Maria Ressa, la periodista filipina “no exenta de ser asesinada”
La Nobel de la Paz ha sufrido el acoso del presidente Duterte y sus matones, como narra el documental ‘Ausencia de verdad’. Pudo exiliarse y no quiso. Lo que viene en ese país no invita a pensar en que le vaya mejor
Cuando la periodista filipina Maria Ressa, que acabaría perseguida por el presidente Rodrigo Duterte, entrevistó en 2015 al todavía alcalde de Dávao Rodrigo Duterte, que la perseguiría después, le preguntó si no tenía reparos en matar. Y él respondió: “Admito que he matado. Hace tres meses maté a tres personas”. Y dejó clar...
Cuando la periodista filipina Maria Ressa, que acabaría perseguida por el presidente Rodrigo Duterte, entrevistó en 2015 al todavía alcalde de Dávao Rodrigo Duterte, que la perseguiría después, le preguntó si no tenía reparos en matar. Y él respondió: “Admito que he matado. Hace tres meses maté a tres personas”. Y dejó claro lo que vendría después: “Va a haber sangre”.
Vaya si la hubo. Con Duterte en la presidencia, entre 12.000 y 30.000 personas fueron asesinadas por la policía, según cálculos de las ONG de derechos humanos. Esa atrocidad se cometió en nombre de la guerra contra las drogas, en realidad la guerra contra los pobres. Porque él ordenó disparar a matar —lo llaman “ejecuciones extrajudiciales”— a todo sospechoso de trapicheo o consumo de estupefacientes.
Cuando Maria Ressa, una mujer menuda y con agallas que ganaría el Nobel de la Paz en 2021, empezó a investigar en su periódico digital Rappler los asesinatos de la policía, unos ocho cada noche, cayó sobre ella y sus reporteros el acoso del régimen y de sus matones. Y el del mismo Duterte, capaz de decir lindezas como esta: “Usted se cree que por ser periodista está exenta de ser asesinada”. Lo cuenta el documental Ausencia de verdad (A Thousand Cuts), que dirige otra filipina valiente, esta emigrada a EE UU, Ramona Diaz, y que puede verse en Filmin.
Antes de que Duterte salga de la presidencia, el jueves día 30, Ressa ha sufrido el linchamiento en las redes sociales, amenazas muy explícitas de muerte, el asalto por una turba a la Redacción y una primera condena, por “ciberdifamación”, de una serie de demandas que pueden sumar unos 100 años de cárcel. Ella se niega a exiliarse, y ha tenido ocasiones, pero de todos sus viajes vuelve desafiante aunque le espere en el aeropuerto el enésimo arresto. En unos días será presidente Bongbong Marcos, hijo del tirano Ferdinand Marcos, con Sara Duterte-Carpio, hija de Duterte, como vicepresidenta. Mucho nos tememos que Ressa seguirá teniendo mucho trabajo y muchos problemas.
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