Alaska espera a quienes se criaron con ‘La bola de cristal’ para recordar viejos tiempos en ‘Cine de barrio’
Hablamos con la presentadora y con la directora Machús Osinaga. Son las dos mujeres al frente del veterano programa de La 1, que ya emite películas de los años ochenta y noventa
Por mucho que a algunos espectadores les cueste asumirlo, las matemáticas no admiten discusión. Cuando Cine de barrio comenzó en 1995, ofrecía películas de 30 años antes. Así que ahora le toca recordar las que estaban recién estrenadas entonces. E incluso algunas que ni siquiera se habían rodado. En otras palabras, a los niños que se criaron con La bola de cristal ya l...
Por mucho que a algunos espectadores les cueste asumirlo, las matemáticas no admiten discusión. Cuando Cine de barrio comenzó en 1995, ofrecía películas de 30 años antes. Así que ahora le toca recordar las que estaban recién estrenadas entonces. E incluso algunas que ni siquiera se habían rodado. En otras palabras, a los niños que se criaron con La bola de cristal ya les va tocando revisitar su biografía cinéfila alguna que otra tarde de sábado en La 1, como en su día lo hicieron sus abuelos. Precisamente Alaska, la presentadora del clásico juvenil de los ochenta, sustituyó a Concha Velasco al frente del espacio cinematográfico en 2020. Ella y Machús Osinaga, su directora desde enero de 2022, encabezan la nueva etapa del programa.
Pero, en esas primeras entregas, las de José Manuel Parada y el pianista Pablo Sebastian, ellas ya estaban ahí. Osinaga lo estaba como redactora y Alaska como espectadora fiel. La cantante y presentadora dice tener devoción por ese cine español antiguo. “Es una pequeña tarde de antropología social, donde ves cómo era el mundo en el pasado. Hago el programa con unas ganas enormes de defender a todos esos productores, guionistas, directores y hasta cartelistas de la época. Es algo que conozco y que me apasiona”, comenta desde el plató de Televisión Española donde lo graba. “La memoria es a menudo muy frágil y nosotras queremos preservarla. Mientras reivindicamos a aquellos profesionales que hicieron películas muchas veces denostadas de forma injusta, también traemos al plató a nuevas generaciones de artistas”, completa la nueva directora.
El pasado 5 de marzo, el contenedor cinematográfico pasó el Rubicón para algunos espectadores al emitir por primera vez un título de Pedro Almodóvar, Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988). Abrazaba así una nueva forma de modernidad, posterior a la de las comedias musicales de Rocío Dúrcal, Raphael y la propia Concha Velasco.
La del manchego no es la película más nueva del catálogo de Cine de barrio. Antes, el programa sabatino y vespertino de La 1 ya había programado Manolito Gafotas (1999), adaptación de las novelas de Elvira Lindo. Su fecha de estreno bordea los años 2000, cuando los cines dejaron de estar en los barrios y se fueron a los centros comerciales de las afueras. Los nuevos títulos van a convivir con los de toda la vida, los de Paco Martínez Soria y Lina Morgan. Con el paso del tiempo, la apertura a nuevas décadas cinematográficas hace que el espacio “se vaya haciendo más transversal y ecléctico”, comenta Osinaga.
“A poco que nos descuidemos, podríamos poner perfectamente las películas familiares de Santiago Segura. El cine familiar de los sesenta no es igual que el de décadas después. A mí el de los noventa me resulta completamente anacrónico, porque es muy poco familiar. A veces creo que está más lejano de nosotros que el de los sesenta”, reflexiona Alaska. Ella también ha sido fanática de los cines de barrio. “Mi educación cinematográfica es gracias a ellos y a las filmotecas. Además, yo no nací en España y llegué aquí con 10 años, así que en la adolescencia quise hacer un curso acelerado de todo aquello que me había perdido”, recuerda.
La veteranía de Cine de barrio tras 27 años en antena también le permite ir superando algunas barreras sociales, como la clasificación por edades, apunta Alaska: “La película que ofrecimos cuando Concha Velasco me dio el relevo en 2020 fue ‘Las señoritas de mala compañía’ (1971), que en su época no se podría haber emitido en nuestro horario. Todavía hay mucho repertorio de títulos por recuperar”.
El regreso de Machús Osinaga al espacio es una forma de cerrar un círculo, ya que además es sobrina de uno de los actores a los que el programa ha homenajeado en el pasado, Pedro Osinaga, que apareció en cintas como Amor bajo cero (1960). “Era alguien a quien adoraba. Tenía una conexión muy especial con él y fue la persona que me abrió las puertas al cine y al teatro”, cuenta.
La responsable tras la cámara del actual Cine de barrio avanza que seguirán incluyendo “películas que pueda ver toda la familia y que apelen a la nostalgia más reciente”, mientras que su anfitriona está deseando que llegue la Navidad para recordar desde su saloncito televisivo a ídolos pasados como Parchís. Como en todos estos años anteriores, el cada vez más ingente archivo histórico de RTVE les ayuda a seguir elaborando esas clases de antropología social que ofrecen todas las semanas.
Cine de madrugada
La cantante Alaska no rechaza la idea de que exista un formato hermanado con Cine de barrio dedicado a repasar el pasado musical de nuestro país. “Es cierto que es una parte que ya cubrimos con algunas películas del programa y que también lo hacen otros espacios de Televisión Española, como ‘Cachitos’ y ‘Viaje al centro de la tele’. Pero quizá queda algo disperso tal y como está”, apunta.
En este año y medio en el que lleva siendo presentadora del espacio cinematográfico, sí que ha lanzando varias veces al aire una idea con que el darle nueva vida. Ella sueña con un Cine de barrio de madrugada, en el que seleccionar para el espectador películas de terror antiguas vestida a lo Lily Munster o Morticia Adams, como ocurría en los programas de Elvira y de su antecesora Vampira en la televisión estadounidense. “Es una apuesta que sería vocacional, sin la pretensión de tener audiencias muy altas. Pero, ¿qué costaría que nos dieran un hueco en la medianoche de La 2?”, se pregunta entre risas. “El cine español tiene aportaciones en ese subgénero que son impagables”, argumenta. Machús Osinaga se suma a la propuesta. “Con ella, yo voy al fin del mundo”.
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