paul despierta los primeros gestos de asombro entre el público con su interpretación de Way down we go. Es del mismo pueblo de Rosa López. Y también tiene una voz prodigiosa, que acompaña con movimientos eléctricos.
Mismo contenido, nuevo consumo
Es evidente que cuando los expertos hablan del posible sorpasso de la televisión a la carta con respecto a la televisión lineal no se refieren a contenidos sino al modo de consumo. Que dos formatos como Sálvame (ahora en Netflix) y Operación Triunfo sean las grandes apuestas españolas de las plataformas internacionales para esta temporada lo deja bastante claro.
Tinet Rubira, director de la productora Gestmusic, creadora del programa, recurre entre risas a la hipérbole para definir lo ambicioso de este reto. “Las dos frases que más hemos repetido estos días es que estamos haciendo historia y que el mundo audiovisual nos mira”, dice a este periódico. “Sabemos que, si esto funciona, estamos abriendo una puerta que no se volverá a cerrar”, prosigue.
No se trata de atraer a millones de espectadores, como ocurría en las primeras ediciones emitidas en Televisión Española y Telecinco, pero sí de abrir vías inéditas de negocio. El mítico programa se ha tenido que adaptar a las circunstancias para que Amazon, el bazar más grande del planeta, se convierta en su nuevo hogar. “Alexa” fue una de las primeras palabras que pronunció Chenoa la semana pasada cuando presentó esta edición del formato musical a los medios. Luego anunció que la academia televisiva se convertiría esta vez en un enorme escaparate. Lo poco que no van a poder comprar los seguidores de lo que vean en ella serán las cámaras. La conexión de los artistas que nazcan en ella con la plataforma sonora Amazon Music también está más que planificada.
Para Prime Video y Gestmusic, productora experta en formatos musicales, de Lluvia de estrellas a Tu cara me suena, el gestionar todo el entramado legal y comercial que suponen los derechos de explotación conjunta, y esta vez para más de 30 países, de las canciones que vayan a sonar en el concurso ha supuesto más de un año de trabajo. “La industria de la música entiende que esto también es un experimento, y que abre nuevas posibilidades a su producto en las plataformas de streaming”, advierte Rubira.
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