Jorge Javier contra el complejo de bicicleta

Dichosos los que saben detenerse y pueden hacerlo. Otros muchos tenemos complejo de bicicleta, la sensación perpetua de necesitar un descanso y al mismo tiempo el miedo a caerse al parar

Jorge Javier Vázquez, en 'Sálvame'.

Cuando el amor llega así de esta manera uno no tiene la culpa. Y con otros trastornos pasa lo mismo. Hace poco más de una semana Jorge Javier confirmaba lo que cualquiera podía intuir desde que recibió la baja laboral: “El cuerpo y la mente te envían señales y a lo largo de mi vida yo he sido poco de hacerles caso. Hasta...

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Cuando el amor llega así de esta manera uno no tiene la culpa. Y con otros trastornos pasa lo mismo. Hace poco más de una semana Jorge Javier confirmaba lo que cualquiera podía intuir desde que recibió la baja laboral: “El cuerpo y la mente te envían señales y a lo largo de mi vida yo he sido poco de hacerles caso. Hasta hoy. Necesito parar para cuidarme”. Dichosos los que saben detenerse y pueden hacerlo. Otros muchos tenemos complejo de bicicleta, la sensación perpetua de necesitar un descanso y al mismo tiempo el miedo a caerse al parar, que vamos por la vida sin pata de cabra y luego pasa lo que pasa. Y la mayoría ni siquiera puede permitirse hacerlo. Hace un tiempo una buena psiquiatra me dijo que creía que los términos en los que se hablaba machacona y banalmente de salud mental eran un desprecio al sufrimiento humano. No puedo estar más de acuerdo. Como si todo estuviera en nuestra cabeza y nada fuera responsabilidad de cómo vivimos, de circunstancias, muchas, que no podemos cambiar.

Que una persona tan ocupada y tan —lo ha dicho él— adicta al trabajo haya sido capaz de leer el signo de sus tiempos abre una brecha justa y necesaria. Esto lo digo como amiga y como trabajadora enganchada. Porque como espectadora, echo de menos a Jorge Javier Vázquez en esta recta final de Sálvame y no puedo más que asentir con la cabeza ante el monólogo que se marcó el jueves pasado Belén Esteban en el programa pidiéndole que lo cerrara junto a sus compañeros. “La señorita Ruth era una dama”, le decía Sipsey a Idgie en Tomates verdes fritos ante el fallecimiento de Ruth Jamison, su inseparable compañera. “Y una dama siempre sabe cuándo irse”. Jorge, haznos el favor.

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