Los lagartos de la tele
La entrada de ‘V’ en el catálogo de HBO es la oportunidad perfecta para desconectar
HBO Max ha puesto en su catálogo V, la serie de los ochenta (con una continuación en los dosmil) que recuerda absolutamente todo el mundo que había nacido en la época. Mirando noticias sobre la serie me encuentro una haciéndose eco de las quejas de cientos de telespectadores a RTVE (cuando no había redes los pelmas de la moral usaban el teléfono fijo para expresar su descontento). El motivo es que un capítulo de la serie (emitida los sábados en horario de tarde) mostraba “de manera bast...
HBO Max ha puesto en su catálogo V, la serie de los ochenta (con una continuación en los dosmil) que recuerda absolutamente todo el mundo que había nacido en la época. Mirando noticias sobre la serie me encuentro una haciéndose eco de las quejas de cientos de telespectadores a RTVE (cuando no había redes los pelmas de la moral usaban el teléfono fijo para expresar su descontento). El motivo es que un capítulo de la serie (emitida los sábados en horario de tarde) mostraba “de manera bastante explícita” a una de las protagonistas alumbrando dos criaturas concebidas con un extraterrestre (o sea con un lagarto disfrazado de persona).
Con una puesta en escena digna de Henenlotter, los médicos asisten a la parturienta y extraen una niña aparentemente normal y una criatura monstruosa de color verde. En febrero de 1985 se emitió ese capítulo que no recuerdo haber visto, pero sí escuchado en las narraciones orales de amigos y vecinos de más edad. La expresión “quedarse embarazada” invocaba ya la peor maldición porque incluso sin saber cómo pasaba eso, olía a que tenía que ver con tener novio, y tener novio era algo que, si tenías menos de diez años de puro perturbador daba risa.
Encima el novio era un lagarto del espacio, y en vez de un niño eran dos, y el primero (primera, en realidad) tenía lengua de lagarto y el segundo era una monstruosidad verdosa. Hace unos años se reeditó un juego de mesa de la misma época llamado Huida del Imperio Cobra del que muchos recordarán la ilustración de la caja, pero no la mecánica del invento (sencilla, en realidad). V, como serie de ciencia ficción, mantiene los nimbos dorados de los recuerdos infantiles incluso si la vuelves a ver. Aprovechen esta oportunidad de escapar del imparable rodillo de la actualidad.
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