Miguel Ángel Hoyos: “Escribir bien es la base de la tele”
El director de ‘Culturas 2′ cuenta cómo se las apaña para abrir espacios en el medio para la creación con riesgo
Como un intruso, un tapado, un polizonte, Miguel Ángel Hoyos (Valencia, 50 años), ha tratado de introducir la poesía en los telediarios. Fue editor de varios en Televisión Española y ahora dirige Culturas 2, un diario audiovisual delicado y rompedor en La 2 del canal público. Tras su paso por ...
Como un intruso, un tapado, un polizonte, Miguel Ángel Hoyos (Valencia, 50 años), ha tratado de introducir la poesía en los telediarios. Fue editor de varios en Televisión Española y ahora dirige Culturas 2, un diario audiovisual delicado y rompedor en La 2 del canal público. Tras su paso por El ojo crítico de Radio Nacional de España, Hoyos busca espacio para tratar ampliamente ese campo en pantalla.
Pregunta. ¿Qué hace un poeta empotrado en la tele?
Respuesta. Soy, sobre todo, un devoto lector del género. Y un editor de televisión al que siempre, lo que más le ha interesado es la cultura. En el fin de semana, cuando he hecho esas labores, lo que le daba sentido al informativo eran las buenas piezas de ese ámbito.
P. A todo el mundo en su medio le gusta darse el pisto con la defensa de contenidos culturales en la tele generalista, pero cumplen de aquella manera. ¿Hipocresía?
R. Contradicción.
P. ¡Qué diplomático!
R. A todos nos interesa la cultura porque es transversal y abarca todo, pero a veces no nos detenemos demasiado en ella. Nuestro deber es conseguir que los espectadores se fijen en ello, pero para eso creo en gente del gremio como preceptores. En los libreros, por ejemplo, los que venden discos… Los periodistas culturales debemos ser un poco así, intermediarios entre los creadores y el público. Como hacemos con los hijos adolescentes, no obligarles a leer, pero dejarles el libro en la mesilla para que lo encuentren y cuando quieran, lo abran. Eso nace de una pasión. Me tiene que apasionar lo que cuente y contarlo bien.
P. ¿Culturas 2 quiere ser la número uno?
R. Lo que queremos es que participen en el programa transversalmente todos los compañeros que se dedican a la información cultural en el entorno de RTVE, de Radio Nacional y la tele o interactivos…
P. No diga eso que va a parecer que tiene poco equipo.
R. Es verdad, pero dentro del ente, hay muchos que tienen ahí las puertas abiertas. De momento, todo el mundo se va pasando por aquí. Ser número uno en audiencias no lo pretendemos. Ser la casa abierta de la cultura, sí, queremos.
P. ¿Cuánta poesía hay en un teleprompter o cue?
R. Muchísima. Escribir también es la base de la tele. Para comunicar. Escribir y escribir. Cada inicio de un programa cultural debe ser una cultura. Haciendo radio he aprendido a hacer mejor televisión. El valor de la palabra, de la escucha. De una conversación que intentamos mantener en nuestro programa. Hay poesía, reflexión, buena escritura en cada inicio y cada pieza. Es un programa de autores: Jessica Martín, Julián Valerio, Mariana Gancedo, Agustín Alonso en redes sociales…
P. ¿Vamos a ver a Shakira abriéndose las carnes en Culturas 2 o a Isabel Preysler contando pormenores del Nobel o va a tirar por otro lado?
R. En esos temas se pueden encerrar grandes novelas, cuidado.
P. Y tanto…
R. Lo de Shakira lo aprovechamos para acompañarla con Rocío Jurado, Paquita la del Barrio y el despecho como género, no es nuevo.
P. ¿Es cara la cultura en televisión?
R. ¡Qué va! Queremos que no lo sea para que se convierta en sostenible y dure en el tiempo.
P. ¿Se tiene que entender la cultura en su medio o debe ser tan solo sugerida?
R. Creo mucho en la sugerencia, los mapas del mar no lo tienen que explicar todo. Creo en la colaboración activa del espectador cómplice. He creído en eso siempre. En telediarios líderes de audiencia y ahora.
P. ¿A qué teme más? ¿A Telecinco o a Tik tok?
R. A ninguna de las dos. De hecho, cada viernes hacemos sugerencias en esa red de discos, libros, exposiciones y funcionan espectacularmente. Es un compañero de viaje para nosotros y un gran aliado para llegar a otros públicos.
P. ¿Por qué cunde el miedo en la tele convencional a que las cosas sean largas?
R. Eso me lo pregunto desde hace años. Nunca lo he entendido. Hacemos piezas de hasta 10 minutos, pero van a funcionar.
P. O sea, ¿usted cree en la paciencia?
R. Sí.
P. ¿Y en la pausa…?
R. Sí, en que suenen la música y las voces, en permitirnos el lujo de hacer una entrevista de media hora y no reducirla a 40 segundos. Lo defiendo.
P. ¿Cuál es ahí el secreto de la síntesis?
R. Esa es una de las grandes cuestiones de la edición televisiva. Quien crea que sabe lo que quiere el espectador, quienes encumbran lo picadito, lo rápido, creo que es erróneo hoy en día. No existen acerca de eso verdades absolutas hoy en día. Es verdad que el público joven busca contenidos cortos, pero también muy largos. Que les interesan opiniones largamente desarrolladas. Pero en la tele sigue imperando la ley de lo corto.
P. Hay programas informativos en los que terminan las cosas antes de acabarlas.
R. Hay que huir de eso, pero hacerlo bien. Tampoco podemos aburrir. Nunca, pero es que se puede no aburrir dando tiempo.
P. Entre usted y yo, qué plastas son el mundo de la cultura: todos quieren salir. ¿Cómo elegir lo fundamental?
R. Eso es de lo más difícil que hay. Nosotros lo debatimos como equipo, pero queremos que en nuestro programa salga gente que no tiene tantas oportunidades de salir. A esto hemos venido nosotros, a mostrar a quienes no tienen tanta potencia como altavoces. Los que no suelen aparecer. Para nosotros es imperativo moral darles espacio. Ser justos con eso.
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