Exilios

Abruma calcular el monstruoso peso de los aviones que utilizan los padres de las patrias al exiliarse. Los metales preciosos y las joyas deben de ocupar casi todo el espacio. Pobrecitos

Pasajeros en el aeropuerto de Kabul pasan junto a la imagen del por entonces presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, el 14 de agosto, con los talibanes ya cercando la capital.Rahmat Gul (AP)

Aunque de sonrisa fácil (¿y quién soy yo para calificarla de impostada o de mecánica?) reconozco que me pareció hasta radiante la del presidente de este país cuando asegura ante las cámaras que gracias a la unión de todos la vacunación ha sido un éxito rotundo y que múltiples países nos admiran por ello. Se ha pasado un poco con lo del elogio colectivo. Suficiente tarea tendrán ellos con espantar al ...

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Aunque de sonrisa fácil (¿y quién soy yo para calificarla de impostada o de mecánica?) reconozco que me pareció hasta radiante la del presidente de este país cuando asegura ante las cámaras que gracias a la unión de todos la vacunación ha sido un éxito rotundo y que múltiples países nos admiran por ello. Se ha pasado un poco con lo del elogio colectivo. Suficiente tarea tendrán ellos con espantar al monstruo para andar bendiciendo los méritos de España. Pero a Pedro Sánchez le sobra morro, como demostró en su casi inexistente encuentro con Biden y la marciana explicación que dio sobre su contenido. Si la vacunación es amplia y dentro de los plazos marcados pienso que también es demostrativa de que el ejército de tarados negacionistas es escaso, que la mayoría de la gente aún mantiene la cabeza en su sitio.

Si los discursos de los jerarcas de las naciones son obligatorios de vez en cuando para explicarles sus sabias decisiones a ese pueblo al que tanto aman, no creo haber escuchado una palabra del presidente de Afganistán al salir echando hostias de su convulsionado país. Imagino que ni él ni su familia tuvieron que hacer cola y que debe de partirse de risa con esa leyenda ética convencida de que el capitán del barco es el último en abandonarlo cuando se está hundiendo. Como Batista en Cuba al llegar los barbudos. Como el Sha de Persia al ser derrocado por otros barbudos. Hay excepciones. Allende se quedó y fue el primero en palmarla. Qué necio, qué pringado, pensarán de él los que siempre son los primeros en abrirse ante el peligro.

Y abruma calcular el monstruoso peso de los aviones que utilizan los padres de las patrias al exiliarse. Los metales preciosos y las joyas deben de ocupar casi todo el espacio. La pasta pura y dura ya estaría a buen recaudo desde hace mucho tiempo. Pobrecitos. Y su corazón roto. Cuánto sufrimiento les espera en el exilio.

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