En ‘Los ensayos’, la vida es cuestión de prueba y error
La serie documental de Nathan Fielder en HBO Max es una combinación de experimento social, análisis psicológico del ser humano y comedia
¿Y si el ser humano no necesitara dejar las cosas al azar y la improvisación? ¿Y si la vida fuera cuestión de prueba y error? ¿Y si se pudiera llegar a los momentos cruciales de la vida con todas las variables previstas de antemano y el guion bien estudiado? Con ese punto de partida, la obsesión por tener el control total sobre nuestras vidas, arranca Los ensayos (The Rehearsal es su título original), un programa difícilmente clasificable creado y protagonizado...
¿Y si el ser humano no necesitara dejar las cosas al azar y la improvisación? ¿Y si la vida fuera cuestión de prueba y error? ¿Y si se pudiera llegar a los momentos cruciales de la vida con todas las variables previstas de antemano y el guion bien estudiado? Con ese punto de partida, la obsesión por tener el control total sobre nuestras vidas, arranca Los ensayos (The Rehearsal es su título original), un programa difícilmente clasificable creado y protagonizado por el cómico y productor Nathan Fielder y del que HBO Max estrena cada sábado una nueva entrega (ya hay tres disponibles). Realidad y ficción se entrecruzan constantemente hasta el punto de que el espectador puede llegar a dudar de que lo que se presenta como real efectivamente lo sea. Comedia subversiva, experimento social, análisis psicológico y drama existencialista se dan la mano en una producción con capítulos de media hora que apuestan por la sorpresa constante para que el televidente nunca tenga claro qué se va a encontrar a continuación.
En Los ensayos, Nathan Fielder se ofrece para ayudar a voluntarios que quieran participar en un experimento: ante un momento que para ellos es determinante en sus vidas, pone a su disposición su tiempo y el poderoso presupuesto de HBO para recrear dicha situación, ensayarla las veces que haga falta para eliminar todas las incógnitas de la ecuación y, de esa forma, afrontarla en la vida real sin pizca de incertidumbre. O esa es la teoría. Para ello, anotará todas las posibles variantes, las respuestas, los imprevistos que puedan surgir, para así poder contemplar por adelantado todas las opciones y preparar la reacción a las mismas. Y si algo falla, se repite tantas veces como haga falta.
El primer capítulo explica a la perfección la teoría. Un hombre quiere comunicar a sus compañeros de partidas de trivial que no tiene los estudios que afirmó tener cuando se conocieron y la presión le pudo al verse rodeado de personas más formadas que él. Le preocupa en particular la reacción de una de sus amigas. El programa recreará minuciosamente el bar en el que tendrá lugar la conversación —no le falta detalle por dentro ni por fuera—, contratará a actores para ambientar el lugar de forma adecuada, se las apañará para reproducir por adelantado la partida de trivial durante la que tendrá lugar la conversación e incluso contrata a una actriz que contactará mediante engaños con la amiga en cuestión para conocerla bien y interpretarla de la forma más veraz posible. El nivel de minuciosidad es sorprendentemente elevado.
Y cuando el espectador piensa que ya sabe de qué va el programa, los siguientes episodios retuercen la propuesta en un triple salto mortal que incluye metarreferencias e incluso una autoconsciencia que pondrá al propio Fielder en el centro de la historia. Para no entrar en detalles que podrían estropear la experiencia al espectador, solo un adelanto: a partir del segundo episodio, uno de los experimentos implica el ensayo de la crianza de un niño desde que es un bebé hasta la adolescencia. Porque hasta eso es susceptible de ser ensayado para Nathan Fielder. Según avanzan los capítulos, el espectador acompaña al protagonista mientras este descubre si la vida realmente se puede practicar hasta eliminar todas las incógnitas o si hay factores que nunca podrán ser ensayados con antelación.
En realidad, esta no es la primera ocasión en la que este canadiense de 39 años desarrolla una propuesta al margen de los cauces por los que suele discurrir la televisión actual. Entre 2013 y 2017, el programa Nathan al rescate (Nathan for you en su versión original), en Comedy Central, trataba de ayudar a personas y empresas que atravesaban momentos económicos complicados. Para ello, Fielder, con formación en Administración de Empresas, proponía métodos poco ortodoxos y sus dotes como improvisador para llevar a los participantes (en el casting se aseguraban de que no supieran que estaban en un programa cómico) a vivir momentos surrealistas.
Su peculiar humor y el gusto por formatos inclasificables se refleja también en otra de las propuestas favoritas de la crítica en HBO fuera de la ficción, How to With John Wilson, de la que Fielder es productor ejecutivo. En esta serie documental, el cineasta John Wilson recorre las calles de Nueva York con su cámara para construir relatos que tienen como hilo conductor el surrealismo de la cotidianeidad y la rareza del ser humano. La peculiar mirada del director le lleva a dedicar un episodio entero a los andamios de la ciudad o a la gente que tiene la costumbre de forrar los muebles de su casa. Y mientras, Wilson reflexiona en voz alta (la narración del creador sobre las imágenes es también un recurso utilizado en Los ensayos para explicar los experimentos y los sentimientos del propio Fielder) acompañando visualmente su relato con imágenes filmadas por él mismo que muestran al espectador otra perspectiva del día a día. El programa, que podría definirse como un cruce entre comedia y estudio sociológico de la vida en el siglo XXI, ha sido renovado por una tercera temporada. Tanto Los ensayos como How to with John Wilson son el fruto de un contrato de exclusividad que Fielder firmó en 2019 con HBO.
Las producciones de Nathan Fielder invitan al espectador a preguntarse una y otra vez qué es real y qué es ficción en lo que está viendo, cuánto de guion hay detrás o incluso si esos personajes (John Wilson tiene una habilidad especial para dar con las personas más extravagantes de la ciudad) existen en la realidad y no responden a un papel como el que sí mantenía Fielder en Nathan al rescate. El humorista rueda este verano para el canal Showtime la serie cómica de ficción The Curse, de la que es cocreador junto a Benny Safdie. Emma Stone y los dos creadores serán los protagonistas de una historia que explora cómo una supuesta maldición perturba la relación de una pareja mientras intentan concebir un hijo mientras son protagonistas de un docureality para la televisión.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.